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La castración canina: ¡todo lo que debes saber!

Cuando llega un perro cachorro a nuestras vidas, nos pueden surgir muchísimas preguntas acerca de la castración: ¿en qué consiste exactamente? ¿Cuándo hacerlo? ¿Qué inconvenientes tiene? Por eso, ¡hoy resolvemos todas vuestras dudas sobre la castración canina!

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¿Es lo mismo castración que esterilización?

Para empezar queremos aclarar que la castración y la esterilización no son lo mismo. A veces, ambos términos se utilizan indistintamente para referirnos, de manera general, a un intervención tras la cual no hay posibilidad de concepción.

La castración canina es una operación quirúrgica mediante la cual se extirpan los testículos en el can masculino y los ovarios (o los ovarios y el útero) en las hembras.

La esterilización es menos invasiva que la castración, aunque también requiere que nuestras mascotas pasen por quirófano. Allí, a las hembras se les realiza una ligadura de trompas y a los perros se les seccionan los conductos seminíferos, aquellos que conectan el pene y los testículos.

Cuándo es conveniente castrar a un perro

Los expertos coinciden en que la castración se debe llevar a cabo antes de que el perro o la perra llegue a su madurez sexual. Esto suele ser entre los 6 y los 8 meses de edad, pero variará en función de la raza. ¡Recuerda que estos son datos orientativos y cada caso es mejor consultarlo con un profesional!

Es cierto que cuanto antes se realice la castración canina, más posibilidades hay de evitar ciertas enfermedades. Sin embargo, no es recomendable realizarla antes de los 6 meses de edad, ya que esto podría afectar al desarrollo normal del cachorro.

Del mismo modo, hay edades a partir de las cuales ya no se recomienda llevar a cabo esta operación, salvo que de ella dependa la vida del animal. Esta edad suele ser los 6 o 7 años.

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Ventajas e inconvenientes de la castración canina

Una de las principales ventajas que todos conocemos de la castración canina es que anula por completo y de manera irreversible la posibilidad de concebir, evitando, en muchos casos, las camadas no deseadas.

Pero esta no es la única ventaja importante.

Esta intervención quirúrgica evitará que nuestra mascota sufra algunos problemas de salud serios.

En el caso de las perras, la castración está indicada para prevenir el cáncer de mamas y cualquier otro de los órganos de reproducción.

El celo desaparecerá por completo y además se amansará el carácter de la perra.

Por su parte, en el caso de los perros, la castración disminuye las probabilidades de padecer una enfermedad de próstata.

Además, al no poder producir testosterona desaparece el deseo sexual y aquellos conflictos que se pudiesen derivar, como las peleas. Al volverse más manso, su aspecto dominante decaerá y a la vez será más fácil de educar y socializar, tanto con los de su especie como con otras.

También queremos aclarar que la castración canina tiene algunos inconvenientes tanto para perros como para perras.

El primero ya lo hemos mencionado: se trata de una intervención irreversible. Una vez realizada, tu mascota no podrá tener cachorros.

Por otro lado, al tratarse de una operación que requiere anestesia, se pueden presentar ciertos problemas con ella, al igual que sucede en las operaciones humanas.

Además, tras la cirugía puede suceder que tu mascota gane bastante peso, pero esto se puede deber a una alimentación poco adecuada. Lo más recomendable es que hables con el veterinario para que te recomiende la dieta que deberá seguir.

Por último, en cuanto al proceso de recuperación, en el caso de la castración canina es más largo que cuando se esteriliza al animal.

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Cuidados inmediatos tras la operación

La recuperación total se conseguirá tras 1 o 2 semanas, tardando más ellas que ellos.

Tras la intervención, el veterinario te indicará qué medicamentos debes proporcionarle a tu mascota para evitarle el dolor y la inflamación. Del mismo modo, tu peludito o peludita deberá llevar campana para que no se toque, rasque o lama la herida.

Esa herida deberá ser curada y limpiada siguiendo las indicaciones del profesional y vigilarla constantemente para cerciorarte de que no se salen los puntos, no hay infección, etc.

Tu mascota deberá permanecer en un lugar tranquilo y limpio hasta su completa recuperación, asegurando que siempre tenga el alimento y el agua necesarios.

¡Y mucho amor! Esa siempre es la mejor medicina.

Recuerda que tener mascotas implica la responsabilidad de cuidar de su salud y de evitar aquellas camadas que no desees.

¡El abandono NUNCA es una opción!

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Auxiliar de Veterinaria, Graduada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y redactora SEO especializada en contenidos sobre mascotas. Siempre en continua formación para ampliar sus conocimientos sobre el mundo animal.

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