Al realizar un análisis de sangre a nuestro perro, los resultados pueden arrojar un número bajo de plaquetas. En esa circunstancia, estaríamos ante un caso de trombocitopenia en perros y habrá que tener ciertas precauciones con el animal. ¿Quieres saber por qué? ¡Te lo contamos!
¿Qué es la trombocitopenia en perros y cómo les afecta?
La trombocitopenia en perros consiste en un trastorno de la sangre, concretamente porque la presencia del número de plaquetas está por debajo de los valores de referencia establecidos.
En líneas generales se puede decir que las plaquetas son aquellas células encargadas de la coagulación sanguínea. Esto significa que en los casos más graves, ante un corte, el animal no coagulará bien y podría desangrarse. También una mínima herida puede representar un peligro, ya que esta no cicatrizará como debería y podría producir una infección.
La trombocitopenia suele ser más común en perras que en los machos, habitualmente en canes de edad media, pero realmente ninguno está exento de sufrirla.
Síntomas de la trombocitopenia en perros
El peligro de esta enfermedad es que en muchos casos se presenta sin síntomas. Hay ocasiones en las que la detección se produce cuando el problema es irreversible, como en casos de hemorragias internas.
Sin embargo, hay algunos síntomas que la pueden acompañar y que nos pueden poner sobre aviso. Entre dichas señales están:
- Sangrado que no cesa en cualquier mínima herida.
- Sangre en la boca.
- Sangrado al orinar.
- Decaimiento.
- Exceso de mucosidad.
- Pérdida de pelo en ciertas zonas del cuerpo, como las orejas y el abdomen.
- Tos.
- Pérdida de apetito.
Causas de la trombocitopenia en perros
Las causas por las que se puede dar esta enfermedad son varias y es importante que el veterinario determine la misma. Por ello, además de fijarnos en posibles síntomas, los análisis de sangre rutinarios pueden reflejar el problema. Veamos cuáles son los motivos más comunes por los que se puede dar la trombocitopenia en perros.
Trombocitopenia inmunomediada
Se da cuando el propio sistema inmunológico ataca y destruye las plaquetas de manera progresiva y sostenida por la producción de anticuerpos. Cuando esto sucede, la principal tarea será averiguar si el problema es solo este o esto está siendo consecuencia de otra enfermedad subyacente.
Hay ciertas razas de perros que pueden ser más propensas que otras a padecer enfermedades autoinmunes, sin embargo, puede darse en cualquier can.
En caso de no estar causada por otra enfermedad, es decir, en caso de que sea una trombocitopenia en perros primaria, con un tratamiento y revisiones periódicas puede bastar para tener la situación controlada. Por su parte, si el problema está siendo causado por otra enfermedad, habrá que hacer las pruebas pertinentes para determinarla y establecer el tratamiento adecuado para ella.
Enfermedades hereditarias
Hay ciertas enfermedades que los canes heredan de sus progenitores que pueden ser responsables de la trombocitopenia. Entre dichas enfermedades destacan la enfermedad de Von Willebrand y la hemofilia.
Infecciones por bacterias o virus
Puede suceder que ciertos patógenos estén afectando al organismo produciendo un número inferior de plaquetas al normal. También puede darse por la acción de parásitos como las garrapatas o las pulgas. Recordemos que los parásitos externos pueden transmitir enfermedades.
Ante estos casos, se puede recomendar un tratamiento a base de antibióticos para lograr la mejora.
Medicamentos
En ciertas ocasiones, la toma de algunos medicamentos puede producir este problema de forma temporal. El veterinario observará al animal y, según cada caso, procederá a sustituir la medicación por otra o complementar.
Médula ósea
Sin duda, el caso más grave es aquel en el que la propia médula ósea está produciendo un número menor de plaquetas debido al padecimiento de leucemia o algún tipo de cáncer en el animal.
Esta situación requiere de algunas pruebas para dar con el tipo de tumor, así como el establecimiento de un tratamiento.
¿Se puede recuperar mi perro de una trombocitopenia?
Lo cierto es que la tasa de recuperación ante este problema es bastante alta siempre y cuando se descubra a tiempo y se ponga solución. Sin embargo, siempre dependerá de cuál es el origen de la misma, pues un cáncer puede suponer un riesgo mayor al de un infección.
