Cuando una mascota va a llegar a nuestra vida, nos ponemos manos a la obra para adquirir todos los elementos que sabemos que son esenciales para su comodidad y bienestar. Entre ellos, se encuentra una cama… ¡Y todo para que el animal luego duerma donde quiera! Pero, ¿puedes hacer algo para que el gato use su cama? ¡Veámoslo!
¿Por qué el gato no quiere utilizar su cama?
Ante de saber qué hacer para lograr que el gato use su cama, es importante plantearnos los posibles motivos por los que no quiere dormir en ella.
Ten en cuenta que un felino, no solo es una mascota. Es un ser vivo, con carácter propio. Dicho carácter, muchas veces es algo caprichoso y dominante, por lo que va a imponer sus preferencias.
Además de esto, hay que tener en cuenta que estos animales suelen presentar un alto grado de independencia, a lo que hay que sumar que un gato duerme unas 15 horas diarias.
Sabiendo esto, podemos llegar a entender que el felino no solamente ve su cama como un lugar de reposo, sino que más allá de la comodidad, también tiene que darle seguridad y confort.
Esa seguridad de la que hablamos, muchas veces la encuentran en sitios elevados, pues desde arriba les es más fácil controlarlo todo. Esto es algo que llevan muy arraigado en su instinto, ya que es una manera de sobrevivir a los depredadores.
Por ello, resumiendo, se podría decir que las causas por las que un gato no usa su cama son:
- No le resulta cómoda.
- No le da seguridad.
- Está ubicada en un sitio que no le da tranquilidad ni le deja contemplar su entorno.
Por todo ello, es habitual que a la pregunta de dónde duerme el gato, la respuesta sea «En cualquier lado, menos en su cama».
¿Por qué mi gato duerme conmigo?
Además de las mencionadas, hay otra razón muy común por la que el gato no duerme en su camita y es que prefiere dormir con su dueño.
Los motivos principales que llevan a tu mascota a querer reposar a tu lado son los siguientes:
- Instinto: te considera parte de su manada, por ello, ve natural acurrucarse a tu lado.
- Seguridad: la altura a la que se encuentra tu cama puede darle mayor confianza que una cama en el suelo.
- Afinidad: no hay que olvidar el cariño que pueda sentir tu gato por ti.
- Necesidad de compañía: si el felino pasa mucho tiempo solo, es normal que te extrañe y quiera acercarse cuando estás presente, así sea para dormir.
- Calor: a los gatos les gusta reposar cerca de fuentes de calor, pues su temperatura corporal disminuye cuando duermen.
A pesar de que el hecho de que tu gato decida dormir contigo es motivo más que suficiente para confirmar que te tiene cariño, es normal que, por ciertos motivos, prefieras que no lo haga. Por ello, te damos indicaciones para intentar que el felino elija su cama en lugar de la tuya.
Cómo hacer que el gato use su cama
Las acciones a realizar para que el animal duerma en su cama se basan en la consideración de las preferencias del animal. Por tanto, esto es lo que puedes hacer.
Elige la cama adecuada
Sin duda, el primer paso para que tu gato use su cama, es seleccionar la más adecuada para él. Entre las características a tener en cuenta para esta elección están:
- Las dimensiones: la cama debe ser lo suficientemente grande como para que pueda estirarse, dar vueltas y, en definitiva, encontrar la postura que desee. No obstante, no debe ser tan grande como para que el gato se sienta desprotegido en ella. Así que debes buscar el punto intermedio en el tamaño.
- Limpieza: el diseño debe facilitar las labores de limpieza de la misma. Si quieres que el gato use su cama, esta debe mantener unas condiciones higiénicas óptimas.
- El material: el material con el que esté hecha la cama deberá estar acorde a la temperatura donde se instale la misma. Por ejemplo, hay algunos materiales que dan mayor temperatura y son ideales para lugares más fríos. Por otro lado, la textura debe ser cómoda para el animal.
- El diseño: podrás encontrar camas de muchas formas diferentes: colchones planos, con cojín, en forma de cueva… Puedes probar con una y si ves que no le convence, fíjate en sus hábitos de descanso. Por ejemplo, ¿se mete a dormir en una caja? Entonces proporciónale una cama tipo cueva. ¿Le gusta estirarse? Opta por una amplia tipo colchón.
Coloca la cama a cierta altura
Si a tu felino le gustan los puntos altos, adquiere una cama con un soporte o colócale la suya en un sitio elevado, pero seguro (estable, lejos de ventanas o balcones abiertos, sin aparatos eléctricos cerca o cables…).
No cambies la cama de lugar
Si sabes que al felino le gusta dormir en un determinado rincón de la casa y está acostumbrado a él, no le cambies la cama de sitio. Esto podría hacer que deje de usar su cama.
Los gatos son animales de rutinas, por lo que ciertas modificaciones les trastocan un poco.
Dale mimos
Cuando el gato esté tumbado en su cama, si lo notas receptivo a tu contacto, regálale una buena dosis de caricias. De esta manera, acabará relacionando su cama con la relajación y el cariño, por lo que la preferirá su uso descansar.
Juega con él
El felino necesita actividad diaria para gastar energía. No dudes en jugar con tu gato en casa todos los días para que se canse y cuando llegue la noche caiga rendido en su cama.
Escoge un lugar apropiado
Todos necesitamos tranquilidad para dormir. Por tanto, no coloques la cama de tu gato en un lugar donde haya mucho ruido o por donde pase gente continuamente.
Además, como mencionábamos antes, a estos animales les gusta la calidez para reposar, así que no te olvides de ubicarla en sitios confortables.
Cierra la puerta de tu habitación
Este es el consejo más radical para que un gato use su cama en lugar de la tuya, pero si lo anterior no ha funcionado o quieres hacerlo de manera complementaria durante el entrenamiento, es la forma más clara de decirle que ese no es sitio para su descanso.
Que un gato se acostumbre al uso de su cama puede llevar tiempo, ¡pero no es imposible! Trabaja en estos tips y no pierdas la constancia, ¡lo lograrás!