Cuando un cachorro llega a nuestras vidas, todo en él nos hace gracia. Bueno, todo salvo que nuestra mano o nuestras cosas acaben en esa boquita llena de de dientes afilados. Porque sí, los dientes de leche de los perretes son como agujas. Por ello, es muy importante la inhibición de la mordida en cachorros, una tarea en la que debemos emplearnos con esmero si no queremos tener problemas con nuestro perrete.
¿Qué es la inhibición de la mordida en cachorros?
Consiste en la tarea de enseñar a un perro a no morder aquello que no debe, simplemente. Sabemos que los canes usan su boca para mucho más que para comer: juegan con ella, incluso con nosotros, agarran cosas, se defienden…
La inhibición de la mordida forma parte de la socialización de los perros. Por ello, debemos trabajar en esta tarea durante este periodo y antes del cambio de dientes del animal.
De pasarla por alto, el perro puede llegar a adulto con un arma (su boca y dientes) que no sabe controlar, lo que es realmente peligroso. ¡Puede hacernos verdadero daño, incluso sin querer, mientras jugamos!
Pero, ¿eso significa que no se puede enseñar a no morder a un perro adulto? Sí, sí se puede, pero te costará mucho más.
Cómo se enseña la inhibición de la mordida en cachorros
Para empezar a trabajar en que tu perro controle su mordida, vas a tener que contemplar varios aspectos. ¡Veamos!
1. Enseña las órdenes precisas
Hay dos palabras clave que te van a ayudar mucho en esta enseñanza. La primera es «suelta». Debes practicar con tu mascota esta orden para que aprenda a desprenderse de aquello que ha cogido con su boca y que no debería tener.
La segunda es una expresión: «¡Ay!». Aunque también vale «¡No!». Elige una y usa siempre la misma. Te servirá cuando estés jugando con el perro y este muerda tus manos para que se dé cuenta de que eso no está bien.
2. Permite que juegue con otros cachorros
Parte de la socialización de los perros comienza cuando estos se relacionan con otros de su especie, pero, además, es especialmente relevante que se encuentren con otros cachorros que están en su mismo proceso de aprendizaje.
Pues bien, esto es así porque, además de aprender a relacionarse con ellos, jugarán unos con otros. Esto les ayudará a controlar la fuerza de las mordidas porque cuando un cachorro muerde a otro y a este le duele, se queja y abandona el juego. De esta manera, el que mordió va aprendiendo que hacer daño con su boca tiene una consecuencia negativa: fin de la diversión.
3. Juega con tu cachorro
Aunque parezca un poco raro, para enseñar la inhibición de la mordida en cachorros es necesario que nos muerda un poco. Si no, no vamos a poder mostrarle que eso no está bien.
Cuando estés jugando con él, le van a atraer mucho tus manos. Cada vez que te muerda, escoge una de las señales de las que hablábamos antes («¡Ay!» o «¡No!») y pronúnciala con firmeza. Acto seguido, finaliza el juego.
Ignora a tu mascota durante unos segundos para que entienda que morder acaba con tu atención y el entretenimiento.
Luego, puedes continuar jugando, pero SIEMPRE repite lo mencionado cada vez que el perro te muerda las manos. Además, puedes prolongar un poco más el tiempo de cese de juego cada vez que te muerda.
Haz que el resto de personas que viven en casa con tu mascota u otras que no vivan con ella, pongan en práctica esto también. Así entenderá que morder no está bien, sea la persona que sea.
Errores en la enseñanza de la inhibición de la mordida en cachorros
A continuación, también os haremos algunas anotaciones sobre los errores más comunes que se cometen a la hora de enseñar a un cachorro a inhibir la mordida.
1. Usar los castigos
El máximo «castigo» que puedes emplear con tu cachorro en esta tarea es el mencionado: dejar de jugar cuando te muerda.
Gritarle, encerrarle, pegarle… ese tipo de castigos son lo peor que puedes hacer. ¡Jamás castigues así a tu perro por nada!
Hay que saber poner límites, sí, pero de ahí a castigar, va un largo camino que no debes atravesar.
2. No darle juguetes para morder
Los perros conocen el mundo a través de su boca. Es inevitable que muerdan. Otra cosa es evitar que muerdan como respuesta agresiva o destructiva, que eso es lo que sí que hay que evitar.
Por eso es importante, que tengan a su alcance juguetes específicos para que puedan morderlos. Con ellos podrán hacerlo con total libertad, sin ninguna orden de detención de la mordida.
Eso sí, asegúrate de ofrecerle juguetes que sean de calidad y que no se rompan al morderlos. De ser así, podrían tragarse sus piezas con graves consecuencias para el animal: asfixia, intoxicaciones, obstrucción intestinal…
3. Salir corriendo cuando te muerde
Ya hemos explicado que, cuando un cachorro te muerde, lo que hay que hacer es decir «No», parar el juego e ignorar al animal durante unos segundos.
Lo que no se debe hacer es salir corriendo y esto es esencial que se lo expliquemos también a los peques de la casa. ¿Por qué? Porque el perro está jugando y, para él, la mordida forma parte del juego. Si salimos corriendo sin más, se pensará que eso forma parte del juego también. No va a entender que es una huida por dolor o molestia. Hay que dejarle las cosas claras.
4. Dar señales contradictorias
En el aprendizaje de inhibición de la mordida en cachorros (bueno, y en cualquier aprendizaje) las señales que des a tu mascota deben ser claras y concisas.
No puedes enfadarte porque tu perro muerde tus calcetines, enseñarle a no hacerlo y luego darle un calcetín viejo para jugar. ¡Él no va a distinguir entre un calcetín viejo y uno nuevo!
Lo mismo sucede con las palabras de orden. Si quieres que tu perro aprenda a soltar las cosas que coge con la boca y le enseñas ese truco con la orden «Suelta», luego no puedes pretender que te lo devuelva si le dices «Dame».
Este tipo de señales contradictorias confunden al animal. Todas y cada una de las personas que viven con él, deberán tener claras las órdenes y usar las mismas.
5. No acudir a profesionales si no somos capaces de enseñar
A veces, por diferentes circunstancias, no somos capaces de enseñar ciertas pautas de conducta a nuestro perro. Nuestra interacción con él es muy necesaria, pero si no podemos educarle por la razón que sea, no debemos, simplemente, ignorarlo.
Acudir a profesionales del adiestramiento en la etapa de socialización y apuntar al cachorro a clases con otros cachorros es una acción que debemos considerar.
6. No ser constantes
A la hora de de enseñar algo a un perro, hay que ser constantes.
En este caso en concreto, si siempre que coge un zapato queremos que lo suelte, debemos ordenárselo. No vale que un día se lo dejemos morder porque este está tan destrozado que ya nos da igual.
Lo mismo cuando te muerda las manos. Retírala y retírate cada vez que te muerda, no pases por alto ni un solo mordisquito.
Ahora que conoces las pautas principales de la inhibición de la mordida en perros, ¡ponlas en práctica con tu cachorro!