Una de las características más llamativas de los conejos y las cobayas son sus dientes. Como responsables de su salud, debemos prestar atención a la dentadura de nuestras mascotas, ya que pueden sufrir graves trastornos que afecten a su bienestar. Estos son los problemas dentales en conejos y cobayas más comunes.
¿Cómo es la dentadura de los conejos y cobayas?
Estos animales poseen cuatro incisivos en la parte superior y dos en la inferior. Tres premolares arriba y 2 abajo, así como tres molares tanto en la parte superior como inferior, y a cada lado de su dentadura.
Sin embargo, lo más curioso es que tanto en cobayas como conejos sus dientes crecen constantemente, ya que las raíces están abiertas.
Por suerte, los propios animales los vas limando al masticar y no habrá problemas si les proporcionas la dieta correcta.
Pero también es cierto que esta característica puede provocar graves problemas dentales en conejos y cobayas si se descuida su alimentación.
¿Cuáles son los problemas dentales en conejos y cobayas?
Estos son los problemas dentales en conejos y cobayas que aparecen con más frecuencia:
Fracturas dentales
Una rotura de diente se puede producir por un accidente o golpe, especialmente si las piezas han crecido más de la cuenta. El problema de estas fracturas es que cuando suceden queda desprotegida la pulpa dental, lo que puede provocar una infección.
Además cuando un diente se rompe, el opuesto queda afectado, ya que el animal no podrá morder bien y ese diente no roto seguirá creciendo.
Infección
Es la consecuencia de una rotura de diente, caída completa o mala extracción. Puede llegar a provocar abscesos que ocluyan el conducto lacrimal y que esto origine problemas oculares como consecuencia secundaria.
Además, las infecciones pueden derivar en osteomielitis si se ven perjudicados el hueso maxilar o la mandíbula.
Sobrecrecimiento dental
Puede afectar a cualquier diente y es uno de los problemas dentales en conejos y cobayas más frecuentes. Sucede si estos no consiguen desgastar adecuadamente sus dientes, por ejemplo, porque se les da una dieta pobre en fibras vegetales o por una maloclusión congénita.
Maloclusión
Se trata de un defecto que puede ser congénito o adquirido y que puede afectar a la parte superior o inferior de la boca del animal.
Las maloclusiones más frecuentes son el prognatismo, cuando la mandíbula (parte inferior de la boca) es más larga o la parte superior (maxilar) es más corta y el braquignatismo, cuando la mandíbula es más corta o el maxilar es más largo.
Una enfermedad metabólica ósea
Producida por falta de las vitaminas A y D y algunos minerales como el calcio.
Cuando veas que surge alguno de estos problemas dentales en conejos y cobayas, debes acudir al veterinario.
A veces será necesario que este lime alguna pieza de tu mascota si por alguna razón (por ejemplo, rotura del diente opuesto) un diente no puede limarse de la manera habitual. También, en el caso de infección habrá que proporcionar un tratamiento adecuado, por eso, no dudes en consultarle.
¿Cómo sé si mi conejo o cobaya tiene problemas dentales?
Cuando se trata de una rotura de diente puede verse a simple vista. Nuestro consejo es que examines la dentadura y observes si hay posibles cambios.
De la misma manera, un sobrecrecimiento, además de ser evidente, provoca otros signos, como que los dientes crezcan torcidos.
Además, esos dientes malformados pueden provocar espuelas que corten la boca del animal. Esas heridas harán que tu conejo o cobaya deje de comer, con una consecuente pérdida de peso.
Otro síntoma observable es que tu mascota se lleve sus patitas continuamente a la boca o se queje de dolor.
El lagrimeo en los ojos provocado por los abscesos o bolas de pus en su cara o mandíbula son otras señales de posibles problemas dentales.
Teniendo en cuenta que los dientes de conejos y cobayas pueden crecer entre 2 y 4 mm a la semana, es lógico pensar que estos problemas dentales pueden suceder.
La clave, como hemos dicho, está en la observación de la boca de tu conejo o cobaya, el aporte de una dieta rica en fibra y las visitas periódicas al veterinario.