Cómo enseñar a tu hijo a acariciar a un perro

Cómo enseñar a tu hijo a acariciar a un perro

El vínculo que puede establecer un niño con su mascota es impresionante. No obstante, para que dicho vínculo empiece con buen pie, es necesario que los pequeños entiendan que no pueden acercarse a los animales o mostrarles su afecto siempre como ellos quieren. Por ello es esencial enseñar a tu hijo a acariciar a un perro correctamente.

Por qué es importante enseñar a tu hijo a acariciar a un perro

Puede que nunca te hayas planteado la necesidad de dar a los pequeños de la casa ciertas pautas para acariciar a un perro. Normalmente, este un acto que hacemos sin pensar.

No obstante, como adultos somos conscientes del daño o las molestias que podríamos ocasionar en los canes si actuamos con demasiada efusividad. Ese no es el caso de los niños, por ello hay que indicarles qué es lo correcto a la hora de mostrar su cariño a un animal.

Que niños y mascotas crezcan juntos tiene grandes beneficios para su desarrollo psíquico y emocional. Sin embargo, esto solo será ventajoso si la relación comienza bien desde el principio.

por qué es importante enseñar a tu hijo a acariciar a un perro

Imagina que a tu hijo le da un «ataque» de amor por su mascota en el momento que el perro está comiendo. Ese instante es sagrado para el animal y puede ver el acercamiento del pequeño como una amenaza y reaccionar agresivamente.

Puede que el niño únicamente se enfrente a un gruñido o ladrido, pero esa mala experiencia puede ser el inicio de la cinofobia. Es decir, la fobia a los perros.

Por ello, hay ciertas pautas que debes enseñar a tu hijo a la hora de acariciar a un perro.

Pasos para enseñar a tu hijo a acariciar a un perro

Acariciar a un perro puede llegar a ser una experiencia hermosa, el inicio de un vínculo precioso con el animal.

Es importante tener muy en cuenta de qué perro se trata, ya que, por ejemplo, acariciar a un perro desconocido supondrá tener unos cuidados especiales. En este caso, nos vamos a centrar en las indicaciones que deberías darle a tu hijo para acariciar a vuestra mascota.

Respetar su espacio y sus momentos

Es esencial que el pequeño entienda que a los perros no se les puede abordar en cualquier momento. Deben comprender que cuando están comiendo o durmiendo no deben ser molestados, pues podrían enfadarse muchísimo y reaccionar negativamente.

Por ello, en caso de querer acariciarles, deben esperar a que estén despiertos, accesibles y receptivos.

Pedir permiso

Cuando el niño sea muy pequeño, debes indicarle que tiene que pedirte permiso antes de acariciar al perro.

De esta forma siempre te asegurarás de que sea buen momento para ello y evitarás que el pequeño sienta el impulso de acariciar a un perro desconocido sin pensarlo.

No al contacto visual

Otra pauta importante a la hora de enseñar a tu hijo a acariciar al perro es que tiene que evitar el contacto visual directo con el animal cuando se acerque a él.

En ocasiones, el contacto visual directo les intimida y pueden sentirse amenazados.

De frente

Que no mire constante y directo al animal, no significa que tenga que aparecérsele por detrás para acariciarle.

Dile a tu hijo que siempre tiene que ir de frente hacia él para que pueda verle. Además, debe detenerse a unos tres pasos del mismo y dejar que la mascota también se acerque.

Dejar que le huela

Es fundamental que el perro huela al niño antes de proceder al contacto. Indica a tu hijo que así debe ser, pero quédate siempre cerca.

Pasos para enseñar a tu hijo a acariciar a un perro

Que no le extienda la mano hacia la cara

A la hora de enseñar a tu hijo a acariciar a un perro debes dejarle bien claro que jamás debe poner su mano extendida enfrente de su cara. En caso de querer ofrecérsela para olerla debe poner el dorso, los dedos nunca deben estar en dirección a la boca del perro.

No acariciar la cabeza

Para empezar a acariciar a un perro, la cabeza no es el lugar más apropiado. Lo mejor es empezar por el lomo, sin tocar la cabeza ni la cola.

Con suavidad

El pequeño debe comprender que hay que acariciar con suavidad al animal para no hacerle daño.

Es cierto que la fuerza de un niño pequeño no va a suponer una amenaza para el perro, pero, ¿y si este tuviese algún dolor o molestia? En ese caso sí que puede ser un problema.

No abrazar su cuello

Hasta que no haya la suficiente confianza con el animal, tu hijo nunca debería intentar abrazar al perro alrededor de su cuello o acercar sus caras.

El animal puede agobiarse o sentirse acorralado y amenazado y reaccionar inesperadamente.

Al principio, siempre contigo

Lo ideal es que las primeras tomas de contacto físico entre el perro y tu hijo se realicen contigo como «vehículo». Es decir, que tras el acercamiento y comprobar que el perro se encuentra receptivo, puedes ser tú quien guíe su mano a su cuerpo para las caricias.

De esta forma, también podrás medir el grado de presión que ejerza el niño sobre el cuerpo de la mascota.

Ahora ya sabes cómo deberías enseñar a tu hijo a acariciar a un perro. ¡Seguro que todo va genial y se convierten en inseparables!

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Auxiliar de Veterinaria, Graduada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y redactora SEO especializada en contenidos sobre mascotas. Siempre en continua formación para ampliar sus conocimientos sobre el mundo animal.

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