Si hay una mascota peculiar que se ha ganado un hueco en los corazones y en los hogares durante los últimos años, especialmente en España, ese animal es el hurón. No obstante, muchas personas se aventuran a tener a uno de ellos como mascota sin llegar a preguntarse cuáles son sus necesidades básicas. Por ejemplo, ¿sabes cómo debe ser la jaula del hurón? Aquí tienes algunas indicaciones fundamentales.
¿Qué es la jaula del hurón?
La palabra «jaula» suele estar asociada a una connotación negativa, pues nos recuerda a la falta de libertad.
No obstante, hay que ser conscientes de que, cuando se tienen ciertas mascotas, las jaulas son necesarias en algún momento para ellas, precisamente para evitar que sufran daños.
La jaula del hurón es el habitáculo donde podrá descansar y resguardarse con seguridad cuando no estemos presentes interactuando con él y no podamos garantizar su integridad física. Por ello, es importante contar con una de esas jaulas y esta debe tener unas características adecuadas.
Cómo debe ser la jaula del hurón
La jaula del hurón debe tener unas características concretas. ¡No vale cualquiera!
Dimensión y material
El primer dato que debes tener en cuenta a la hora de obtener una jaula para tu hurón es que esta debe ser específica para dicho animal. Por tanto, no intentes meterlo en una jaula para conejos o cobayas, por ejemplo.
La jaula debe tener unas dimensiones apropiadas para la comodidad de la mascota. Por ello, como mínimo, debe tener unos 100 cm de alto, 80 de ancho y 60 cm de profundidad.
En cuanto al material, el más indicado es el metal. Este es resistente para el hurón, ya que puede coger el mal hábito de morder los barrotes.
Sobre los barrotes también hay que hacer una apreciación. Estos deben tener la separación adecuada como para que el animal no pueda meter la cabeza entre los mismos y quedarse atascado, o escaparse entre ellos.
La puerta de la jaula también debe tener un tamaño adecuado, pues te será muy útil a la hora de limpiar el habitáculo.
Diferentes niveles
Otra de las características que no deben faltar en la jaula del hurón es la diferenciación de niveles. Tiene que contar con, al menos, dos.
Estos animales son bastante activos: les encanta moverse y saltar. Por ello, lo ideal es proporcionarle distintos niveles para que puedan ejercitarse cuando estén dentro y diferencien entre sus zonas de juego y la de descanso, por ejemplo.
Ruedas
Como veis, una correcta jaula para hurones tendrá un tamaño considerable, por lo que lo ideal es que cuente con ruedas para poder trasladarla bien en caso de ser necesario.
A su vez, las ruedas deben contar con topes que permitan fijarlas para que la jaula no se desestabilice fácilmente.
Ubicación de la jaula del hurón
Otra de las cuestiones a tener en cuenta es dónde colocar la jaula.
Lo más importante es que sea un lugar con una temperatura apropiada y constante. El hurón no puede termorregularse, por lo que si por ejemplo en verano colocas su jaula en un sitio muy caluroso, puede sufrir un golpe de calor.
Accesorios
Aprovechando los diferentes niveles de la jaula, puedes introducir en ellos túneles, hamacas, etc. y una casita que les sirva de refugio, como si fuera una madriguera. Normalmente, las jaulas de diferentes niveles traen rampas y escaleras también.
Además, también necesitarán un plato de comida y una botella para beber, a ser posible enganchables a los barrotes para que el hurón no sienta la tentación de lanzarlos por los aires.
Huye de los suelos de rejilla
Los suelos y escaleras de rejilla son muy peligrosos para los hurones, ya que sus patas pueden quedarse enganchadas en ellas y hacerse mucho daño.
Si te encuentras con una superficie así, deberás cubrirla con un material sólido.
Un buen seguro
Es esencial analizar las características físicas de los hurones para comprender la importancia que tiene que su jaula cuente con un buen seguro antiescape.
Los hurones son animales con un cuerpo largo y estrecho, cola larga y patas cortas. Su vientre y espalda son bastante frágiles y sus patas, al ser cortas, no son eficaces para amortiguar caídas.
Por ello, cualquier caída, aunque no sea desde muy alta altura, puede ser excesivamente peligrosa para el animal.
Si el hurón encuentra una salida en la parte superior de la jaula, podrá caer desde esa altura al piso cuando salga. Esto puede ser peligroso no solo por este hecho, sino que al quedar en libertad, el animal puede acceder a lugares de gran riesgo para él dentro de la vivienda: rendijas, ventanas, balcones…
Además, dentro de la propia jaula deberás disponer los elementos de tal manera que si se produce cualquier caída accidental, una hamaca u otra superficie no peligrosa amortigüe el impacto.
Por último, debes saber que el hurón no lleva bien la soledad, por lo que es importante que interactúe con frecuencia con su dueño. Incluso se aconseja tener dos hurones para que estos se hagan compañía.
La jaula se usará para los periodos de descanso y cuando no se pueda ofrecer al animal un entorno libre, seguro y/o vigilado, pero debe salir de la misma a diario, duran la mayor parte del día.