Si tu perra está esperando cachorritos, ¡enhorabuena! Ahora se multiplicará el cariño, pero también los cuidados. Debes saber que la actividad física es importante para tu perrita en esta etapa, aunque hay que tener en cuenta lo que sí puede hacer y lo que no. Por ello, toma nota de los ejercicios para perras embarazadas que sí son seguros.
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¿Mi perra embarazada puede hacer ejercicio?
Sí, tu perra embarazada puede hacer ejercicio con moderación, siempre y cuando el veterinario no haya dicho lo contrario.
Al igual que sucede con las personas, hay embarazos de riesgo que implican la necesidad de reposo absoluto. Es fundamental que si tu perrita está esperando crías, acuda a revisiones veterinarias periódicas para controlar la gestación y que el profesional dé las indicaciones precisas para sus cuidados.
En caso de que no haya ningún problema con el embarazo, el ejercicio no solo estará permitido, sino que puede ser beneficioso para ella.
Entre los beneficios que puede obtener, se encuentran:
- Mejorará su circulación y resistencia cardiovascular.
- Fortalecerá los músculos.
- Mantendrá un peso adecuado.
- Le proporcionará estimulación mental y reducirá el estrés y la ansiedad.
- Puede favorecer un parto más fácil.
Pero, ¿qué ejercicios para perras embarazadas son los adecuados? ¡Veámoslos!
Ejercicios para perras embarazadas: ¿cuáles sí puede hacer?
Entre los ejercicios que puede que tu veterinario recomiende a tu perrita en gestación, se encuentran los siguientes.
- Caminatas cortas. Las caminatas a paso moderado son una excelente forma de ejercicio para las perras embarazadas. Estas promueven la circulación y fortalecen los músculos, pero también brindan la oportunidad de explorar su entorno, lo que puede enriquecer su estado emocional. ¡Ya sabes lo importante que es que tu perro olfatee durante el paseo!
- Juegos de baja intensidad. Jugar suavemente con la perra, lanzándole una pelota ligera o un juguete interactivo, puede estimular su mente y cuerpo sin exponerla a movimientos bruscos o extenuantes.
- Natación suave. La natación es una actividad de bajo impacto que reduce la tensión en las articulaciones, aliviando la presión del peso corporal sobre el cuerpo de la madre. Además, la natación puede proporcionar un efecto relajante y reducir el calor corporal, especialmente durante los meses más calurosos.
Recuerda que, a medida que avanza el embarazo, algunas de estas actividades pueden tener que ser adaptadas o reducidas en intensidad. Sigue siempre los consejos de tu veterinario al respecto, pues hay que prestar atención a las señales de la perra y ajustar el ejercicio según sus necesidades y comodidad.
Evita estas actividades si tu perra está embarazada
Durante el embarazo canino, es crucial evitar cualquier actividad que pueda poner en riesgo la salud de la perra o de sus cachorros en desarrollo. Algunas actividades que deben evitarse incluyen:
- Saltos y caídas. Cualquier actividad que implique saltos bruscos o movimientos que puedan resultar en caídas, debe ser prohibida. Los saltos pueden generar daño en el abdomen de la perra y afectar gravemente a los cachorros.
- Actividades muy extenuantes. Los ejercicios que requieran mucho esfuerzo físico y agotamiento deben ser descartados. Estos pueden comprometer la salud de la madre y causar estrés en los cachorros.
- Deportes de alto impacto. Aquellas actividades deportivas que pongan demasiada tensión en las articulaciones y músculos, como el agility canino, deben ser evitados durante el embarazo.
¿Cómo sé si el ejercicio de mi perra embarazada es excesivo?
Como mencionábamos antes, siempre debe primar la comodidad y el bienestar de la perra. Por ello, es esencial estar alerta a las señales de fatiga excesiva o estrés durante el ejercicio.
Algunas pistas que podrían indicar que tu perrita está haciendo ejercicio de más para su estado, son:
- Fatiga extrema. Si la perra se cansa muy rápido o muestra una disminución significativa en su resistencia, es un indicio de que el ejercicio es excesivo.
- Dificultad para respirar. Si la respiración de la perra se vuelve agitada o dificultosa durante o después del ejercicio, es un signo claro de que se le está exigiendo demasiado.
- Cojera. Cuando la perra manifiesta cojera o muestra molestias en alguna extremidad, es posible que el ejercicio esté afectando negativamente sus articulaciones.
En caso de notar alguna de estas señales, es importante detener el ejercicio de inmediato y permitir que la perra descanse. Si los síntomas persisten, es recomendable consultar al veterinario para obtener una evaluación adecuada y ajustar el plan de ejercicio según las necesidades de la perra gestante.
De nuevo, desde Wakyma no nos cansamos de repetir que cualquier cuestión relacionada con los cuidados y la salud de tu mascota debe ser constatada con tu veterinario de confianza. Cada animal es único y puede tener necesidades diferentes a otros. ¡No lo olvides!