Niño, no te tragues el chicle que se te va a pegar al intestino, no te pongas bizco que te va a dar un aire y te vas a quedar ciego, bébete el zumo rápido que se le van las vitaminas.
¿Os suenan estos típicos comentarios de vuestra madre? ¡Son mentira todos! En Wakyma hoy desementiremos varios mitos que llevamos oyendo desde pequeños. Pero en este caso nos centraremos en los mitos sobre animales.
1. Los ratones solo comen queso
Mentira. No es solo que no coman queso, es que ni siquiera les gusta especialmente. Cuando tienen hambre pueden comer lo que sea (incluso cartón), pero hay determinados tipos de queso que tienen un olor repulsivo para ellos.
Entonces… ¿Cómo empezó este mito? Lo cierto es que no se sabe el origen, pero el mito viene desde hace un montón de años. En realidad prefieren comer frutas y cosas dulces.
2. Los perros y los gatos se odian
Mentira también. Es verdad que por instinto los perros persiguen a los gatos y los gatos huyen de los perros. Y también es verdad que son muy distintos, un perro es cariñoso y fiel, y un gato generalmente es más solitario.
Peeeero… ¡Eso no quiere decir que se odien! Si aprenden a convivir juntos, el perro perderá ese instinto de caza e incluso podrán llevarse bien.
3. Los toros embisten por el color rojo
Pues no. Si los toreros usaran un capote de color verde en lugar de rojo, funcionaría igual. Lo que le molesta al pobre toro es que el torero se empeñe en mover el capote de un lado para otro, pero no existen pruebas que afirmen que los toros detesten el rojo. De hecho, ni siquiera existen pruebas de que sepan distinguirlo de otros colores.
4. Los peces tienen memoria de pez
Pues tampoco. Tienen memoria de pez, está claro, pero pueden llegar a recordar cosas incluso 12 días después. ¿Acaso te acuerdas tú de lo que estabas haciendo en este preciso instante hace 12 días?
¿Eh, eh, eh?
5. Los avestruces esconden la cabeza bajo tierra
Piénsalo un momento. Bajo tierra. Pues va a ser que no, eso lo hacen las excavadoras. Lo que hacen los avestruces es dejar la cabeza a ras del suelo para pasar desapercibidos y parecer un arbusto. De todos modos, cuando hay peligro generalmente corren, como todo el mundo. Además también tienen unas patas muy poderosas y las usan para atacar.
¿Pensabas además que se decía la avestruz en femenino? Pues nosotros también, pero no. La R.A.E lo define como masculino.