La laringitis en perros es igual que en las personas, se trata de una inflamación de la mucosa de la laringe, que causa dolor, problemas para tragar y otras molestias. Si tu perro tiene este problema, ¡necesita un tratamiento para recuperarse! ¿Cómo se trata la laringitis canina? ¡Vamos a verlo!
Pero… ¿qué causa la laringitis en perros?
La laringitis en los perros puede deberse a diversas causas, ya que la laringe se puede resentir por muchos motivos. La ingesta de hielo, alimentos o líquidos muy fríos o incluso muy calientes, pueden hacer que la laringe se resienta y se inflame. Si el perro coge frío por estar expuesto a corrientes de aire, también puede suceder.
Las irritaciones de garganta también pueden ser consecuencias de elementos externos que el perro no traga directamente pero que puede inhalar, como polvo o gases tóxicos.
Además, cuando ciertas enfermedades se complican, puede aparecer laringitis secundaria. Por ejemplo, es el caso del adenovirus en perros.
Síntomas de la laringitis en perros
La señal más clara y característica de la laringitis en perros es la tos. Al principio, se trata de tos seca y que puede producir dolor al perro en la garganta por el impacto que produce; más tarde se suele volver tos húmeda y con descargas; el perro realiza tales esfuerzos para toser que puede sentir náuseas y vomitar. La tos empeora cuando el perro come o si el ambiente es frío; además, el polvo también agrava la condición.
Además, tiene dificultades para respirar, respiración entrecortada o acelerada y silbido en el pecho. Es habitual que el perro tenga fiebre y que se sienta decaído, tenga malestar general o depresión.
Tratamiento de la laringitis en perros
Para diagnosticar la laringitis, el veterinario realiza las pruebas necesarias, escucha con el estetoscopio y puede realizar un estudio interno de la laringe sondando al perro para ver su interior.
Si se diagnostica la laringitis en perros, el tratamiento comienza por eliminar del entorno del perro la causa que desencadenó el problema. Debemos ofrecerles un ambiente limpio y cálido, libre de polvo, sustancias tóxicas y corrientes. Además, procurar que no beba ni coma nada demasiado frío.
Además, el veterinario recetará el tratamiento farmacológico más adecuado, como pueden ser los antibióticos, antiinflamatorios o analgésicos.
Es muy importante que acudas al veterinario al primer síntoma de laringitis en tu perro. Cuanto antes comience su tratamiento, menos complicaciones tendrá. ¡Reacciona deprisa! Si tu perro tose sin parar, es que algo no va bien.