El yoga es una de las mejores opciones para mantener nuestro equilibrio frente a la ansiedad o el estrés que nos produce el día a día. Pero desde los años 90 se introdujo en Asia una práctica un poco especial y diferente. Se trata del ‘cat yoga’. ¡Te hablamos de los beneficios de practicar yoga con gatos!
Cómo surge el yoga con gatos
Cuando los gatos despiertan lo primero que hacen es estirarse bien y esto les ayuda a mantenerse en forma. Tan bien lo hacen nuestros amigos felinos que en el yoga existe la ‘Postura del gato’ para imitarlos.
Si practicar yoga ayuda a tu salud física y mental y tener un gato en casa tiene múltiples beneficios, ¿por qué no juntarlos? ¡Es una magnífica idea con resultados comprobados!
Cada vez son más los que se suman a esta práctica y en Estados Unidos está causando gran sensación.
Allí, en diversos centros de yoga, se les ocurrió la genial idea de colaborar con protectoras de animales.
El fin es atraer a la gente a la práctica de yoga junto a los felinos abandonados y que, finalmente, los adopten. ¿No os parece una iniciativa maravillosa?
Múltiples beneficios de practicar yoga con gatos
La forma de proceder en las clases de ‘cat-yoga’ es que a los ejercicios de relajación que se realizan habitualmente se suma la presencia de los gatos.
Uno de los grandes beneficios demostrados de tener un gato cerca es que disminuye alrededor de un 30% las posibilidades sufrir un ataque al corazón. Por eso, son los animalitos perfectos para relajarnos.
Lo normal durante las sesiones de yoga con gatos es que, mientras las personas practican sus ejercicios, estos se muevan libremente por la sala y curioseen.
Al cabo de un rato, los felinos suelen tranquilizarse y tumbarse al lado o encima de las personas, transmitiendo una gran estabilidad emocional al humano.
Además, durante estas sesiones, el sonido del ronroneo produce un efecto relajante que hace que bajen los niveles de estrés y de tensión arterial.
Los gatos tienen la actitud perfecta para realizar yoga y es que su calma, ligereza, buenas vibraciones y flexibilidad son todo un ejemplo para los alumnos.
¿Te animas a practicar yoga con tu gato?