Por suerte, en la actualidad ya hay muchas playas a las que podemos acudir con nuestros perros en verano. Sin embargo, no se trata de ir sin más. Debemos estar muy atentos a los cuidados que requieren nuestros peludos. Estos son los consejos que queremos darte sobre el cuidado de los perros en la playa.
Justo antes de salir de casa…
… ¡prepara su mochila! En ella no puede faltar su bebedero, agua fresca, un juguete que flote en el agua y protector solar.
Si quieres también puedes llevarle una toalla para que se tumbe sobre ella, aunque lo más probable es que él prefiera rebozarse en la arena cual croqueta.
Un básico para el cuidado de los perros en la playa
Ya lo hemos dicho, pero lo repetimos: ¡su protector solar! Los hay específicos para ellos, así que no te arriesgues a provocarle un daño en la piel poniéndole del tuyo.
Las zonas de poco pelo y las de poca pigmentación son las mas propensas a quemarse por el sol, así que asegúrate de que se las cubres bien con crema.
Protege sus almohadillas
Las almohadillas de los perros son muy sensibles al calor. Si la arena está muy caliente, pueden quemárselas y si lo llevas por una zona rocosa, podrían cortarse.
Existen protectores de almohadillas para estos casos. ¡No dudes en ponérselos!
Una buena sombrilla
En tu día de playa no puede faltar una buena sombrilla. En el cuidado de los perros siempre es importante que estos dispongan de un lugar protegido del sol para prevenir los golpes de calor.
Aun así, evita estar en la playa en las horas en las que el sol más aprieta. Este es un consejo tanto para él, como para ti.
Agua y no solo la del mar
Quizás pienses que al entrar en el agua del mar tu perro ya está lo bastante fresco. ¡Error! Haz que beba con frecuencia para evitar una deshidratación.
Cuando esté en el mar, ten mucho cuidado de que no trague agua salada: podría acabar con problemas gastrointestinales.
Y un consejo más: si ves que tu perro no quiere entrar en el agua, ¡no le obligues! Hay perros a los que no les gusta el mar y no es necesario hacerles pasar un mal rato.
Controla a tu perro en todo momento
Que estés en una playa habilitada para canes no implica que lo sueltes y te olvides de él. Vigila que no moleste a otras personas o que se pelee con otros peludos. ¡Estáis ahí para disfrutar!
Si tu mascota se pone a hacer hoyos, procura que no salpique de arena a todo el mundo y no te olvides de taparlo al marcharte.
Además, cuando se meta en el agua no dejes que se adentre demasiado y no se lo permitas si estás en una zona de corrientes.
¡Cuidado con las medusas!
También en el mar tendrás que tener mucho cuidado con los animalitos que viven en él, ya que erizos o medusas pueden hacer mucho daño a tu perro.
Si notas enrojecimiento en la piel de tu mascota, hinchazón o picor, puede haber sido picado por una medusa.
Lo ideal, si esto ocurre, es evitar que el perro se rasque y que no se mueva mucho con el fin de que no se extienda el veneno. Ponle hielo durante unos 15 minutos (nunca directamente sobre la piel) y si ves restos de la medusa en su cuerpo, ráspalos con cuidado. Pero sobre todo, acude al veterinario lo antes posible.
Limpia sus cacas
¡Siempre! Ya sea de paseo en la calle, en el parque o, en este caso, en la playa, debes llevar bolsitas para recoger sus heces.
Y por supuesto, ¡no dejes atrás tu basura!
No olvides el cuidado de los perros una vez estés en casa
Al llegar a casa, lo recomendable es que le des a tu perro un baño de agua dulce para que elimines los restos de arena y de agua salada de su cuerpo. De esta forma mantendrás cuidada su piel y también su pelo.
¿Has apuntado todo? ¡Pues a disfrutar de vuestro día playero!