El gato persa es una de las razas más famosas del mundo. Tradicionalmente, en televisión siempre ha interpretado el papel de gato malo y enfurruñado, pero en realidad los gatos persas son muy tranquilos y adorables.
Lo primero que necesitas saber sobre los gatos persas es:
- Tamaño: 30 cm de altura, de 3,5 a 7 kg de peso.
- Esperanza de vida: 15 – 20 años.
- Carácter: Tranquilo, cariñoso.
- Entorno ideal: Todo tipo de casas, familias, niños.
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Origen del gato persa
Los gatos de pelo largo como el persa no son habituales en la naturaleza. De hecho, apenas existen gatos salvajes de pelo largo, al menos no de forma pura. Los felinos de pelo largo, se cree que se originaron tras el cruce con el gato de Pallas.
Estos gatos fueron introducidos en Italia por los persas en el siglo XVII, pero realmente los gatos de pelo largo no empezaron a popularizarse hasta dos siglos después. Fue entonces, en el XIX, cuando los aristócratas empezaron a interesarse por ellos.
El gato persa definitivo, como hoy lo conocemos, apareció a finales del siglo XIX tras cruces de gatos Pallas con gatos de Angora turco.
Características físicas del gato persa
El gato persa es de tamaño mediano a grande y tiene una cara muy particular y representativa de la raza: ancha y plana. Tiene la cabeza redonda y prominente, hocico corto pero fuerte. Tiene unos ojos muy grandes y expresivos, de forma redonda.
Las orejas de los gatos persas son pequeñas en relación al cuerpo y de forma redondeada. El cuerpo es muy musculoso, y las patas cortas pero gruesas, fuertes y ágiles. En general, estos gatos tienen una presencia rechoncha y regordeta, más que esbelta.
Tienen todo el cuerpo cubierto de un pelo denso, suave y largo. Hay muchos colores de pelaje aceptados para la raza de gato persa, como el blanco, el crema, azul, gris, chocolate… además de combinaciones de varios colores.
El carácter del gato persa
El gato persa ha sido un animal doméstico desde sus inicios, por lo que tiene un temperamento muy tranquilo y adaptado a la vida en el hogar. No tiene instinto de caza ni otras características propias de animales salvajes, como el afán de protección o el instinto territorial.
Es un gato muy familiar y cariñoso, que además adora jugar y tiene mucha paciencia con los niños. Además, también conviven bien con otras mascotas, incluso de otras especies animales. Si tienes un perro y quieres añadir un gato a la familia, el persa puede ser una buena opción; siempre que tu perro también tolere bien la presencia de otros animales en casa, claro.
La raza persa da gatos muy caseros, falderos y dormilones. No suelen ser muy activos.
Cuidados que necesita el gato persa
Si tienes un gato persa, como decimos, observarás que no es muy amigo del ejercicio, en general. De hecho, son tirando a vagos. Es importante que se le motive para jugar y ejercitarse cada día, ya que si pasan todo el tiempo durmiendo acaban cogiendo sobrepeso o incluso obesidad.
Por otro lado, aunque todos los gatos los necesitan, el cepillado es especialmente importante en los gatos de pelo largo. Sólo si se cepilla habitualmente al gato persa se podrá mantener su pelo en condiciones: bonito, sano y sin enredos.
También necesita baños regulares y hay que cuidar sus ojos, que tienden a lagrimear y podrían ocasionarle molestias o incluso infecciones si no se limpian diariamente. Realmente, el gato persa es una de las razas que más tiempo y cuidados necesitan.
La salud del gato persa
El gato persa es especialmente longevo, puede alcanzar hasta los 20 años. Suele tener muy buena salud, no hay enfermedades específicas asociadas a la raza.
Si sus cuidados son los apropiados, se mantiene activo y su alimentación es sana y completa, el gato persa se mantendrá saludable y muy feliz.