Si quieres saberlo todo sobre la luxación del cristalino en perros, en este artículo de Wakyma te lo contamos todo. ¡Sigue leyendo!
Luxación del cristalino en perros, ¿qué es?
El cristalino está situado justo en el centro del globo ocular, detrás de la pupila, sujeto al ojo por las fibras zonulares. La luxación del cristalino en perros consiste en la pérdida total de la ubicación natural del cristalino, que se mueve hacia delante (llamado cámara anterior) o atrás (cámara vítrea). También se puede desplazar verticalmente, quedando en medio de la pupila. Las fibras zonulares que lo sujetan en su sitio habitual se rompen totalmente, dejando al cristalino sin sujeción.
Una afección más leve es la subluxación del cristalino, que consiste en un desplazamiento parcial del cristalino, cuando pierde alguna de las fibras que lo sujetan y queda un poco suelto o “colgando”. El resultado se conoce como “luna afáquica”.
Causas de la luxación del cristalino en perros
Puede haber varias razones que causen en un perro la luxación del cristalino, ya sea total o parcial:
- Causas congénitas: la luxación del cristalino va asociada a otro problema ocular, o es consecuencia de este.
- Razas: algunas razas de perros tienen más propensión a la luxación del cristalino. Puede ser un problema heredado. Las razas más comúnmente afectadas por la luxación del cristalino son los terriers (especialmente el fox terrier de pelo duro, el sealyham, el terrier de Manchester, el cairn terrier, el Jack Russell, el tibetano y el bull miniatura), la versión miniatura del schnauzer y el caniche, aunque en este último caso no se ha demostrado que sea por motivos hereditarios.
- Traumatismos oculares
- Luxaciones como consecuencia de:
- Tumores oculares
- Cataratas
- Uveítis
- Glaucoma
Cómo saber si mi perro tiene luxación del cristalino
Los síntomas propios de la luxación del cristalino en perros son:
- La señal más clara de que existe luxación del cristalino en un perro es la presencia de irododonesis, un movimiento anormal del iris cuando el perro mueve el ojo, o bien lentodonesis, el movimiento del propio cristalino.
- Medialuna afáquica.
- Daños oculares asociados a la luxación del cristalino, como edemas de córnea, uveítis, glaucoma, etc.
En ocasiones, el cristalino de los perros es demasiado transparente, lo que dificulta su análisis, siendo necesaria una lámpara de hendidura e incluso ecografías para poder diagnosticarlo. Las más complicadas de detectar son las luxaciones anteriores, sobre todo si hay catarata, porque cubre todo el interior del ojo.
Tratamiento de la luxación del cristalino en perros
La luxación ocular canina requiere cirugía para eliminar el cristalino si es anterior. La luxación posterior, por el contrario, se puede dejar sin operar y limitarse a tratar los síntomas o molestias que provoque al perro.
¿La cirugía da problemas?
Como puede ocurrir en cualquier cirugía, la operación de luxación del cristalino en perros puede dar algunas complicaciones. Al operar, una luxación del cristalino anterior puede convertirse en posterior.
También pueden producirse daños típicos en las cirugías intraoculares, como desprendimiento de retina o de vítreo, hemorragias, etc.
El postoperatorio de la luxación de cristalino debe ser constante y estricto, controlando la presión intraocular, ya que esta presión puede provocar glaucomas.
Cómo detectar un aumento de la presión intraocular en un perro operado de luxación del cristalino
Un aumento de la presión intraocular se muestra por:
- Rojez intensa en el ojo.
- Dolor ocular, blefarospasmo, lagrimeo.
- Pupila dilatada.
- La córnea se vuelve blanquecina.
- Aumento del tamaño del globo ocular, que suele ser signo de problemas crónicos. En los cachorros se da de forma precoz.