¿Alguna vez has presenciado cómo un perro arrastra el ano por el suelo, por la cama o por donde pilla? Es una visión algo graciosa, sin embargo, no lo es tanto para el pobre animal. Te invitamos a descubrir los motivos por los que hace esto para que entiendas por qué decimos que no es nada agradable para él.
¿Por qué mi perro arrastra el ano por el suelo?
Cuando vemos a un perro que arrastra el ano por el suelo, debemos tener claro que no lo está haciendo por diversión, para llamar nuestra atención o porque ahora quiera caminar así. Lo hace por molestias y explicaremos las causas principales más adelante, pero primero vamos a concretar.
Para ser más exactos, lo que está arrastrando tu perro por el suelo son las glándulas anales. Esto lo hace porque en ese momento está sintiendo alguna molestia o le pica muchísimo.
Esa es una situación bastante incómoda para él, además de desagradable y desesperante, puesto que la única forma que tiene para aliviar esa picazón es arrastrando la zona por el suelo.
Pero, ¿qué es lo que provoca semejante picor y que lleva al perro a comportarse de esa manera? Veamos las razones principales.
Causas por las que un perro arrastra el ano
Principalmente, las causas que llevan a un can a arrastrar su ano por el suelo y acabar moviéndose como si fue un pingüino son tres: que las glándulas anales están llenas, que tiene parásitos internos o diarrea.
Pero, lo primero: ¿qué son las glándulas anales?
Las glándulas anales son una especie de saquitos con los que cuentan algunos mamíferos, entre ellos, los perros y los gatos, alrededor del ano y cuya función es secretar una sustancia cuando estos defecan.
Dicha sustancia sirve para dejar un olor propio en cada animal. Es un olor único en cada caso, como una marca personal que permite diferenciarles e indicar de quién son esas heces. Además, de esto, la sustancia secretada también sirve para lubricar el ano y que el acto de la expulsión no sea molesto.
Y de esto deriva la primera de las causas por las que un perro arrastra el ano:
Las glándulas anales están llenas
Lo normal es que al defecar, los canes vacíen esta sustancia. Es un proceso natural que sucede cada cierto tiempo. Sin embargo, puede suceder que no lo hagan del todo o como debería ser y, en esos casos, el perro sufrirá un picor muy molesto.
Cuando las glándulas no se drenan correctamente, la sustancia que debería haber secretado se vuelve muy espesa y tapona el orificio de la glándula, lo que acabará provocando problemas más serios, como abscesos o inflamación de las glándulas anales. En estos casos, será necesaria la atención veterinaria.
Diarrea
Cuando un perro sufre diarrea, puede pasar que que el can comience a arrastrar el ano por el suelo, el césped, la alfombra o por donde pille. Esto es porque sencillamente sienten que llevan pegado algún residuo y quieren eliminarlo a toda costa.
Si deseas que tu mascota no deje su «rastro» te va a tocar ayudarle. Puedes humedecer un paño o papel higiénico con agua tibia y limpiarle el culete, o bien emplear una toallita húmeda para perros o bien una para bebé.
Parásitos internos
Los parásitos internos son otro de los motivos más comunes por los que el animal arrastra el ano por el suelo. Especialmente si son perros que pasan mucho tiempo fuera o que no le hacen ascos a nada a la hora de olfatear o lamer, es muy normal que aparezcan parásitos en su interior alguna vez en su vida.
Esto le provocará mucho picor, además de otro tipo de problemas bastante considerables. De ahí que sea tan importante la desparasitación interna como la externa.
Si quieres asegurarte de que este es el problema, basta con observar las heces del perro, pues de normal estas salen llenas de parásitos, como lombrices blancas.
¿Qué hago si mi perro arrastra el ano por el suelo?
Cuando veas a un perro que arrastra el ano, lo primero que hay que hacer es observar esa zona para comprobar si hay algo pegado o colgando. Bien pueden ser restos de diarrea, algo que se le pegó (por ejemplo, un poco de hierba suelta) al sentarse o un trocito de las heces que no terminó de caer.
En esos casos, hay que retirar lo que sea que le esté molestando como indicamos antes: con una toallita húmeda o un paño o papel humedecido.
Si este no es el motivo, lo mejor es acudir al veterinario para que este encuentre la causa. En ocasiones habrá que vaciar las glándulas de manera manual. Lo mejor es acudir a un profesional para ello, aunque el procedimiento no es complicado.
En caso de comprobar la presencia de parásitos en las heces de can, habrá que solicitar en el centro veterinario una pastilla antiparasitaria. Esta se suele administrar al animal cada 3 meses.
Por otro lado, aumentar la fibra en la dieta del perro hará que la cantidad de heces sea mayor, por lo que la presión aplicada sobre las glándulas anales también y eso favorecerá su vaciado. De esta forma se impiden las obstrucciones.
Por último, es importante cuidar la higiene de la zona, pero no solo cuando detectemos suciedad porque hemos visto al perro arrastrar el culo. Lo normal es mantener esa zona libre de impurezas de cualquier tipo y de pelos. Si sueles llevar a tu mascota a una peluquería canina, es bastante común que en el corte de pelo y baño, incluyan la limpieza de las glándulas.