Mi gato no bebe agua: ¿qué puedo hacer?
Todos necesitamos beber agua para sobrevivir. Eso incluye también a las mascotas. Los felinos no son grandes tragones de agua, por eso, debemos estar muy pendientes de que, al menos, ingieran la cantidad correspondiente cada día. Pero, ¿y si mi gato no bebe agua? Entonces deberás tomar medidas para evitar que el gato se deshidrate y enferme.
¿Cuánto debe beber mi gato al día?
Que tu gato tenga acceso siempre a agua limpia y fresca es tan esencial como su alimento, o incluso más.
El consumo de agua ayuda a que los riñones trabajen eliminando las toxinas de la sangre, además de hidratar el cuerpo en general. La piel o el pelaje se pueden ver afectados por falta de hidratación, además de los órganos.
Si el gato no bebe agua, corre el riesgo de padecer la Enfermedad del Tracto Urinario Inferior Felina, además de otros problemas renales. En los casos más graves, la deshidratación puede acabar con la vida de tu gato. ¡Por eso, es esencial que no descuides este aspecto!
Para saber cuánto debe beber tu gato diariamente, debes considerar ciertos aspectos, como qué tipo comida consume o la época del año.
Por ejemplo, es evidente que, por el calor, en verano necesitamos hidratarnos más. Lo mismo pasa con tu gato.
En lo referente a la comida, dependerá de si tu mascota se alimenta de comida húmeda o seca (pienso).
La comida húmeda está compuesta por muchísima más agua que la seca, (80% de agua en la composición de la húmeda frente al 10% de la seca) por lo tanto, en el segundo caso, deberá consumir, al menos, entre 50 y 100 ml de agua al día por cada kilo de peso.
Mi gato no bebe agua, ¿qué hago?
Por suerte, hay pequeños trucos que puedes seguir para lograr que tu gato beba más agua. Estos son:
1. Sustituye el agua con frecuencia
Esto debes hacerlo por dos motivos, principalmente.
- Uno de ellos es para que si hay partículas de polvo en el ambiente no se acaben acumulando en su cuenco. ¡A tu gato no le gusta el agua sucia!
- Por otro lado, es relevante también por un tema de temperatura: el agua debe estar siempre fresca.
2. Prueba con otro bebedero
«Mi gato no bebe agua, ¿por qué?». Ante esta pregunta una de las respuestas más frecuentes la encontramos en el bebedero.
Puede suceder que este no sea cómodo para que tu gato beba (no es adecuado para su tamaño o es un recipiente cualquiera).
Otra razón es su composición. Hay bebederos de muy mala calidad que desprenden olores fuertes o partículas que se mezclan con el agua, cambiándoles el sabor y haciéndolas imposible de beber.
Un bebedero de acero inoxidable o de cristal te evitará la mayoría de estos problemas, pero recuerda que limpiar con frecuencia los platos de nuestras mascotas también es importante.
3. Ubica el bebedero en el sitio correcto
Ya sabrás que a los gatos no les gustan los cambios. Algo tan sencillo y normal para ti como puede ser mover el bebedero y el plato de tu gato de sitio por comodidad, puede ocasionarles estrés, hasta el punto de dejar de beber y de comer.
Cuando pienses trasladar sus cosas, asegúrate de ponerlas en un lugar que convenza a tu gato más que a ti. ¡O por lo menos intentad llegar a un acuerdo!
4. ¿Y si jugamos un poco con el agua? (¡Sin desaprovecharla!)
Si tu gato está cerca del grifo (siempre que el agua sea potable) puedes hacer que esta le parezca atractiva si juegas a atraparla o cortar el chorro con tu dedo mientras te observa. Quizás esto le llame la atención y se acerque a probarla, aprovechando para hidratarse.
Eso sí, los recursos no están para malgastarlos, así que lo mejor es que el agua que sale mientras tu gato no hace nada la acumules y la aproveches para otros fines como regar tus plantas, por ejemplo.
5. Usa el agua correcta
Si el agua de tu grifo no es consumible o tú la has probado y la has rechazado por su sabor, puede que tu gato tampoco la quiera.
Recuerda que los felinos son exigentes con lo que se llevan a la boca, así que intenta rellenar su bebedero con agua embotellada.
6. Modifica su alimentación
Como dijimos al principio, uno de los grandes beneficios de la comida húmeda para gatos es su aporte de hidratación. Por ello, si tu felino solo consume comida seca (pienso o croquetas) y no bebe agua, es fundamental que lo combines con este tipo de alimento húmedo.
7. ¿Tu gato está bien?
«Mi gato no bebe agua, no come, está decaído…». Si esta es la situación tras probar estos consejos, el problema puede ser una enfermedad. No dudes en acudir de inmediato al veterinario para encontrar un remedio lo antes posible y que sea él quien le administre hidratación por otras vías.
Lo contrario: mi gato bebe mucha agua
Quizás hayas llegado a este artículo por casualidad y, tras leerlo, tu pensamiento sea que tu gato no tiene ningún problema porque él bebe más de la cuenta. ¡Error! Que tu gato beba mucho, también es un problema.
Y es que el que tu gato beba mucha agua puede ser síntoma de diabetes, pero también de hipertiroidismo o de insuficiencia renal.
También puede pasar que el hecho de que tu felino consuma más agua sea algo pasajero por causas más sencillas, como un aumento en las temperaturas, más actividad física o el consumo de un tratamiento médico que le provoque sed.
¡Por todo ello debes prestar siempre mucha atención a cualquier anomalía que presente tu gato y, ante cualquier duda, consultarla con un profesional!