por qué mi perro me tiene miedo

Mi perro me tiene miedo: ¿por qué? ¿Qué puedo hacer?

Con toda la ilusión del mundo, has tomado la decisión de adoptar a un perrete. Quieres darle todo tu amor, pero la actitud del can deja entrever que algo no está bien y piensas «¿mi perro me tiene miedo?».

Si este es tu caso, vamos a ver qué puede estar provocando ese miedo hacia ti en tu perro y cómo solucionarlo.

Cómo saber si mi perro me tiene miedo

Está claro que para saber si tu perro te tiene miedo, debes observar su comportamiento cuando te acercas a él.

cómo saber si mi perro me tiene miedo

Los indicadores más claros que señalan que tu perro te tiene miedo, son:

  • Huye cuando te acercas.
  • Se esconde.
  • Mete el rabo entre las patas.
  • Echa las orejas hacia atrás y se agacha sumiso.
  • Comienza a temblar si te ve.
  • Se orina encima.
  • Gruñe o ladra si intentas acercarte.

También hay que tener en cuenta si ese miedo se manifiesta solo cuando te ve a ti o si es un miedo hacia las personas en general.

Pero antes de adentrarnos mucho más en el tema, debemos aclarar de dónde surge el miedo.

Tanto en las personas como en nuestras mascotas, el miedo es una respuesta emocional que se da ante un estímulo que consideramos amenaza.

Esto provoca que nos pongamos en alerta, actuando como un mecanismo de supervivencia.

¿Qué pasaría si nunca tuviésemos miedo? Miedo a nada, imagínatelo. Nos arriesgaríamos más y eso puede ser muy positivo en muchos casos, pero en otros no seríamos conscientes del riesgo que corre nuestra propia vida.

Entonces, si mi perro me tiene miedo, es necesario saber qué le pasa para que me vea como una amenaza.

Motivos por los que mi perro me tiene miedo

Entre las causas que pueden provocar que mi perro me tenga miedo, encontramos las siguientes.

Socialización incorrecta

Una parte esencial en la vida de los perros, especialmente en las primeras etapas, es la socialización.

La socialización consiste en la relación que ha tenido con el entorno en el que vive y todos los elementos que en él hay, incluyendo a personas y animales, pero también situaciones, lugares, etc.

Es esencial que, en esta etapa, las relaciones que tenga con las personas sean positivas.

Un perro que no ha socializado correctamente desde pequeño es muy probable que se muestre mucho más temeroso en el futuro. Es por ello que una de las consecuencias es que te tenga miedo, pero lo normal es que también se lo tenga a otras personas o animales.

Todo dependerá del grado de socialización (o no socialización) que haya vivido.

motivos por los que mi perro me tiene miedo

Educación errónea

Cuando hablamos de educación nos referimos al adiestramiento del perro. Dentro del adiestramiento, hay muchísimas enseñanzas que debemos aportar a nuestra mascota para que tengan un correcto comportamiento.

Desde enseñar al perro a orinar en un empapador hasta que se acostumbre a hacerlo en la calle, no subirse al sofá o a nuestra cama, no morder las cosas, traer la pelota, etc.

Para todo ello es necesario emplear el adiestramiento en positivo. Esto es que se estimule al perro mediante refuerzos positivos (premios, caricias…), en vez de castigar los fallos.

Cuando se educa con castigos, gritos y golpes, la confianza que pudiese tener el perro en ti se disipa, por lo que es muy normal que te tenga miedo.

Experiencias traumáticas

Otra razón muy común a la hora de que un perro muestre miedo ante una persona es el haber vivido una experiencia traumática.

Puede haber sido un castigo, un golpe, un grito, un abandono, etc., algo en lo que haya intervenido una persona para que ahora todas le generen desconfianza.

Hay casos en los que los perros tienen miedo solo a los hombres o solo a las mujeres porque alguien de ese sexo concreto fue quien le provocó el daño.

Por supuesto, no siempre es el dueño quien inflige ese daño y este solo quiere dar su amor. La experiencia puede haber surgido en cualquier etapa de su vida.

Asociación de experiencias

Los perros tienen miedo a diferentes cosas. Uno de los mayores miedos que sufren es a los ruidos fuertes.

Pues bien, imagínate que en los primeros minutos de vuestra convivencia provocaste tal estruendo que el perro se asustó. Es probable que ahora asocie ese miedo contigo porque te considera la fuente del ruido.

¿La genética puede influir?

Se dice que carácter miedoso se puede heredar, especialmente de la madre.

