Las enfermedades respiratorias en perros son más frecuentes de lo que puedas pensar. De hecho, hay muchas diferentes que pueden afectar a nuestros peludos; en este post te hablamos de las más frecuentes y te contamos cuáles son sus características. ¡Sigue leyendo y entérate!
Enfermedades respiratorias en perros
(Foto vía: animalmascota)
El sistema respiratorio de los perros, igual que el de las personas, es bastante delicado, por lo que puede verse afectado por el frío y otros factores externos que hacen que se irrite o inflame, entre otras cosas. Las enfermedades respiratorias en perros que más a menudo suceden son:
Resfriado
El resfriado de los perros es semejante al de las personas. Los cambios bruscos de temperatura, la exposición a corrientes de aire, la humedad de la lluvia y otros factores ambientales pueden desencadenar un resfriado. Los síntomas son también equivalentes, secreción nasal, estornudos, malestar general, fiebre en ocasiones, congestión, tos, irritación de la nariz, dolor de garganta… Todo nos resulta familiar.
El resfriado en los perros no es grave, pero tiene un gran inconveniente: puede ser el inicio del moquillo canino, o bien el moquillo ser confundido con un resfriado por tener la misma sintomatología. Por eso, aunque el resfriado sea leve, no podemos saber de primeras si se trata de un catarro o de moquillo; por lo tanto, es necesario acudir al veterinario para salir de dudas.
Tos de las perreras
(Foto vía: mascotafiel)
Esta es una de las más comunes enfermedades respiratorias en perros que viven hacinados, ya sea en perreras, protectoras o cualquier otro lugar donde convivan muchos perros. Se caracteriza por una tos seca y persistente y algo de mucosidad, a veces con pus; si no se trata, se corre riesgo de que se complique y acabe en neumonía. Es realmente contagiosa entre perros.
Moquillo
Esta enfermedad vírica respiratoria es muy peligrosa y se propaga con gran facilidad. Se corre gran riesgo de padecer esta enfermedad si no se vacuna al perro, y los inmunodeprimidos, como ancianos o cachorros, tienen una alta tasa de mortalidad. Se contagia por contacto directo con orina y heces infectadas, y también al inhalar los virus propagados por las gotas de aerosol que otro perro expulsa.
Los síntomas son: decaimiento, fiebre, falta de apetito, tos, depresión, rinitis, secreción nasal y ocular, diarrea, neumonía… En la fase terminal, síntomas nerviosos.
Amigdalitis, faringitis y laringitis
(Foto vía: mediterraneannatural)
La inflamación de las distintas partes de la garganta son muy comunes en los perros y causan dolor, dificultades para tragar, tos, vómitos… Se tratan con antibióticos y es muy importante no dejar que se agraven o pueden traer consecuencias fatales.
Bronquitis
Es la inflamación de la mucosa que recubre los bronquios y suele ser consecuencia de otras afecciones más leves que no han sido bien tratadas. Se caracteriza por dar fiebre, aunque no demasiado alta, y tos seca al principio que posteriormente se vuelve húmeda y viene acompañada de mocos.
La bronquitis es muy común y normalmente se cura en 10 o 15 días, pero en ocasiones puede volverse crónica.
Neumonía
La neumonía es grave, se trata de una inflamación de los pulmones que puede ser consecuencia de una infección por hongos, bacterias, parásitos o una intoxicación por inhalación.
Suele producir fiebre, tos dificultades para respirar, respiración acelerada y estornudos, aunque en ocasiones es asintomática.
Asma
El asma es una de las enfermedades respiratorias en perros más comunes y puede afectar a cualquiera, independientemente de la edad o la raza. A menudo es heredada de los padres, aunque también puede ser consecuencia de una reacción alérgica.
Los síntomas son tos, fatiga, falta de apetito, movilidad lenta, lengua de color azul… Sin embargo, varían en cada perro.
