Fracturas en perros

Fracturas en perros, ¿qué tipos hay y cómo se tratan?

¿Sabías que no todas las fracturas en perros son iguales? No sólo en función de dónde se produzcan, la realidad es que además hay diferentes tipos de fracturas en función de sus características. Y cada una de ellas supone una complejidad diferente y un tratamiento específico, más tiempo de recuperación, etc.

Te contamos las diferentes fracturas y cómo hacer para que tu perro se recupere lo antes posible.

 

Tipos de fracturas en perros

Tipos de fracturas en perros
(Foto via: mascotafiel)

Dependiendo de la gravedad y el tipo de accidente que sufra, las fracturas en perros pueden ser de varios tipos distintos:

  • Fracturas cerradas: el hueso está roto, pero la piel no presenta heridas.
  • Fracturas en tallo verde: el hueso no está partido por completo, pero tiene diversas fisuras que lo debilitan.
  • Las fracturas compuestas: hay herida y apertura en la piel, por lo que el hueso fracturado sale hacia fuera de la piel. Supone un riesgo extra, ya que hay exposición a suciedad y puede causar infecciones.
  • Fracturas epifisarias: son frecuentes en perros jóvenes que están en etapa de crecimiento. Las placas epifisarias o de crecimiento son zonas blanditas a los extremos de los huesos que pueden fracturarse con facilidad al darse un golpe o hacer algún movimiento brusco, sufrir una caída, etc.

Si ves o sospechas que tu perro se ha roto algún hueso, no intentes curarlo tú mismo, ¡ve al veterinario cuanto antes!

 

Cómo se tratan las fracturas en perros

Cómo se tratan las fracturas en perros

El tratamiento de una fractura depende de muchos factores. Algunos son el tamaño del perro, su edad, el lugar de la rotura y su gravedad y el tipo de fractura.

Por lo general, el tratamiento de las fracturas suele implicar anestesia, rayos X y cirugía para alinear el hueso, juntando los dos extremos para que puedan cicatrizar.

En caso de que la rotura sea compuesta, además, habrá que controlar el sangrado, administrar medicamentos para el dolor y minimizar el riesgo de infección.

Después de alinear la fractura, es importante inmovilizar la zona para que no se vuelvan a desplazar los huesos. Para esto se utilizan métodos diferentes en función del lugar de la rotura. Pueden ser placas de metal, pasadores, yeso, férulas…

Si se trata de un caso muy complicado, el veterinario podría incluso remitir a tu mascota a un especialista de la ortopedia.

 

La recuperación de las fracturas en perros suele ser lenta, pero si no se trata de un caso muy grave no habrá problemas ni secuelas. ¡Lo importante es recurrir pronto al veterinario! Y sobre todo, darle mucho cariño y tener paciencia.

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