Seguramente tengas muy presente en tu cabeza la imagen de un gato comiendo pescado, pues culturalmente siempre se ha considerado a los felinos unos apasionados del mismo. Sin embargo, ¿es realmente bueno el pescado para gatos? Sus beneficios son innegables, pero también puede llegar a ser perjudicial para él.
Beneficios del pescado para gatos
Como hemos comentado, que un gato se alimente de pescado puede aportarle grandes beneficios, pero siempre y cuando sea introducido de manera correcta en su alimentación.
Entre esos beneficios se encuentran:
- Es una gran fuente de proteínas.
- Aporta muchas vitaminas, especialmente la A y la D.
- Es fuente de minerales, como el fósforo y el magnesio.
- Ácidos grasos saludables, como el omega 3 y el omega 6, que actúa de manera positiva sobre su pelo y piel, además de favorecer la salud cardiovascular, tener propiedades antiinflamatorias, actuar sobre su sistema inmunológico, favorecer un correcto funcionamiento del cerebro en la vejez y mejorar el metabolismo del animal.
Pescados buenos para gatos
Entre los mejores pescados que puedes ofrecer a tu felino se encuentra el salmón. Su gran cantidad de proteínas, vitaminas A, B y D, minerales como el zinc, magnesio y potasio, y aminoácidos esenciales, le hacen muy favorecedor, siempre y cuando se le dé con moderación.
Las sardinas son también una grandísima opción por su gran aporte de Omega 3, su acción como protector del corazón y el sistema inmunológico.
Lo «malo» del pescado para gatos
A pesar de que pueda aportar grandes beneficios, el pescado también puede acabar afectando a la salud del animal si no se tienen en cuenta ciertas consideraciones.
Por ejemplo, que el pescado sea la base de su dieta es solo uno de los mitos de la alimentación felina. Esto no puede ser así, ya que algunos no aportan las vitaminas que el animal necesita y otros interfieren en la absorción de las mismas. Además, no hay que olvidar que los gatos son animales carnívoros y esa debe ser la base de su alimentación.
Adicionalmente, comerlo de manera excesiva podría provocarle problemas como alergias o intoxicaciones, pues algunos pescados contienen mercurio.
Por otro lado, hay que destacar la tiaminasa, una enzima que impide la absorción de la vitamina B1 y que está presente en el pescado crudo. Por ello, hay que tener mucho cuidado de ofrecerle pescado sin cocinar con mucha frecuencia al gato, ya que la falta de esta vitamina podría provocarle problemas neuromusculares entre otros.
Otra cuestión es el tema de las espinas. Si no se tiene cuidado con ellas y se eliminan las más grandes antes de ofrecerle el pescado al gato, al tragarlas podrían provocarse heridas, desgarros y obstrucciones, con consecuencias gravísimas para el animal.
Cómo ofrecerle el pescado al gato
Lo primero que debes tener claro es que el pescado que ofrezcas a tu mascota debe estar libre de sal, condimentos, salsas y evitando el pescado ahumado o en conservas.
En caso de querer darlo crudo hay dos opciones: o que sea completamente fresco o mejor congelarlo unas 48 horas antes de ofrecérselo para eliminar bacterias que pudiesen estar presentes. En caso de cocinarlo lo ideal es hacerlo al vapor o a la plancha, huyendo del pescado frito.
Otra cuestión a considerar es no darle atún enlatado del que comemos las personas, ya que este no contiene taurina, un aminoácido esencial para los felinos.
Recuerda que, aunque siguiendo las pautas recomendadas el pescado puede ser muy favorecedor para tu felino, siempre se debe estar atento a las reacciones que pueda provocar en el animal su consumo las primeras veces.
