Dentro de los cuidados que debemos brindarle a nuestros peludos, uno de los principales siempre es su alimentación. Es por ello que muchas veces nos surgen dudas acerca de lo que es sano o no para ellos. Por ejemplo, ¿pueden comer pollo crudo los perros? A lo largo de este artículo daremos respuesta a esta pregunta.
¿Qué es la dieta BARF?
La dieta BARF es una dieta basada en alimentar a tu mascota con comida cruda y natural.
Esto le permite al animal recibir de manera directa todos los nutrientres, vitaminas y minerales de los alimentos sin alterar. Además, tampoco incluye conservantes artificiales.
Eso sí, ante cualquier comida que vayas a ofrecer a tu peludo, asegúrate primero de que no sea alérgico a ella. Las pruebas de alergia para perros existen, y puedes consultar sobre ellas a tu veterinario habitual.
Dicho esto, aclararemos que la dieta BARF aporta muchos beneficios a tu perro:
- Mejora la salud bucodental, ya que los dientes no se ensucian tanto como con las comidas comerciales.
- Fortalece su sistema inmunológico.
- El pelo se ve más sano, brillante y fuerte.
- Aumenta su energía.
- Se reducen los olores corporales.
- Se hidrata más que comiendo alimento seco.
Si embargo, alimentar a tu perro con comida cruda, bien sea carne o vegetales, puede acarrear graves consecuencias si no se toman ciertas precauciones.
Y es que la comida cruda puede estar infectada con alguna bacteria que acabaría en el organismo de tu peludo.
Dicho esto, ¿pueden comer pollo crudo los perros?
Lo cierto es que no se puede negar con rotundidad. Los perros pueden comer pollo crudo, ya que su organismo está preparado para asimilar la carne sin cocinar.
Además, debes recordar que el perro viene del lobo, y en su naturaleza está alimentarse de la caza fresca. Obviamente, el perro ha sido domesticado durante millones de años, pero la esencia sigue ahí.
Sin embargo, hay que tener muy en cuenta los peligros que corre tu perro al consumir pollo crudo.
Un estudio realizado por el Hospital Veterinario U-Vet Werribee ha declarado que existe una relación muy estrecha entre el consumo prolongado de pollo sin cocinar y el síndrome de poliradiculoneuritis aguda (APN), una enfermedad que genera parálisis en los canes.
Este síndrome es provocado por la bacteria Campylobacter, que suele encontrarse en los huesos y la carne del pollo.
Un perro con APN verá afectado su sistema nervioso, comenzando por sus patas traseras, para continuar por las extremidades superiores, y subir hacia el cuello y la cabeza. En los casos más graves, este síndrome acaba afectando a los órganos.
Si dentro de la dieta de tu perro es habitual que consuma pollo crudo, debes estar muy pendiente de cualquier reacción extraña.
¿Has tomado la decisión de alimentar a tu mascota con alimentos crudos? Nuestros consejos son los siguientes:
- Para disminuir la posibilidad de infección por bacterias, congela la carne unos 3 días antes de descongelarla y ofrecérsela a tu perro.
- Siempre, SIEMPRE, asegúrate de que la carne que compres tiene una procedencia de calidad y cumple con las medidas higiénicas recomendables.