Cuyos, cobayas, conejillos de Indias… se les conoce por muchos nombres diferentes, pero todos se refieren al mismo fantástico animal. Las cobayas se están convirtiendo en una de las mascotas favoritas de las familias, pero es normal que nos cueste entenderlas. Por ejemplo, puede ser que te preguntes «¿por qué mi cuyo chilla mucho? ¿Qué le pasa?». Te damos las posibles respuestas.
Los sonidos de las cobayas
Los cuyos son capaces de emitir diferentes vocalizaciones para comunicarse. Evidentemente, nosotros no podemos hablar como ellos y entablar una conversación (¡ojalá fuera así!).
Sin embargo, gracias a los expertos, se han ido esclareciendo ciertas interpretaciones de algunos de esos sonidos.
Conocer el significado de los sonidos de las cobayas es esencial para cualquier persona que tenga a uno de estos animales como mascota.
Hay vocalizaciones que indicarán que está feliz y otras que está enfadada, asustada…
Y los chillidos, ¿qué significan? Es más, ¿por qué mi cuyo chilla mucho? Veamos cuáles pueden ser los motivos.
¿Por qué mi cuyo chilla mucho?
Antes de empezar a hablar de las posibles causas de los chillidos de las cobayas, debemos aclarar dos puntos importantes.
- Hay ciertas vocalizaciones de este animal que, según el contexto, pueden significar una cosa u otra. Es importante tener en cuenta esos detalles.
- Solo un profesional de la medicina veterinaria podrá confirmarte qué es lo que le pasa realmente a tu cobaya. Por eso, lo ideal es consultarle en cualquier caso.
Cuando un cuyo emite ciertos pitidos agudos pero a bajo volumen, suele ser señal de tranquilidad y felicidad. Si mientras los emite se encuentra explorando alguna zona nueva fuera de la jaula, esos sonidos son fruto de su entretenimiento.
Sin embargo, puede ser que, de repente esos pitidos se vuelvan mucho más fuertes. El sonido «cui-cui» es tan característico de este animal, que esa onomatopeya le ha dado nombre al mismo.
Este es uno de los chillidos que más suelen emitir los cuyos y según el contexto puede siginificar:
Quiere llamar nuestra atención
Pueden chillar para saludarnos y que nos acerquemos a ella. ¿Tu cobaya pasa mucho tiempo sola? Entonces te está reclamando atención.
Tiene hambre
Si te preguntas por qué mi cuyo chilla mucho, plantéate también si lo estás alimentando como debieras o si, por el contrario, el animal está pasando hambre.
La alimentación de las cobayas se compone, principalmente, de heno, pero también hay que incluir frutas y verduras en su dieta.
Es normal que si tiene hambre chille para hacérnoslo saber.
Eso sí, mucho ojo si sabes que el cuyo está bien alimentado. Si es así y se pone a chillar como loco cada vez que oye o huele comida, lo que está haciendo es reclamarnos por glotonería. ¡Cuidado con sobrealimentar a tu cobaya!
Siente miedo
Cuando ese «cui-cui» se convierte en un «cuiiiiiii-cuiiiiii», es decir, se vuelve más largo, agudo y elevado, el cuyo puede estar asustado.
¿Ha pasado algo antes de que se pusiese a chillar? Quizás hiciste mucho ruido o el perro intentó meter su pata (o sus dientes) entre los barrotes de la jaula.
Las cobayas se estresan y asustan con facilidad si su ambiente no es tranquilo, por lo que si vive de susto en susto o teme por su vida, es normal que chille mucho. ¿Quién no lo haría?
Del mismo modo, si se siente incómoda e insegura por un cambio en el entorno, puede que chille hasta que se acostumbre. Debes acompañarla y tranquilizarla en ese proceso.
Siente dolor
En cuanto al dolor, los gruñidos y chillidos pueden ser la forma de expresarlo para las cobayas.
Quizás puedas tener certeza de que es esto si la cobaya ha sufrido algún accidente que has presenciado o tiene heridas visibles. Si no, puede tratarse de una enfermedad que se evidencia con otros síntomas o tal vez no.
La salud de tu cobaya debe ser supervisada por un veterinario. Solo este profesional puede hacerle las pruebas pertinentes a tu cobaya y determinar qué es lo que le pasa.
Ahora ya sabes cuáles son los motivos principales por los que tu cuyo chilla mucho. Sin embargo, la interpretación de las vocalizaciones de los animales no es una ciencia exacta. Por ello, lo primordial siempre será asegurar el bienestar del animal y para esto, además de los cuidados principales que debemos proporcionarles en casa, no nos cansaremos de decir que debemos acudir a un profesional.
