Cuando adoptamos a una mascota debemos conocer qué cuidados requiere para no meter la pata. ¡Su vida está en nuestras manos! Sin embargo, a veces nos confiamos o nos olvidamos de toda aquella información que leímos al principio, cuando el animal llegó a nuestras vidas y acabamos poniendo en riesgo su salud. Hoy vamos a hablarte de los errores más comunes que cometemos en los cuidados de una cobaya. Si esa es tu mascota, ¡este es tu post!
Cuidados de una cobaya: errores frecuentes
Como hemos dicho, al adoptar a una cobaya es necesario saber qué cuidados necesita. Si aún no lo sabes, hoy vamos a empezar por el lado contrario, explicándote qué es lo que debes evitar en los cuidados de una cobaya.
1. Equivocarnos de jaula
«¡Adoptemos a una cobaya! Podemos aprovechar la jaula del hámster, que ya no está!». Error. Los hámsters son más pequeños que las cobayas, por lo que es normal que sus jaulas también lo sean.
Las cobayas necesitan espacio para moverse con libertad, divertirse con sus juguetes y hacer ejercicio. Una jaula excesivamente pequeña no les vale.
Además, es muy importante que el suelo no sea de rejillas, ya que se harían daño en las patas. Este tiene que ser liso.
2. Alimentarlas solo con pienso
Es verdad que existen piensos para cobayas, pero alimentarlas solo de esto es un error y, además, de los más comunes en los cuidados de una cobaya.
Si quieres que tu cobaya goce de buena salud, su alimentación debe basarse en heno, principalmente, pero también hojas frescas, junto a un pequeño porcentaje de algunas frutas, verduras, algo de ese pienso y agua fresca.
Además de esto, hay que tener en cuenta que las cobayas no sintetizan por sí mismas la vitamina C, por lo que es importante aportarle esta vitamina en alimento o suplementos que tu veterinario recomendará.
3. Equivocarnos en su alimento
Este va muy ligado al punto anterior. Y es que es verdad que no podemos alimentar a una cobaya solo con pienso, pero tampoco vale dale cualquier comida.
Por ejemplo, entre las frutas que son buenas para ellos están las fresas, la sandía, la manzana o la pera, pero no deberían probar alimentos como la patata, el aguacate, la cebolla, el ajo o los frutos secos, ya que son alimentos tóxicos para las cobayas.
Y ese es solo un ejemplo. Debes evitar darles alimentos de origen animal ya que son animales herbívoros, o comidas con mucho azúcar si no quieres que tengan problemas de estómago.
Ya de por sí, suelen tener problemas estomacales que les causan diarrea, imagínate si las alimentas mal.
4. No interactuar con ellas y que crezcan solas
Otro de los errores comunes en los cuidados de una cobaya es no compartir momentos con ella.
Es muy importante que desde que la cobaya llegue a tu vida interactúes con ella, juegues y le hables. ¡Solo así conseguirás que confíe en ti!
Pero es que además, la soledad entristece a las cobayas, incluso algunas se vuelven agresivas si se ven continuamente solas.
Estas mascotas son tímidas al principio, pero verás que cada día que compartáis juntos hará que se vuelva más y más cariñosa contigo.
Además, si puedes, ten dos cobayas (en una jaula lo suficientemente grande para las dos) para que convivan juntitas. ¡Se divertirán cuando tú no estés!
5. No obligarles a hacer el ejercicio necesario
Sí, ya hemos dicho que la jaula donde habite la cobaya (o cobayas) debe ser lo suficientemente grande como para que no viva estática. ¡Pero eso no basta!
Todos los días, este animalito debe salir de su habitáculo y dejarle que corra en libertad por una estancia cerrada, libre de obstáculos que pudiesen poner en peligro su vida y con supervisión.
Esto no solo le ayudará a estirar mejor sus patitas y ejercitarse, sino que conocerá más mundo que las paredes de su jaula y evitará el aburrimiento y sus consecuencias.
6. No cuidar sus dientes
Vigilar sus dientes es uno de los cuidados de una cobaya más importantes. Pasarlo por alto, todo un error.
Los dientes de las cobayas no paran de crecer, al igual que los de los conejos. Es por eso que si no se les presta el suficiente cuidado tendrán severos problemas dentales.
Para ello es esencial que siempre tengan heno a su alcance, no solo porque es su principal fuente de alimentación y les aporta mucha fibra, sino porque al roerlo desgastan sus piezas dentales y evitan algunos de estos problemas.
Además, una vez han cumplido los 4 años de edad, lo aconsejable es que un profesional revise de manera semestral su dentadura.
7. Juntarlas con otra especie dentro de la misma jaula
Puedes tener muchas mascotas en casa (si te puedes hacer cargo de ellas, claro), pero si no son de la misma especie, mejor que cada una esté en su sitio.
Como dijimos antes, a las cobayas no les gusta la soledad, por eso es aconsejable tener dos juntitas. Lo que no es buena idea es juntar a una cobaya y un conejo, por ejemplo.
8. No llevarlas al veterinario nunca
Hay personas que piensan que el veterinario es solo cosa de perros y gatos. ¡Grave error! Como todo ser vivo, las cobayas pueden enfermar y hay algunos trastornos que no son tan evidentes como otros.
Por eso, es importante que periódicamente acudas con tu cobayita a un veterinario de animales exóticos para que la revise y compruebe que todo está bien.
¿Has tomado nota de estos errores en los cuidados de una cobaya? ¡Ahora que lo sabes, te aseguramos que hay muchos motivos para tener una como mascota!