En este artículo te contaremos cómo detectar la hernia discal en perros y su posible tratamiento. ¿Sabes lo que es una hernia discal? Es una enfermedad degenerativa de los discos invertebrales. Es muy dolorosa y puede generar invalidez o incluso parálisis total si no se trata adecuadamente.
Causas de la hernia discal en perros
Cuando el material discal se sale de su sitio o sufre alguna alteración, como por ejemplo bultos o desgaste, se produce una presión en la médula espinal y la zona queda total o parcialmente disfuncional. El dolor puede ser leve o moderado, pero en ocasiones muy intenso.
Igual que en los seres humanos, se puede dar la hernia discal en perros y las razones suelen ser muy parecidas o iguales: sufrir golpes fuertes, movimientos forzados (como caídas) o traumatismos que afecten a los discos vertebrales.
Por otro lado, se ha concluido que también existen factores congénitos que influyen en la aparición de hernias discales, por lo que algunas razas de perros son mucho más propensas que otras. La hernia discal es habitual en perros de raza:
Si tienes un perro de estas razas, ten especial cuidado para evitar la aparición de la hernia discal. Estar pendientes del comportamiento y rendimiento es esencial para poder detectar la hernia discal en los perros.
¿Son iguales todas las hernias discales en los perros? Tipos de hernia discal canina
No, hay tres tipos de hernia discal que pueden afectar a tu perro:
- Tipo 1: esta hernia discal se da en perros de baja estatura, columna larga y patas cortas, como por ejemplo los teckel o los dandie dinmont terrier. Es más habitual en perros de entre 2 y 6 años. Ocurre cuando el núcleo pulposo y el anillo fibroso del disco sufren un deterioro prematuro provocado por un golpe o movimiento brusco.
- Tipo 2: es una hernia discal de perros grandes, como el bóxer o el labrador retriever, de entre 5 y 12 años. Se desarrolla de forma más lenta y progresiva por una degeneración del núcleo discal. Sus síntomas son más difíciles de detectar.
- Tipo 3: esta es la más peligrosa de las hernias discales en perros. En muchas ocasiones provocan la muerte del animal, ya que produce daños severos en los discos que evolucionan con mielomalacia progresiva.
(Foto via: rehabilitacionveterinaria)
Síntomas de la hernia discal en perros
Existen síntomas claros de la presencia de hernia discal que pueden ayudarte a detectarla.
- En la primera fase de hernia discal del perro, notarás que tiende que bajar su cabeza y curvar su espalda; así alivia su dolor. Además, podrá incrementar su frecuencia de ladridos y lloros.
- Dificultad para mantener el equilibrio, lo que provoca movimientos torpes y poco fluidos.
- Episodios de incontinencia urinaria y fecal.
- Pérdida de sensibilidad en las extremidades, como si estuvieran dormidas.
- En casos de hernia discal grave, puede sufrir parálisis. Esto lo notarás porque el perro se arrastrará
Es muy importante que estés siempre pendiente de la salud de tu amiguito. Si notas algún síntoma de hernia discal en tu perro, acude inmediatamente al veterinario. Un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte del animal. Cuanto antes se trate, más fácil será la recuperación.
Tratamiento de la hernia discal canina
Los perros afectados por hernia discal suelen necesitar antiinflamatorios. En caso de que estos no mejoren la situación, se recurre a una sencilla cirugía, en la que se extrae el material discal dañado para aliviar la presión entre las vértebras. Esta operación no suele presentar complicaciones y en la mayoría de los casos soluciona por completo la hernia discal en los perros.
Para evitar la hernia discal en tu perro, cuídalo mucho, no provoques que fuerce movimientos y mantente siempre alerta ante posibles síntomas de problemas. La hernia discal es fácil de solucionar si se detecta a tiempo, pero si no, puede suponer un problema muy grave para tu mejor amigo.