Perros en la nieve

Perros en la nieve: ¿cómo protegerlos?

Con el invierno encima, son muchos los lugares que se cubren de un manto nevado. Si estamos bien abrigados y no sufrimos por el frío lo podemos pasar realmente bien jugando. Pues bien: ¡a los perros en la nieve les pasa lo mismo, los hay que disfrutan muchísimo con ella! Así que si vamos a pasarlo en grande con nuestra mascota en una zona nevada, toma de estos consejos.

Consejos para estar con los perros en la nieve

Es cierto que los perros no son tan frioleros como nosotros, pero es importante saber cuánto frío soporta un perro según su tamaño y peso, y protegerles frente a él. Además de esta, hay otras consideraciones que debes tener en cuenta. ¡Vamos una por una!

1. Protégele del frío

Como decíamos antes, que un perro lleve mejor las bajas temperaturas que otro va a depender de muchos factores: su peso y tamaño, el largo de su pelo…

Hay perros que proceden de sitios muy fríos, como el Husky siberiano o el Boyero de Berna, y se convierten en los reyes de la nieve. Estos están muy bien preparados, pues cuentan con una capa de grasa corporal aislante y un pelaje muy espeso.

Por el contrario, en general, los perros que necesitan una mayor protección son:

  • Perros de pelo corto o sin pelo
  • Cachorros
  • Perros mayores
  • Los perros más sensibles
  • Perros pequeños, como el Chihuahua o el Yorkshire
  • Perros enfermos

Para proteger a estos perros del frío, lo mejor es emplear abrigos adaptados a su talla y que sean impermeables.

Protege a los perros en la nieve con abrigos

2. Cuida sus almohadillas

Aunque la piel de las almohadillas de los perros es más dura que nuestra piel, estas también pueden verse afectadas por el frío y agrietarse. Eso le provocará un gran dolor y le impedirá moverse con libertad.

Por ello, es necesario proteger sus patitas durante los paseos invernales, especialmente si estáis con los perros en la nieve.

Existen zapatos impermeables adaptados para perros que pueden servir para protegerles tanto de la nieve como de los suelos calientes. Sin embargo, estos no resultan cómodos para todos los animales.

En esos casos, lo mejor es untar las almohadillas con un protector con parafina o cera deslizante antes de iniciar los paseos por la nieve.

Luego, al volver a casa, hay que secar bien sus patas y usar una crema hidratante para perros para hidratar las almohadillas y reparar la zona, calmando los pequeños rasguños.

Por otro lado, vigilad que vuestras mascotas no se laman las patas cuando están en la nieve. La sal que se esparce a veces sobre ella no es nada buena para los animales, así que no deben llevarse las patitas a la boca.

3. Mantén vigilada a tu mascota

Cuando soltamos a los perros en la nieve la gran mayoría se vuelven locos de emoción y comienzan a correr y saltar de un lado para otro. E, igual que si no hubiese nieve, comenzarán a olfatearlo todo y a seguir pistas de olor.

Por ello, es muy importante tener controlado al can y no perderlo de vista. Es recomendable incluso, si la zona en la que vas a pasear con tu perro es muy amplia, que lleve un collar con localizadores GPS para tenerlo situado en todo momento si se extravía.

Piensa que si se pierde en un lugar con las temperaturas muy bajas y tardáis mucho en encontrarlo, podría ser fatal.

4. ¡Que no se coma la nieve!

Uno de los motivos que más muertes causa durante el invierno y que está relacionado con la nieve es el envenenamiento por anticongelantes, pues estos son altamente tóxicos.

Debido a ello, de la misma manera que debemos evitar que se laman las patas por la sal, también hay que impedir que se traguen la nieve.

Además, los anticongelantes pueden tener un olor muy atractivo para ellos que puede provocar que quieran probarlos. Así que extrema la vigilancia.

Ofrece agua a los perros en la nieve

5. Hidrátale

En invierno, con la bajada de las temperaturas, son muchas las personas que descuidan su propia hidratación al tener menos sed. Por eso, mucho ojo con descuidar la hidratación de vuestro perro.

Ellos necesitan tener siempre a su disposición agua limpia, haga frío o calor. ¡Y más si se trata de perros en la nieve que no paran quietos!

Además, proporcionarle agua a tu mascota evitará también que se quiera comer la nieve para hidratarse y acabe intoxicado, como decíamos antes.

6. Sécale bien al llegar a casa

Cuando volváis a casa tras haber pasado un rato en la nieve, es importante que la temperatura del hogar sea cálida, pero no muy elevada. El contraste podría haceros enfermar, tanto a tu mascota como a ti.

Quítale el abrigo a tu perro y seca con una toalla su pelo si notas que lo tiene húmero. Si tu perro tiembla mucho, puedes emplear el secador a un nivel medio. Luego, ponle un abrigo limpio y seco si es un perro de los que pasan mucho frío como los que mencionábamos al principio.

¡Y recuerda untar una crema hidratante en sus almohadillas si las tiene agrietadas!

7. ¿A tu perro no le gusta la nieve?

Aunque muchísimos perros disfrutan de la nieve, los hay que no disfrutan de ella nada. Por eso, si detectas incomodidad en tu mascota al colocarla sobre la nieve fría y húmeda, lo mejor es que no le hagas pasar un mal rato.

En caso de no ser así, los perros en la nieve pueden pasarlo en grande. Sin embargo, lo correcto es tener en cuenta todos estos consejos que hemos enumerado para que la diversión no se convierta en contratiempos.

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Auxiliar de Veterinaria, Graduada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y redactora SEO especializada en contenidos sobre mascotas. Siempre en continua formación para ampliar sus conocimientos sobre el mundo animal.

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