Debemos querer a nuestras mascotas, cuidarlas y mimarlas, sí. Sin embargo, a veces humanizamos tanto a nuestros animales de compañía que la situación puede acabar en una dependencia emocional hacia ellos. ¿Quieres saber si tienes una relación tóxica con tu perro? ¡Sigue leyendo!
¿Qué significa tener una relación tóxica con tu perro?
Cuando hablamos sobre relación tóxica nos estamos refiriendo a esa dependencia emocional hacia nuestras mascotas que nos impide realizar nuestro día a día con normalidad.
Vamos a ser más específicos. Como decíamos al principio, algunos actos de humanización hacia nuestros animales de compañía como ponerlos guapos o pasearlos en un carrito no están nada mal siempre y cuando no pierdas de vista que no es un humano.
Por ejemplo, a los perros se les debe educar desde pequeños para que se queden solos en casa sin problema, mientras que no se nos ocurriría dejar a un bebé solo en casa e irnos por ahí. Hay que saber diferenciar este tipo de cosas.
Las señales que te dirán que tienes una relación tóxica con tu perro
Ahora te vamos a plantear ciertas circunstancias que podrían indicar que existe una relación tóxica entre tú y tu perro. Y repetimos: relación tóxica como dependencia emocional, no como feeling entre ambos.
1. Tu perro está mejor cuidado que tú
Con esto no queremos decir que tu perro deba estar mal cuidado. Nos referimos a que si tu perro tiene más fondo de armario que tú, va más a la peluquería, se da más masajes y va a hoteles de lujo mientras tú te quedas en casa… ¡ojo, hay un problema!
A nuestras mascotas hay que desearles lo mejor y hay que quererlas, pero nunca más que a nosotros mismos.
2. Te da ansiedad dejarle solo en casa
Esta es una señal muy clara de que tienes una relación tóxica con tu perro.
Como dijimos antes, a las mascotas hay que educarlas para dejarlas en casa cuando nos vamos a trabajar o a tomar algo. No son un bebé al que haya que vigilar constantemente y si lo piensas así, tienes un problema.
Además, hoy en día existen muchos métodos para saber que tu mascota está bien sola en casa e, incluso, interactuar con ella, como la cámara Furbo para perros.
No puedes dejar a tus amigos de lado por quedarte en casa con tu peludo. Que oye, ¡a todos nos apetece algún día hacerlo!, pero que tus colegas no sepan nada de ti desde hace 6 meses por esto…
No te angusties si tienes que salir un rato, ¡estará bien!
3. No te vas de vacaciones para no dejarlo a cargo de otros
Vale, este caso no es como el anterior y es cierto que vas a estar fuera más tiempo. Tu mascota te echará de menos, pero si se queda en manos de confianza, va a estar bien.
Si dejas de hacer tu vida para permanecer siempre con tu peludo, tienes una relación tóxica con tu perro.
4. Cuando el veterinario te ve, se le ponen los pelos de punta
Y no, no es porque te tenga miedo. Es porque posiblemente estás ahí por enésima vez esta semana para preguntarle si tu perro sobrevivirá a este trocito de pan que se te cayó al suelo y se comió por tu descuido.
¡Por supuesto que debemos cuidar siempre su salud! Pero vivir constantemente preocupado y llamar todos los días al veterinario no es sano.
5. Cubres a tu perro en todas sus «maldades»
Se hace pipí todos los días en el sofá. Se come tus zapatillas. Muerde todo lo que encuentra a su paso. Pero no, para ti es que simplemente tiene un mal día. ¿Un mal día? ¿Solo uno?
No. Querido amigo, querida amiga, tu perro tiene un problema de comportamiento y es necesario que se le adiestre como perro que es. No te conviertas en ese padre o madre que busca excusas para proteger a su niñito y cubrir su mala educación.
Tienes que tener mucho cuidado, ya que el daño te lo haces a ti mismo y se lo haces a tu mascota. Tu perro acabará sufriendo hiperapego y ansiedad por separación y puede que a él le cueste más que a ti superar el problema.
Después de leer esto, ¿crees tienes una relación tóxica con tu perro?