Sí, creo que mi perro tienen ansiedad. Pero, ¿por qué?
Si esta duda ronda por tu cabeza, las líneas que siguen quizás te aclaren la posible causa de la ansiedad en tu mascota. Te hablamos de los motivos más frecuentes.
Pero primero, ¿cómo sé si es ansiedad?
La ansiedad en perros se suele manifestar con unos síntomas bastante reconocibles. Fíjate bien si tu peludo muestra alguno:
- Se mantiene en un estado constante de alerta y vigilancia.
- Está hiperactivo.
- Sus músculos están siempre tensos.
- Comienza a hacer sus necesidades dentro de casa.
- Gime, aúlla o ladra bastante.
- Se muestra agresivo.
- Destruye todo lo que pilla.
- Comienza a sufrir coprofagia (se come las heces)
- Sufre problemas de estómago, especialmente diarrea y vómitos.
- Aun estando castrado, intenta montar a animales o personas.
- Lame todo.
- Tiembla.
- Demanda tu atención constantemente.
Obviamente, cada perro es un mundo y tu mascota puede mostrar solo uno de estos síntomas o varios. Si bien es cierto que, ante cualquiera de ellos, es bueno que consultes a un profesional veterinario. Piensa que alguno de estos síntomas (especialmente la diarrea o vómitos) pueden serlo de otras enfermedades.
Vale, mi perro tiene ansiedad. ¿Por qué?
Como hemos dicho, las causas de la ansiedad son varias. Si te preguntas ‘¿por qué mi perro tiene ansiedad?’ puedes encontrar su origen en alguno de estos motivos:
Miedo
Vivir con el miedo metido en el cuerpo causa ansiedad a cualquiera. Tu perro no escapa a la sensación de temor.
Los perros tienen sus miedos y algunos de ellos te podrían sorprender:
Algunos tienen su origen en traumas, otros por falta de educación y otros son innatos.
De ellos, el que más se suele repetir es el miedo a los ruidos fuertes, como el que causa la pirotecnia o los truenos.
Falta de atención
¿Pasas suficiente tiempo con tu mascota? Si tu perro pasa mucho tiempo solo en casa, podría acabar sufriendo ansiedad.
De la misma manera, si estás en casa, pero no interactúas con él se verá afectado.
Falta de socialización
Que un perro aprenda a relacionarse con su entorno, con las personas y con otros de su misma especie es un proceso que debe comenzar desde cachorro.
Si no sucede así, cada vez que el peludo se enfrente a un cambio en su ambiente o aparezca un ser humano que no seas tú u otro animal frente a él, sus niveles de ansiedad se dispararán.
Cambios
Y aun habiendo socializado, los cambios en su entorno pueden llegar a causarles ansiedad.
¿Te has mudado? ¿Ha llegado un nuevo miembro a la familia? Entonces, sí, quizás puedas afirmar ‘mi perro tiene ansiedad’.
Ansiedad por separación
Es una de las causas de ansiedad en perros más común.
A los perros les gusta estar acompañados. Es una característica que llevan en su instinto y que les viene de sus antepasados los lobos, que saben que en manada tienen más probabilidades de sobrevivir.
Los perros necesitan sentirse dentro de un grupo porque así se sienten más seguros. Si un perro es abandonado o es separado de su madre siendo cachorro, puede padecer ansiedad por separación cada vez que sus dueños se alejan.
Falta de ejercicio
No nos cansaremos de repetir lo importante que es para los perretes tener su dosis diaria de ejercicio. No solo les ayuda a estar en forma y mantenerse saludables físicamente, también les ayuda mentalmente.
Si no se cubre esta necesidad, la falta de actividad hará que tu perro acumule energía en el cuerpo hasta el punto de convertirse en ansiedad.
El alzheimer
Este es un problema que suele aparecer en perros con una edad algo avanzada, derivado de un deterioro neuronal que afecta a la memoria.
