A veces estamos tan centrados en la educación de nuestro perro (algo muy esencial) que no nos percatamos de lo que nos enseñan los perros a nosotros cada día. ¿Lo has pensado alguna vez? Por si no es así, ¡en este artículo te mostramos sus enseñanzas!
Lo que nos enseñan los perros
1. Cada pequeña cosa es un gran descubrimiento
Las personas vamos tan despistadas por la vida que solo nos fijamos en las cosas cuando nos tropezamos con ellas.
Los perros, en cambio, se paran a disfrutar de cada pequeña cosa con la que se encuentran. Por ejemplo, un palo. ¡Para tu perrete un palo puede ser el mejor juguete del mundo!
2. Se quieren tal cual son
Nosotros pasamos demasiado tiempo pensando en nuestra imagen y, a veces, más que para gustarnos a nosotros mismos es para gustarles a los demás.
Tu perro no pretende ser de ninguna manera para gustarte. Él se muestra tal y como es porque es así como ha nacido y no sabe ser de otra manera.
¿A que tu mascota te enamoró desde el primer segundo? Los perros nos enseñan que hay que querernos como nacemos.
3. Necesitamos hacer ejercicio
¿Cuántas veces pasa que no te das cuenta de que necesitas hacer ejercicio físico hasta que lo haces?
Lo que nos enseñan los perros cada día es que no debemos estar quietos. Ellos no pueden, necesitan desgastar energías y moverse para desestresarse y no enfermar.
Al vernos obligados a sacarlos de paseo cada día, nos damos cuenta de lo esencial que es para nosotros también movernos.
4. ¡Esto es amor verdadero!
Si hay algo evidente que nos regalan nuestros perros es el amor verdadero e incondicional.
Con su cariño nos demuestran cada día lo mucho que nos quieren y que siempre estarán a nuestro lado, pase lo que pase y seamos como seamos.
5. Aprenden a confiar
Mientras que las personas a veces nos cerramos al 100% a confiar en otros, los perros aprenden a confiar en quien se lo merece con el tiempo.
Es muy común que cuando recogemos a un perro de un refugio, al principio se muestre un poco desconfiando. Sin embargo, bastarán pocos días de nuestro amor para que se entregue totalmente a nosotros.
6. Capacidad de superación
Nos duele muchísimo ver a nuestro perro enfermo y son ellos mismos los que, con su afán de superación, nos dan fuerzas en esas situaciones.
Por ejemplo, un perrete que no puede mover sus patitas traseras o es ciego, no dejará de intentar ser feliz nunca. ¡Son un ejemplo a seguir!
7. Fieles a su instinto
¿Cuántas veces tomamos una decisión y luego nos arrepentimos de no haber confiado en nuestro instinto?
Los perros no tienen ese problema. Siguen su instinto cada día y es algo que deberíamos aprender de ellos.
8. ¿Para qué enfadarse?
Puedes regañar y corregir a tu perro por alguna mala conducta (nunca con agresividad). Posiblemente no le haga gracia, pero ¿crees que va a estar enfadado contigo mucho tiempo?
Lo más probable es que ese malestar solo le dure una hora y luego acudirá a ti moviendo el rabito.
Ahora piensa, ¿cuánto te suelen durar los enfados a ti? Seguramente mucho más.
9. Saben escuchar
Que los peludos no sepan hablar, no significa que no sepan escuchar.
¿Has visto que tu perro ladea su cabeza cuando le hablas? ¡Te está escuchando!
Además, se escuchan entre ellos y acuden a su llamada si se necesitan.
Y mientras, los humanos, muchas veces nos limitamos a hablar solo de nosotros mismos, a interrumpir la conversación del otro y a ignorar sus palabras.
10. La comida es un regalo que disfrutar
Posiblemente que los perros no tengan acceso continuo a la comida es lo que hace que cada bocado sea un regalo para ellos.
Por nuestra parte, el ritmo frenético de cada día hace que la mayoría de veces comamos porque sabemos que debemos hacerlo para sobrevivir, sin saborear apenas lo que nos llevamos a la boca. ¡Lo que nos estamos perdiendo!
11. Nunca hay que perder la emoción
Seguro que tu perro te saluda de una manera muy afectuosa cada vez que te ve llegar a casa. ¡Aunque solo hayan pasado 10 minutos desde que te fuiste!
La alegría de verte como si fuese la primera vez nunca desaparece en los perros.
Y luego estamos las personas, que vamos perdiendo la ilusión y la motivación por todo (cosas, aficiones, relaciones…) a medida que pasa el tiempo.
12. Hay que saber agradecer
Si te paras a pensar en cómo te da las gracias tu perro por cada detalle que tienes con él (una caricia, un premio…), seguro que encuentras varias respuestas: con lametones, saltitos, subiéndose encima de ti…
Sí, ellos agradecen todo y a nosotros muchas veces se nos olvida pronunciar la palabra mágica.
En definitiva: lo que los perros nos enseñan es que tenemos en nuestras manos la posibilidad de ser felices y muchas veces la desaprovechamos. ¡Aprendamos de ellos!