¡Por fin ha llegado el día! Hoy, 5 de enero de 2022, la normativa española ha dado un gran paso en lo que a animales de compañía se refiere. Desde hoy, por ley, los animales dejan de ser «bienes inmuebles o cosas» y se pasa a reconocer su naturaleza de «seres sintientes». Es decir, seres dotados de sensibilidad.
Una ley que da reconocimiento verdadero a los animales
La nueva ley fue aprobada por el Congreso de los Diputados el 2 de diciembre de 2021, tras una proposición de Ley del PSOE y Unidas Podemos. Tuvo el apoyo de todas las formaciones salvo del PP que se abstuvo y de VOX, que votó en contra.
La ley 17/2021, de 15 de diciembre, entra en vigor 20 días después de su publicación en el BOE el 16 de diciembre. Con ella se produce una modificación en el Código Civil y este queda adaptado a la verdadera naturaleza de los animales, así como a las relaciones que se establecen entre nosotros y ellos.
Con esta ley también se ve modificada la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil sobre el régimen jurídico de los animales. Todo ello con el fin de que dejen de ser tratados como objetos y prohibir situaciones como embargos o extensiones de la hipoteca sobre las mascotas.
¿Qué supone esta nueva ley?
Esta nueva ley supone la respuesta ante determinadas situaciones. Por ejemplo:
- Ante separaciones o divorcios. Muchas parejas quieren seguir compartiendo vida con su mascota tras la ruptura. Ahora, si no hay acuerdo entre ambas partes, un juez decidirá sobre su custodia poniendo en valor su protección y evitando el sufrimiento del animal al alejarlo de la vida que ha tenido hasta entonces.
- También acabarán las situaciones en las que eran embargados en caso de impagos, como si fuesen cualquier objeto material.
- Otra situación que se impedirá es que, en caso de accidente de tráfico, existirá obligación de atender a los animales. Hasta ahora, digamos que tenían la misma consideración que una maleta en esas circunstancias.
- Tampoco se podrá disponer de ellas por testamento.
- El texto también define que cuando se encuentre a un animal perdido, deberá entregarlo a su propietario o tutor, salvo si hay indicios de abandono o de malos tratos. En caso de haber corrido con gastos veterinarios tras encontrarlo, puede reclamarlos a su propietario.
Este gran paso en la defensa de los derechos de los animales domésticos, sin duda, marca un antes y un después.