Además de esto, el ADN lobuno que conservan los perros de sus antepasados, hace que sea muy normal en ellos presentar miedo ante estímulos no conocidos (neofobia). Esto permite a los lobos en la naturaleza estar alerta y sobrevivir.

qué hago si mi perro me tiene miedo

¿Qué puedo hacer si mi perro me tiene miedo?

Para poder ayudar a un perro que nos tiene miedo, es importante conocer la causa y ponerle remedio.

No podemos dejar que nuestro perro viva con un miedo continuo. Esto le generará otros problemas, como estrés, ansiedad y otras enfermedades.

¿Te imaginas viviendo todos los días con miedo? Sería un horror, el mismo que puede sentir un perro.

Mi perro adoptado me tiene miedo

Por ejemplo, cuando adoptes a un perro, intenta que las personas que lo han cuidado te den toda la información posible sobre él: cuánto tiempo lleva en el refugio, cómo lo encontraron, cómo se comportaba al principio y cómo lo hace ahora, etc.

Puede que si el perro te tiene miedo es porque haya pasado por malos momentos a lo largo de su vida. En el refugio quizás consiguió confiar en algunas personas, pero al irse contigo, que no te conoce, ese miedo puede volver a surgir.

En ese caso, ganarte su confianza será la clave. Y para ello, hay que tener en cuenta tres detalles básicos y muy esenciales:

  • La paciencia.
  • La comprensión.
  • Y no forzar las situaciones.

Tienes que comprender y respetar su miedo. Para ello, no estés todo el día cerca de él tratando de cogerlo o acariciarlo si muestra síntomas de miedo.

Es mejor que, por ejemplo, dejes su comida puesta y te vayas a otra estancia de la casa para que coma tranquilo.

También puedes poner premios a su alcance, pero dejar que sea él quien los recoja.

A la hora de jugar, si tienes a mano su juguete favorito muéstraselo estirando el brazo o dejándolo a su vista pero cerca de ti para que lo coja cuando quiera.

Emplea siempre un tono de voz suave cuando te dirijas a él y jamás le grites para que se acerque.

Por supuesto, cada mínimo acercamiento que por voluntad tenga hacia ti, prémialo. Debes demostrarle que no eres una amenaza. Al contrario: que tiene mucho que ganar.

El cambio llevará tiempo, pero si consideras que la situación merece de más acción, no dudes en contactar con un etólogo canino para que te ayude.

hay que ayudar al perro si te tiene miedo

Mi perro me tiene miedo de repente

Pero, ¿qué pasa si la relación con mi perro era buena pero empezó a tenerme miedo de repente?

En ese caso, posiblemente te sea mucho más fácil detectar el fallo, puesto que suele estar relacionado con una actitud negativa que tuvimos hacia el peludo.

Debemos tener en consideración que los perros no piensan igual que nosotros, incluso en los casos de «un acto negativo, puede tener consecuencias negativas».

Por ejemplo, regañar a un perro no es la manera de educarlo, pero cuando se le regaña pasado un rato del mal comportamiento (por ejemplo, le regañas a casa porque ha orinado dentro pero no sabes cuándo fue), para ellos no tiene ningún significado coherente. Él no va a entender por qué le estás gritando.

E igual que con los gritos, pasa con otro tipo de castigos, como el encerrar al perro en una estancia a modo de reprimenda o los castigos físicos. Pegar a un perro, además de ser maltrato animal y estar penado por la ley, es lo peor que puede hacer una persona que quiere ganarse el amor de un animal.

Todo ello lo único que hará es que el perro te vea como causante de una experiencia negativa y una amenaza.

Piensa en cuál fue el origen de ese miedo e intenta solucionarlo no volviéndolo a repetir y ganándote de nuevo su confianza.

¿Y si no es miedo?

Por último, cabe destacar que puede suceder que confundamos que el perro me tienen miedo con que huya de mí para no ser tocado por otro motivo. Por ejemplo, cuando siente dolor o está enfermo y no quiere ser molestado o manipulado físicamente.

En esas ocasiones es necesario comprobar si alguna actitud más ha cambiado en tu peludito: come menos, no juega, duerme mucho o muy poco… todo ello es indicador de que algo no va bien. Por eso, será necesario acudir a un centro veterinario para que sea examinado.

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Auxiliar de Veterinaria, Graduada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y redactora SEO especializada en contenidos sobre mascotas. Siempre en continua formación para ampliar sus conocimientos sobre el mundo animal.

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