Existen diversos tipos de enfermedades de próstata en perros que estos pueden padecer. En este artículo te enumeramos las más comunes
Enfermedades de próstata en perros
Si tienes un perro macho en casa y, además, este no está castrado, es importante que tomes nota de las enfermedades más comunes relacionadas con la próstata que puede sufrir.
Tumor en la próstata
Lo cierto es que, de las enfermedades de próstata en perros, el tumor es uno de los menos comunes, pero más agresivos.
Realizando varias pruebas al peludo, de las cuales la clave será una biopsia, se puede determinar que se trata de un tumor y su magnitud.
Normalmente los síntomas que presenta el perro con este problema son dificultad al realizar sus necesidades, pérdida de peso o, incluso, anorexia, decaimiento, incontinencia urinaria y dolor en el tercio posterior de su cuerpo.
Lo habitual es que, si se detecta a tiempo, se realice una operación al perro para paliar el problema, pero esa cirugía suele dejar algunos efectos secundarios.
Hiperplasia benigna de próstata
Esta es una de las enfermedades próstata en perros que suelen surgir con el envejecimiento del animal. Se dice que más del 80% de los perros mayores de 5 años que no han sido castrados la padecen.
El tiempo hace que el can sufra una modificación glandular que provoca la hiperplasia. Es un aumento del tamaño de la próstata de manera natural por efecto de las hormonas.
Muchas veces el perro no presenta síntomas y, si no hay síntomas, no se suele realizar un tratamiento.
En otras ocasiones, ese agrandamiento provoca molestias en el animal, ya que presiona los órganos que rodean la próstata. En ese caso los síntomas suelen ser: dificultad al orinar o defecar, molestias al caminar con cojera en las patas traseras, estreñimiento o sangre en la orina.
Una exploración por parte del veterinario y otro tipo de pruebas como la ecografía pueden aclarar si tu perro padece hiperplasia prostática. Si es así, hay tratamientos por vía oral muy eficaces.
Prostatitis
Se trata de un inflamación en la próstata por infección bacteriana. Esta suelen aparecer con frecuencia como consecuencia de algunas enfermedades que implican al sistema urinario.
Si tu perro tiene prostatitis mostrará signos de dolor cuando orine, además de sangre en la misma. También se encontrará más triste de lo habitual, con problemas para andar, vómitos, diarrea y secreción uretral.
Tras las valoraciones pertinentes, el veterinario suele recomendar un tratamiento de antibióticos.
Abscesos prostáticos
Cuando la prostatitis no se trata y llega a niveles más graves, puede presentar abscesos que supurarán pus.
Las consecuencias y síntomas para el perro son bastante desagradables: fiebre, anorexia, dolores, problemas para defecar y orinar, secreciones uretrales, etc.
Si no se realiza un drenaje quirúrgico de los abscesos de pus a tiempo, estos podrían romperse y provocar peritonitis grave y causar la muerte al animal.
Realmente, cualquiera de estas patologías se puede prevenir con la castración del perro. Esto es así porque dicha intervención elimina la acción de la testosterona en la próstata. Con ello se reduce el tamaño de la glándula y, por tanto, la probabilidad de que aparezcan estas enfermedades.
Independientemente de la castración, las visitas regulares al veterinario pueden ser determinantes en estos casos, ya que una detección a tiempo y la atención oportuna pueden solucionar los casos.