Si hay algo que caracteriza a los perros es su gran sentido del olfato. Es común verlos con el hocico pegado al suelo, rastreando, o con el mismo levantado, oliendo el aire. Y, a veces, también pasa que los vemos llevarse las patas a la trufa como quien se rasca la nariz. Ahora bien, ¿tu perro se rasca el hocico con frecuencia? Detrás de este comportamiento, hay varias razones que lo pueden explicar.
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Razones por las que mi perro se rasca el hocico
Lo cierto es que existen varios motivos que pueden causar picor a un can en su hocico y le lleven a intentar rascárselo desesperadamente para aliviar esa incomodidad. Estas que siguen son las razones más usuales.
Cuerpos extraños
Como hemos comentado, los perros olfatean todo a su paso, especialmente cuando se trata de terreno desconocido. Por ello, es muy normal que en esos rastreos olfativos, se introduzcan en la trufa canina cuerpos extraños.
Uno de los más frecuentes son las pequeñas espigas, que pueden causar verdaderos picores al perro, además de mucho daño si no se le extrae correctamente.
Por esa razón, es importante que si tras un paseo por zonas con espiguillas notas que tu perro se rasca el hocico, lo lleves con urgencia al veterinario.
Bichos
Otra de las razones por las que un perro se rasca el hocico es porque, además de cuerpos extraños, hay otros “elementos” que se pueden colar en su nariz y que le causen mucha picazón (además de otros males).
Es el caso de los bichos, como puede ser la peligrosa oruga procesionaria. Y decimos peligrosa porque la reacción que puede producir en tu mascota es tan grave que, de no ser atendida pronto, le puede causar la muerte.
Pero además de esta oruga tan peligrosa, hay otras que lo son menos, pero cuyas vellosidades irritan igualmente las vías respiratorias de tu perro, produciéndole intensos picores, rascado y estornudos.
Por último, también cabe destacar que en ciertas zonas, sobre todo de temperaturas tropicales, es bastante habitual la presencia de larvas de moscas y otro tipo de insectos que se cuelan en la cavidad nasal de los animales.
Enfermedades en la piel
El hocico canino se encuentra en una zona en la que se dan dos puntos claves. Por un lado, la unión entre la mucosa de la trufa y la piel del plano nasal y, por otro lado, la unión entre la mucosa oral y la piel de los belfos. Ambas zonas suelen ser muy susceptibles de sufrir varios problemas dermatológicos.
Algunos de esos problemas son:
- El acné juvenil del mentón.
- La celulitis juvenil, que consiste en una piodermia dolorosa que suele afectar a los cachorros y provoca que el perro se rasque el hocico.
- La dermatofitosis, que consiste en la aparición de hongos en el plano nasal.
- Penfigoides y pénfigos. Este es un problema inmunitario por el cual el organismo se ataca a sí mismo en lo que se conoce como proceso autoinmune. También puede pasar a causa de un problema externo, por el que se produce la formación de anticuerpos en esa zona de la piel.
Quemaduras solares
Las zonas de los belfos y del plano nasal están muy expuestas a las quemaduras solares y a veces no nos damos cuenta de esto. Eso causa un malestar que puede traducirse en ver que tu perro se rasca el hocico o lo frota contra cualquier superficie para aliviarse.
Debido a ello, no dudes en proteger a tu mascota con protector solar para perros.
Alergias
Las alergias en los perros son más comunes de lo que muchas personas piensan y no solo con la llegada de la primavera.
- Si tu mascota tiene alergia a los ácaros del polvo, notarás que el perro se rasca el hocico cuando está en casa, pero esto cesa en cuanto sale de ella. Si es así, deberás implementar una rutina de limpieza en tu hogar que ayude a reducir esos picores. En estos casos no solo debes prestar atención al polvo de los muebles o del suelo, sino que es esencial aspirar y lavar con frecuencia con agua caliente la cama, manta, alfombra y demás elementos textiles con los que tenga contacto el peludo.
- Mientras que la alergia a los ácaros del polvo se puede dar en cualquier momento del año, la alergia al polen es más usual en primavera y es otra de las razones por las que puedes ver cómo tu perro se rasca el hocico. Normalmente, esta causa de picor nasal va acompañada también de estornudos, descarga nasal y, muchas veces, conjuntivitis y/o inflamación de los párpados. También los belfos pueden llegar a inflamarse.
- La alergia por contacto es aquella que se produce cuando el animal toca algún objeto que está hecho de un material al que es alérgico. Este puede ser desde un juguete hasta su propio plato de comida o bebedero.
En cualquiera de los casos, además de evitar la exposición a los alérgenos, en muchas ocasiones será necesaria la ayuda veterinaria con recomendación de tratamiento para aliviar los síntomas.
Problemas de salud
Además de lo mencionado, hay otros problemas relacionados con la salud del animal que pueden provocar que el rascado de hocico en el perro. Entre dichos problemas se encuentran:
- Las neoplasias agresivas.
- La alteración en los senos nasales o en los cornetes nasales.
- Parestesia facial. Esta consiste en una sensación de cosquilleo, de frío o calor que se da en la piel debido a alteraciones de tipo neurológico, normalmente. Esta sensación pueden provocar una respuesta en el perro que conlleve el rascado del hocico o restregar el mismo contra el suelo u otros objetos de manera frecuente.
En esos casos, el hecho de que el perro se rasca el hocico será un indicativo, pero habrá otros mucho más evidentes, como las deformaciones en la zona o en la cara.
Suciedad o secreciones
También puede suceder que veas a tu perro rascarse o frotarse el hocico no porque se haya introducido algo en él, sino porque haya suciedad pegada en el mismo. Por ejemplo, cuando se le queda tierra o arena pegada tras estar hurgando en la misma o restos de la comida húmeda que ha estado ingiriendo.
Por otro lado, si el perro está pasando por un proceso de resfriado en el cual hay exceso de descargas oculares o nasales, puede que el animal trate de limpiarse llevándose las patas al hocico.
Ya ves que las causas por las que tu perro se rasca el hocico son muchas y de diversa índole, algunas más graves que otras. Lo que sí es cierto es que más de una conlleva atención veterinaria, por lo que si ese rascado es persistente y no solo puntual, no dudes en acudir con tu mascota a la consulta de un profesional.