¿Cómo piensa un gato?

¿Cómo piensa un gato? ¡Descubre qué se le pasa por la cabeza a los felinos!

Hacer una aproximación al pensamiento felino no es tarea sencilla. No obstante, algunas investigaciones realizadas han podido arrojar ciertos datos curiosos sobre cómo piensa un gato o cómo podría hacerlo. ¡Déjate sorprender por esta información!

ÍNDICE DE CONTENIDOS

Los gatos, ¿tienen conciencia sobre sí mismos?

Cuando se quiere ejecutar un estudio científico sobre la conciencia animal, normalmente se emplea un espejo para observar las reacciones del mismo y determinar si es capaz de tener conciencia sobre su propia existencia.

Con los gatos sucede algo curioso y es que, habitualmente, no reaccionan a su propio reflejo ni interactúan con él. Esto llama mucho la atención. Como sabéis, los gatos son animales muy territoriales a los que les gusta tener control sobre su entorno y la realidad es que no se inmutan ante su reflejo.

Algunas personas consideran que esa falta de reacción se debe a que no perciben ningún olor en el espejo, factor esencial para ocasionar una reacción del animal. Eso hace que no les atraiga lo suficiente como para acercarse e interactuar con él.

Los gatos, ¿tienen conciencia sobre sí mismos?

Datos curiosos sobre cómo piensa un gato

A continuación, os contamos algunas curiosidades sobre el pensamiento felino.

Así es el cerebro del gato

Lo primero que hay que estudiar para poder llegar a entender cómo piensa un gato, es su cerebro.

El cerebro felino tiene una estructura similar al cerebro humano en un 90% de su forma.

Este se encuentra separado en áreas que están designadas para tareas concretas, pero que pueden transmitir la información de una a otra con facilidad. De esta manera, el animal puede reconocer rápidamente el entorno que lo rodea y adaptarse sin problemas.

Cabe destacar también que el cerebro del gato cuenta con unos 300 millones de neuronas que le ayudan a retener los aprendizajes, incluyendo aquellos que le enseñó su madre siendo un cachorro. Tampoco olvidará los lugares donde estuvo hace mucho tiempo o personas que ha conocido en diferentes circunstancias.

Sin embargo, para que el cerebro de tu mascota funcione correctamente y esté activo, debe ser estimulado constantemente. De ahí que, en casa, sea tan esencial el enriquecimiento ambiental para gatos.

Tu gato no te ve como un humano

Los gatos no tienen una concepción del ser humano como tal, por lo que no nos ven así. Entonces, ¿qué somos para ellos? Pues bien, simplemente somos versiones gigantes de ellos mismos.

Así lo determina el biólogo y doctor John Bradshaw, de la Universidad de Bristol, que lleva 30 años estudiando a estos animales.

Si tenías dudas sobre cómo piensa un gato de ti, que sepas que él te ve como un felino más con el que socializar o no, según sus propios intereses. ¡Bajo ningún concepto te ve como una especie dominante!

La educación de los gatos

Otro punto importante para entender cómo piensa un gato y, por ende, sus comportamientos, tiene que ver con su domesticación.

Se habla de la misma tanto para perros como para felinos, pero lo cierto es que es más apropiado hacer una diferenciación. En lugar de decir que los gatos llevan siendo domesticados 9.000 años, es más correcto declarar que durante estos milenios los gatos no se han dejado domesticar, sino que han aprendido a cohabitar con las personas. El objetivo: aprovechar los beneficios que les brindamos. Por ejemplo, comida asegurada, agua y un entorno cómodo para descansar.

Por otro lado, es verdad que podemos trabajar en el adiestramiento de los gatos con refuerzo positivo, pero eso no se puede confundir con la domesticación.

Es más, se podría decir que los felinos entrenan a sus dueños. ¿No lo tenéis claro? Pues pensad en cuántas veces vuestro gato ha maullado de una determinada manera y vosotros ya sabíais lo que quería y se lo habéis dado. ¡Os ha entrenado!

Datos curiosos sobre cómo piensa un gato

Aunque no terminemos de entender el pensamiento de un gato…

Que las personas no terminemos de comprender cómo piensa un gato, no significa que estos no lo hagan. Es más, basta con observar cómo son para dar fe de su inteligencia y de que llevan a cabo acciones en las cuales hay un procesamiento mental. Por ejemplo:

  • Son animales muy curiosos. Les gusta recorrer los territorios y explorar más allá de situaciones que estén ligadas a su propia supervivencia.
  • Son capaces de encontrar soluciones a diferentes problemas o situaciones. Por ejemplo, acceder a la comida de un recipiente cerrado o abrir una puerta.
  • También son animales precavidos y no les cuesta darse cuenta de cuándo pueden estar frente a peligros.

Dicho esto, se puede destacar que los pensamientos de los gatos se podrían relacionar a diferentes factores, pero sobre todo destacan aquellos relacionados con su instinto y con el registro de experiencias pasadas.

Algunos expertos señalan que la dificultad de entender a los gatos, a diferencia de los perros, es que los felinos solo interactúan con nosotros cuando ellos quieren hacerlo, por lo que es más complicado estudiarlos.

Aun así, dada su inteligencia y su forma de vernos, quizás los gatos piensen que cooperar con nosotros para desvelarse tal y como son, no merece realmente la pena. ¡Puede que se consideren demasiado listos como para revelarnos sus secretos!

Etiquetas: ,
Post Anterior Siguiente Post
By
Auxiliar de Veterinaria, Graduada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y redactora SEO especializada en contenidos sobre mascotas. Siempre en continua formación para ampliar sus conocimientos sobre el mundo animal.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *