¿Has oído hablar alguna vez de la equinoterapia? Quizás no, pero seguro que sí has oído hablar de los grandes beneficios que pueden aportar los animales a la salud de las personas. Pues bien, una de las maneras es a través de la terapia con caballos.
¿Qué es la equinoterapia?
También conocida como terapia ecuestre, consiste en un tratamiento que se destina a personas que sufren algún tipo de discapacidad, con el objetivo de contribuir a su desarrollo emocional, físico, cognitivo, ocupacional y social.
Esto se realiza gracias a diversas actividades controladas realizadas con caballos, cuyo objetivo final es mejorar la calidad de vida de los pacientes con discapacidad.
La equinoterapia surge en México, en el año 1969, de la mano de Rogelio Hernández Huertas. Junto a él nace la NARHA, una asociación que se encarga de reconocer y coordinar de forma oficial este tratamiento terapéutico con caballos.
Beneficios de la equinoterapia
Los caballos son uno de los animales más tranquilos, cariñosos (sin contar el caballo salvaje), sociales e inteligentes que existen. Por eso, trabajar en terapia con ellos tiene numerosos beneficios, tanto físicos como psicológicos.
Beneficios físicos
Entre los beneficios físicos que más se dan están:
- El incremento de la coordinación.
- El desarrollo muscular.
- Mejora el equilibrio.
- Aumenta la resistencia y la fuerza.
- Mejora la capacidad motora.
Beneficios psicológicos
- Mejora la autoestima.
- Incrementa la autonomía.
- Desarrolla la confianza y el autocontrol.
- Mejora la memorización
- Se desarrolla un mayor respeto por la naturaleza y los animales.
¿Para quién es apropiada la terapia ecuestre?
Este tipo de terapias, al igual que otras que se desarrollan con animales como la canoterapia, está recomendada para personas (adultas o niños) que tienen diferentes discapacidades. Por ejemplo:
- Personas con trastornos psicológicos, del aprendizaje o del lenguaje.
- Discapacitados físicos, sensoriales o psíquicos.
- Personas con problemas de marginación o inadaptación social.
- Personas que sufren lesiones medulares, parálisis cerebral, fibromialgia, síndrome de Rett, Parkinson, esclerosis múltiple…
Disciplinas de la equinoterapia
Dentro de terapia ecuestre, existen diversas disciplinas. Esto facilita el poder elegir la que más se adapte a las necesidades de cada paciente, organizando la terapia y las sesiones en función de la persona a tratar y del tipo de discapacidad que posea.
A continuación se mencionan las principales disciplinas de la equinoterapia.
Hipoterapia
Consiste en la realización de ejercicios de fisioterapia con y sobre el caballo.
Los beneficios médicos se centran en la transmisión del calor corporal del caballo al paciente. También de los impulsos rítmicos, así como el movimiento tridimensional.
Volteo terapéutico
Esta modalidad de equinoterapia consiste en realizar ejercicios a lomo de caballo. Para ello solo se requiere un cinchuelo con asas diseñado para ese fin y una manta.
Con estos ejercicios se trabajará la mejora de la coordinación y el equilibrio de quien lo practica.
Es considerada como la modalidad esencial de la equinoterapia, por lo que no suelen establecerla como una disciplina independiente.
Equinoterapia social
Esta disciplina se centra en la relación afectiva que se establece entre el caballo y el paciente, favoreciendo la integración y adaptación social de la persona.
Equitación pedagógica
La equitación pedagógica es la adaptación del paciente con el caballo y con todo su entorno.
Los beneficios de esta modalidad son cuantiosos, por lo que se programa para lograr muchos beneficios: estimula la afectividad, la motivación, la sensibilidad, mejora la concentración y ayuda en el aprendizaje de acciones pautadas, incrementando la independencia del paciente.
Equitación adaptada
Esta práctica está asociada al deporte de personas discapacitadas que ya montan. La finalidad es la práctica de la equitación con las adaptaciones requeridas por cada persona en función de su discapacidad. Por ejemplo, durante el paseo o para subir al caballo.
Terapias ecuestres ocupacionales
Este es otro tipo de equinoterapia muy favorecedor. Consiste en la inserción laboral de personas que tienen discapacidad.
Las actividades que realizan en su trabajo tienen como protagonista al caballo: cepillado, higiene, alimentación, recogida y limpieza de los materiales, aparejado, etc.
¿Quién puede trabajar en equinoterapia?
El desarrollo de la equinoterapia se da en unas condiciones determinadas y en un entorno concreto.
Eso requiere de profesionales especializados, con habilidades ecuestres y conocimientos en:
Por supuesto, no es necesario que una misma persona posea todos esos títulos, pero sí es esencial que para cada paciente se utilice la modalidad adecuada y, para ello, habrá que combinar los conocimientos de esos profesionales.