¿Sabías que los perros, al igual que los gatos, tienen un tercer párpado? Vale, no te asustes si no te has dado cuenta porque no es tan evidente como los otros dos. Por eso, porque es una parte del cuerpo de tu peludo bastante desconocida pero muy importante para él, dedicamos este artículo a ese tercer párpado en perros.
Tercer párpado en perros: ¿en qué consiste?
Lo primero que debes saber es que al tercer párpado en perros también se le conoce como membrana nictitante, así que oirás hablar de él de ambas formas.
Y es que es eso, una membrana o glándula que recubre el ojo de los peludos. Este tercer párpado tiene una función muy importante: la de proteger el ojo del animal.
Ante una posible lesión, esa glándula se moverá recubriendo el ojo mientras este se retrae un poco. Lo normal es que una vez pasado el peligro todo vuelva a su sitio, sin embargo, puede que esto no suceda y se dé lo que conocemos como prolapso del tercer párpado, cherry eye u ojo de cereza.
Prolapso del tercer párpado en perros o cherry eye
En caso de que el tercer párpado en perros se salga de su sitio y no regrese, acabará apareciendo de manera bastante visible como una masa de color rojo cereza (de ahí su nombre) en el globo ocular del animal.
Hay razas que son bastante propensas a este problema, como es el caso del pug o del chihuahua, pero ninguna está exenta de un prolapso en la membrana nictitante.
En caso de que esto le suceda a tu mascota, la reacción debe ser acudir inmediatamente a un veterinario. Lo normal es que el profesional realice una cirugía para que el tercer párpado vuelva a su sitio.
Debes tener claro que, por mucho que tu mascota sufra un prolapso de este tipo, nunca es recomendable extraer la membrana del todo, ya que esta le aporta muchas cosas necesarias a tu mascota.
Entonces, ¿cuáles son las ventajas del tercer párpado en perros?
Vamos a aclarar las principales ventajas de que los perretes tengan ese tercer párpado:
- La principal es la que ya hemos comentado: proteger el ojo frente a lesiones o agentes externos.
- Además, también promueve la hidratación del globo ocular, ya que se le suele atribuir un 30-35% de la producción de lágrimas en el animal.
- Y no solo se trata de hidratación, sino que además ayuda en la limpieza de pequeñas partículas que se pueden pegar al ojo, como el polvo de la calle cuando sales con él de paseo.
Como ves, si tu perro no tuviese dicha glándula estaría muchísimo más expuesto a enfermedades oculares y a una sequedad continua del ojo, lo que le causaría problemas bastante graves.