Al hablar de un perro dominante nos tenemos que referir a aquel que se impone por encima de otros debido a su comportamiento. Dicho comportamiento puede ser agresivo o no, pero no hay que confundir agresividad con dominancia. ¡Veamos algunos consejos para tratar con un perro dominante!
El comportamiento del perro dominante
Antes de empezar con los consejos para tratar con un perro dominante, es importante aclarar algunos aspectos. Como se mencionaba, lo primero que hay que hacer es la distinción entre un perro agresivo y uno dominante, pues muchas veces se habla de ellos indistintamente y eso no es correcto. Un perro dominante no siempre es agresivo.
Para definir a un perro dominante hay que tener en cuenta que su comportamiento es el que es porque desea colocarse por encima de los demás. Es decir, las conductas que realiza se dan frente a otros seres, humanos o animales. Esto es importante tenerlo en cuenta para distinguir la dominancia de la mala educación.
Por ejemplo, no es lo mismo que un perro orine en casa porque no se le ha educado correctamente, que el hecho de que lo haga porque quiere marcar el territorio frente a otros canes del hogar.
Lo normal es que el perro se muestre dominante cuando convive con otros perros, pues entre ellos siempre se va a establecer una jerarquía. Sin embargo, no es el único caso, pues el animal puede querer mantener su dominancia frente a sus propietarios.
Algunas de las actitudes que definen al perro dominante son: mirada desafiante, no obedece órdenes, es sobreprotector con sus cosas, el marcaje con orina continuo, salta para quitarte la comida de tus manos, ladra a todo ser vivo que se acerque, se tira encima de las personas, se enfada si le colocan la correa, anda delante de la persona que lo saca de paseo, tira de la correa, gruñe o ladra para exigir, gruñe o ladra si su tutor se pone serio con él o se niega a moverse cuando se lo pides.
5 consejos para tratar con un perro dominante
Vista la definición y las características, pasemos a anotar algunos consejos para tener en cuenta con el perro dominante.
1. La educación y el refuerzo positivo
Ya desde cachorro se pueden identificar algunas de las características de un perro dominante. Por ello, es fundamental trabajar en la educación del perro lo más pronto posible para eliminar dichas conductas.
Para la educación de los perro, lo más importante es emplear el refuerzo positivo. Esto implica premiar los avances con golosinas caninas, caricias y palabras de elogio, dejando de lado, por completo, cualquier tipo de castigo.
Los castigos, bien sean físicos o no, son totalmente contraproducentes en la educación canina y pueden incentivar la aparición de traumas y agresividad.
2. Socialización
La socialización canina es ese periodo en el que el can se relaciona con otros animales, personas de todo tipo, lugares, sonidos, situaciones, objetos, etc. y aprende vivir con esas realidades.
Es un proceso que empieza desde que es cachorro con su madre y sus hermanos, pero continúa a lo largo de los meses y durante su vida. El can debe acostumbrarse a todo lo que le rodea para tener una relación sana con el entorno. Así que socializar es uno de los consejos más importantes a la hora de tratar con un perro dominante.
Por la naturaleza canina, siempre que se encuentren dos canes habrá una «lucha» por el puesto dominante. Sin embargo, si el perro está correctamente socializado, esa posición no se logrará a base de agresividad y la convivencia será perfecta. Prácticamente ni se sabrá quién de los peludos está en el puesto superior.
3. Tú debes llevar el control de su alimentación…
… y no él. Debes tener en cuenta las cantidades de comida apropiadas para el perro según las indicaciones profesionales, en base a su tamaño y edad. Además de las comidas, debes tener claras las dosis en las que se va a repartir el alimento diariamente.
Esto significa que quien debe tener el control sobre su alimentación eres tú y no el perro. No se debe ceder ante los reclamos a base de ladridos o gruñidos del can. No se le debe dar comida extra.
Otro tip a tener en cuenta es que la hora de alimentación del perro y la del dueño deben estar separadas en el tiempo y, en caso de no ser así, el tutor debe alimentarse primero. Si se le ofrece la comida al perro dominante antes de que coman los humanos, solo le estaremos diciendo que sí, que él está por encima de nosotros.
4. Reconoce la postura dominante
Otro consejo esencial para tratar con un perro dominante es saber reconocer aquellas actitudes del perro con tendencia a la dominancia. Las que mencionábamos anteriormente son algunas de ellas.
Pero, por ejemplo, una muy común, sin importar el tamaño del can, es cuando su dueño está sentado o tumbado y el perro pone las patas encima de él y le gruñe a quien se acerque. Ese tipo de actitud se debe corregir.
5. Dale al perro su lugar
Para muchas personas, los perros son parte de nuestras familias. Sin embargo, a veces se nos va de las manos el humanizar a las mascotas y eso no es sano, ni para ellos ni para nosotros, pudiendo estar favoreciendo el carácter dominante del perro.
Cuando decimos que le demos al perro su lugar, nos referimos a que lo amemos, pero sin olvidar su naturaleza canina, ni la forma de aprendizaje adecuada para ellos, que por supuesto, no es la misma que la de las personas.
En muchas ocasiones, los primeros resquicios de dominancia de un perro pueden hacer gracia. Puede que el hecho de que el can quiera proteger a su tutor a toda costa con sus patas cuando alguien se acerca nos sorprenda tanto que saque alguna sonrisa. Sin embargo, esas conductas dominantes pueden ir a mucho más, por lo que es mejor tener en cuenta estos consejos para tratar con un perro dominante y ponerlos en práctica lo antes posible.
