¿Has oído hablar alguna vez de la reactividad en perros? Quizás tu mascota sea un perro reactivo, pero tú ni siquiera conocías el nombre de ese comportamiento del animal. Si quieres saber de qué estamos hablando, te invitamos a seguir leyendo nuestro artículo.
¿Qué es un perro reactivo?
La reactividad en perros se refiere a ciertos comportamientos caninos ante algunas situaciones. Concretamente, un perro reactivo es aquel que se comporta de forma completamente emocional, en la mayoría de las ocasiones, ante un estímulo o hecho determinado.
Los expertos aclaran que la reactividad en perros no está asociada a unas emociones específicas, sino a la manera en la que estos animales gestionan dichas emociones.
Para más especificación, la definición que da de «perro reactivo» Jon Arraibi, el director técnico de Dog Training, es que un can reactivo es el que responde de manera desordenada y exagerada, en duración e intensidad, frente a un estímulo determinado. Todo ello sin importar que el estímulo venga de un factor positivo (por ejemplo, la alegría) o negativo (como el miedo).
Por ese motivo, como tutores de mascotas, no solo debemos preocuparnos cuando las manifestaciones de reactividad cursan agresividad. También las que tienen origen en una emoción positiva son igualmente reveladoras.
Señales de reactividad en perros
Algunas de las señales de reactividad en perros ya se han mencionado anteriormente, pero os las especificamos.
- El can no puede autogestionarse ante situaciones que le generan desconfianza o miedo, como pueden ser cruzarse con otro animal o que un desconocido se le acerque.
- Ante esas situaciones el perro gruñe, ladra, se abalanza, tira de la correa o intenta agredir.
- También se trata de un perro reactivo aquel que responde de manera exagerada y fuera de control a contextos menos comprometidos, como pueden ser cruzarse con una persona sí conocida.
- El perro no atiende a órdenes sencillas en esos momentos.
¿Cuáles son las causas de la reactividad en perros?
Los especialistas en comportamiento canino explican que no hay un único motivo para que un perro sea reactivo.
Las causas pueden ser múltiples:
- Miedo.
- Fobia.
- Ansiedad.
- Falta de socialización temprana.
- Excitación excesiva.
- Educación basada en castigos o inconsciente.
Aun así, algunos expertos hablan de tres motivos recurrentes en un comportamiento canino reactivo.
Miedo
Algunos canes se vuelven temerosos cuando ven a una persona, animal u objeto. Este problema viene causado, normalmente, por una falta de socialización o de una experiencia traumática del pasado.
Frustración
Cuando algunos perros están cohibidos de alguna manera, por ejemplo, retenidos por la correa o tras una puerta, pueden excitarse muchísimo si ven a otro perro o persona. La tensión de no poder desenvolverse físicamente como les gustaría en esa situación hace que se frustren y reaccionen.
Comportamiento aprendido
Puede suceder que el perro se comporte reactivamente porque cuando, desde pequeño, intentaba acercarse a una persona o perro, recibía un tirón de correa. Pudo pasar entonces que el perro comenzó a asociar a las personas o perros con los tirones y ahora, cada vez que se encuentran con ellos, recuerda ese tirón y tiene una reacción.
¿Qué hago si tengo un perro reactivo?
Ante un perro reactivo, lo mejor siempre será considerar el acudir a un especialista en etología canina para obtener ayuda profesional. De todas formas, los profesionales recomiendan ciertas pautas a tener en cuenta.
1. En primer lugar, hay que entender que, para el perro, el estímulo al que se enfrenta es una amenaza o algo que le supone una curiosidad tremenda y por ello se comporta de esa manera. Por eso, no hay que intentar someter al perro a un nivel máximo de estimulación con la pretensión de que se acostumbre. Al contrario: lo mejor es alejarlo un poco.
2. Por ello, hay que intentar evitar exponer al perro al estímulo durante un tiempo, en la medida de lo posible.
3. Mientras tanto, se trabajará la obediencia relajada con el refuerzo positivo. Además, también se deben enseñar al perro conductas de reorientación como al orden de «mírame».
4. Cuando se consigan resultados de obediencia, se comenzará a introducir en el paseo el estímulo en cuestión a una distancia tolerada por el perro. Cuando el can detecte el estímulo habrá que distraer su atención y desviarla hacia otra cosa (juego, caricia, señales para que obedezca y/o te mire, etc.). Si el perro se aleja del estímulo sin reaccionar o este se aleja de él sin respuesta del can, se le dará un premio.
5. Hay que ser consciente de que este será un trabajo a largo plazo.
Qué no hacer ante un perro reactivo
Además de conocer las pautas a realizar cuando tu perro es reactivo, también hay que saber qué no hacer ante la reactividad en perros.
No se le puede castigar
El castigo solo empeorará la situación. Por ejemplo, si la causa es la reactividad es el miedo, el castigo hará que tu perro se vuelve mucho más temeroso.
No tirar de la correa
Nunca hay que tirar de la correa y mucho menos antes de que se produzca la reacción. Te estarías anticipando a la reactividad y si, por un casual, el perro no lo iba a hacer, le habrás incitado a ello con el tirón.
¿Un perro reactivo es un perro agresivo?
No, un perro reactivo no es un perro agresivo. Por desgracia, muchas veces se confunden ambas cosas y se dice que sí.
Normalmente, se piensa que un perro que reacciona mal (gruñendo, ladrando…) al ver a personas o animales es porque les quiere agredir físicamente. No tiene por qué ser así en todos los casos, a veces solo hace como advertencia.
Otra cuestión es que el perro haya aprendido que mordiendo lo que él considera una amenaza, esta se aleja. En ese caso se trata de un refuerzo negativo que haría que esa conducta sí se produjese y es algo a corregir.
Ahora que ya sabes lo que es un perro reactivo, ¿dirías que tu mascota lo es? En ese caso recuerda que lo mejor es trabajar en él para modificar esa conducta. Si necesitas ayuda, no dudes en consultar con un profesional.