A la hora de hablar de alimentación canina casera, siempre se recomienda evitar el uso de condimentos. Por ejemplo, ¿es mala la sal para los perros? Te damos la respuesta.
La alimentación del perro
Cuando se trata de alimentar a tu perro, los profesionales siempre recomiendan optar por una comida comercial, pero teniendo en cuenta que esta sea de alta calidad. La razón es que este tipo de comidas están realizadas teniendo en cuenta las necesidades nutricionales de las mascotas, sin excederse ni quedarse por debajo de ellas.
Con esto te asegurarás de que tu fiel amigo está recibiendo a través de lo que come todo lo que necesita para estar sano. Entre ello, la cantidad justa de sal.
Debes tener en cuenta que la alimentación canina debe seguir unas normas respecto a lo que a cantidades se refiere. Si las superas, estarás dando de más en todos los aspectos. Por ello, tienes que considerar que si tu perro ya ha comido, una golosina será un aporte extra de ingredientes, entre ellos la sal.
Así que hay que ser muy comedidos.
La sal en la comida del perro
Aun así, si observas la etiqueta de la comida de tu perro, posiblemente detectes que el sodio está presente. Es normal, ya que la sal aporta minerales esenciales que el animal necesita para su metabolismo. Solo que esta se encuentra en la cantidad adecuada (o debería).
El sodio favorece el mantener el equilibrio de líquido en las células del cuerpo, además de ayudar a conducir el impulso del sistema nervioso.
Según explican los expertos, un perro sano con un peso que ronde los 15 kilos no debería ingerir en sus comidas diarias más de 100 mg de sodio. Por tanto, para no considerar que es mala la sal para los perros, habrá que tener en cuenta su peso.
¿Cuándo es mala la sal para los perros?
Por un lado, la sal será perjudicial para tu perro cuando sobrepases la cantidad diaria recomendada en función de su peso. Por ello, deberías guiarte por las recomendaciones de dosis de la comida comercial de tu mascota y, en caso de apostar por una dieta natural, consultar a un experto en nutrición canina o a tu veterinario de confianza.
Además, hay que tener en cuenta que ciertas enfermedades cardíacas pueden requerir menos cantidad de sodio, pues este alteraría el problema.
¿Mi perro ha tomado demasiada sal?
Hay ciertos síntomas que podrían indicar que tu mascota ha tomado sal de más. Por ejemplo, dado que la sal absorbe el agua del cuerpo, un can que ha consumido mucha cantidad tendrá muchísima sed. Debido a ello, beberá más agua y verás como su cuenco se vacía más rápido de lo normal.
Además, eso lo llevará a orinar más. Su sistema circulatorio y sus riñones pueden tensarse y provocar que su cuerpo se hinche. Otros síntomas de que tu perro ha consumido sal en exceso son:
- Vómitos.
- Falta de apetito.
- Diarrea.
- Somnolencia.
- Caminar tambaleante.
- Daño en los riñones.
- Orinar con mucha frecuencia.
- Escalofríos.
- Convulsiones.
En los casos más graves, donde la sal ingerida por el animal es desmedida, el perro podría entrar en coma y morir.
Consideraciones para que no sea mala la sal en perros
Las etiquetas de los alimentos de las mascotas muestran sus ingredientes en orden de cantidad. Es decir, el primer ingrediente que aparezca será el que se encuentra más presente en la comida. Por ello, debes asegurarte de que la sal no esté presente entre los cinco primeros ingredientes de la lista.
Además de esto, debes evitar darle a tu mascota sobras de tu comida. Aunque cocines con poca sal, si se la ofreces ya estarás alterando las cantidades que pueden ingerir diariamente.
Por último, recordarte que lo mejor es que consultes a un profesional sobre la cantidad de sal que puede tomar tu mascota si te quedan dudas.
Y, por supuesto, si sospechas que tu can pueda estar intoxicado por un alto consumo de sal, es conveniente que acudas al veterinario para que le apliquen suero intravenoso, le han un control de electrolitos y traten su deshidratación.
