¿Un gatito ha llegado recientemente a tu vida? ¡No olvides que su paso por el veterinario es esencial! Allí, una de las cosas sobre las que te informarán es acerca de su vacunación. En este artículo te hablamos de las vacunas de los gatos a tener en cuenta.
Qué debo saber antes de vacunar a mi gato
Lo primordial siempre es que tengas claro que solo un profesional veterinario puede administrar las vacunas a tu gatito.
En cada Comunidad Autónoma existen unas reglas de obligatoriedad sobre las vacunas en mascotas, por eso, debes informarte de cuáles son. Del mismo modo, si vas a viajar con tu felino, debes tener presentes las vacunas de los gatos obligatorias en ese lugar.
Las primeras vacunas en los felinos se administran después del destete.
Durante las primeras semanas de vida, gracias a la leche materna, los gatos reciben todos los nutrientes y anticuerpos necesarios. Después del destete, las vacunas son necesarias para desarrollar inmunidad frente a ciertas enfermedades.
¿Qué vacunas de los gatos son imprescindibles?
Hay ciertas enfermedades que afectan a los gatos, hasta tal punto que pueden acabar con su vida. Lo bueno es que con ciertas vacunas las puedes prevenir.
Las vacunas de los gatos más importantes son:
Leucemia felina
La leucemia felina es una enfermedad muy grave en los gatos, que ven afectado su sistema inmunitario haciéndoles totalmente débiles frente a cualquier patógeno.
Se contagia con gran facilidad a través de los fluidos (saliva, lágrimas, mocos) entre gatos e, incluso, una gata puede traspasarle la enfermedad a su feto.
Aunque el contagio es mucho más probable en gatos que salgan a la calle con frecuencia, es también recomendable administrar la vacuna a gatos caseros, ya que este podría escaparse en algún momento y volver infectado.
La vacuna contra la leucemia evitará que tu gato se contagie. Esta debe ponerse a partir de los 2 meses de edad y, más tarde, entre 2 y 4 semanas después, se le aplicará un refuerzo de la misma. Luego, tu veterinario te recordará cuándo debe reforzarse de nuevo.
SIDA felino
Es una enfermedad muy común en los gatos callejeros, pero tu gato también puede contagiarse de SIDA si sale a la calle y, por ejemplo, se pelea con un gato portador de la enfermedad.
Entre los síntomas del SIDA felino encontramos la diarrea, que pasará de leve a crónica a medida que el tiempo avance, y una pérdida de peso que puede acabar siendo anorexia. La inflamación de las encías y de la lengua son otros de los síntomas.
Aunque un gato enfermo de VIH puede sobrevivir si se detecta a tiempo y se establece el tratamiento adecuado, lo ideal siempre es prevenir la enfermedad con la vacuna correspondiente.
La rabia
La rabia es una de las enfermedades que más preocupa a los dueños de mascotas, ya que se puede transmitir a los humanos y es altamente mortal.
Así que sí, de las vacunas de los gatos, una de las más necesarias es la que lo protege de esta enfermedad, siendo en muchos lugares del mundo obligatoria, especialmente si vas a viajar con tu gato.
Peritonitis infecciosa felina
Esta vacuna no es obligatorias, sin embargo, si te decimos que protege de una enfermedad mortal, seguramente te plantees ponérsela a tu gato.
La peritonitis infecciosa felina (PIF) es poducida por una mutación del coronavirus entérico felino y es una enfermedad muy común en las colonias de gatos.
Lo peor es que los síntomas no son muy evidentes, lo que complica su detección. Por suerte, existe una vacuna intranasal para prevenirla. Esta normalmente se aplica en 2 dosis, entre las cuales deben pasar 3 semanas.
Vacuna trivalente felina
Esta es, de las vacunas de los gatos, una de las más importantes sin duda. Y es que dicha vacuna protege no de una, sino de tres enfermedades muy peligrosas en los felinos.
La vacuna trivalente felina se suele poner al felino cuando tienes dos meses de vida y protege contra la panleucopenia felina, el calcivirus y la rinotraqueítis felina. Al mes siguiente, se le pondrá otra de refuerzo.
La panleucopenia felina se produce por la acción de un parvovirus y es muy contagiosa. Entre sus síntomas se encuentran la deshidratación severa provocada por vómitos y diarrea o la anorexia.
El calcivirus también es altamente contagioso y tiene como síntoma la conjuntivitis, mucha mucosidad, pérdida de apetito, úlceras en paladar y nariz, entre otros.
La rinotraquítis felina afecta a las vías respiratorias altas y no tiene cura. Se puede contagiar de una manera tan simple como es que un gato enfermo estornude cerca de otro.
Ahora que ya sabes cuáles son las vacunas de los gatos más importantes, puedes consultar a tu veterinario sobre ellas. También es esencial que este te informe sobre los posibles efectos secundarios de las vacunas en tu mascota. Así podrás estar al tanto de los cuidados que podría requerir.