El alzheimer en perros puede provocar ansiedad en tu mascota a causa de todos los síntomas de esa disfunción cognitiva, especialmente de la desorientación que le provoca la enfermedad.
Y si mi perro tienen ansiedad, ¿cómo le ayudo?
Pues bien, lo ideal es saber la causa principal de la ansiedad en tu perro para tratarla, pero estos consejos generales te ayudarán en cualquier caso para la salud y bienestar físico y mental de tu peludo.
1. Tiempo de calidad con tu mascota
Es inevitable tener que dejar a nuestro perro solo en casa algunas veces. Algunas personas deciden organizar su vida de tal manera que nunca se separan de sus mascotas, pero eso no es sano. Se trata de petofilia y es un trastorno.
La clave está en que el tiempo que pases con tu peludo sea tiempo de calidad. Es decir, pasa tiempo con él jugando, educándole, hablándole… No se trata solo de compartir vivienda, sino de compartir momentos.
2. Comienza pronto con su socialización
Si tu perro llega a ti siendo un cachorro, comienza en ese momento su socialización. Aprovecha los paseos para dejarle que salude a sus amigos caninos y enséñale lo que está bien y lo que no cuando llegan otras personas a casa.
3. Los cambios, poco a poco
¿Va a producirse un cambio inevitable? Haz que tu perro lo «sufra» de manera paulatina.
Por ejemplo, si te vas a mudar, lleva a tu peludo a la casa nueva varias veces antes del cambio definitivo. Así irá reconociendo el espacio y su olor antes del primer día en la nueva vivienda.
Si un bebé va a llegar a la familia, permítele que entre en su habitación antes del nacimiento para que vea que ese espacio no supone un problema. Cuando nazca el bebé permítele acercarse cuando lo tengas en brazos para que lo olisquee.
Es muy importante que no muestres enfado o agresividad si entra en la habitación del bebé cuando estás con él o si se acerca cuando lo tienes en brazos. Todas las indicaciones debes dárselas con amor. La agresividad por tu parte solo hará que relacione al bebé con algo negativo.
Del mismo modo, si el cambio va a ser la llegada de un nuevo animal, las presentaciones hazlas poco a poco siempre que sea posible.
Por otro lado, aunque aquí hablamos de grandes cambios, lo ideal es que tampoco haya muchas alteraciones en su rutina. No cambies las horas de sus comidas, juegos o paseos.
4. Atiende sus miedos
Como dijimos antes, hay miedos que desaparecerán con aprendizajes (por ejemplo, su miedo a las escaleras). Sin embargo, hay otros que no se irán.
Por ejemplo, el miedo a los ruidos fuertes, como los fuegos artificiales, es algo que no se supera así como así.
En ese caso, debes ayudarle a pasar el mal rato. Entre los consejos que puedes seguir están el intentar aislar a tu perro en la estancia de la casa que menos ruido haga, poner música suave, jugar con él y el método Tellington Ttouch.
5. El ejercicio que no falte
No descuides nunca la actividad física de tu perro. Todos los días debe salir a la calle a pasear, hacer sus necesidades, socializar, correr y jugar. El desgaste de energía es esencial para que no la acumule y se convierta en ansiedad.
De la misma manera, no debe faltarle nunca el ejercicio mental, con juegos que estimulen su inteligencia.
6. Cuida su salud, en general
Empieza por asegurarte de que estás alimentando a tu peludo con una comida de calidad y con la cantidad que le corresponde.
Lleva a tu perro al veterinario para las revisiones periódicas, sus vacunas o ante cualquier síntoma de enfermedad.
No descuides su higiene en ningún momento: cuida su pelaje, sus dientes, sus orejotas, cuida sus patitas, y desparasítalo. ¡Mantente atento a cualquier cambio en su cuerpo o en su comportamiento!
La ansiedad en perros puede aparecer por problemas de salud que no son antendidos, ¡así que no olvides cuidar a tu perro como se merece!