¿Puede nuestro perro resfriarse? Por desgracia, la respuesta es sí y es muy común que suceda cuando las circunstancias son propicias para ello. Ahora bien, ¿podemos prevenir el resfriado en perros? En este caso, la respuesta también es afirmativa y os vamos a dar las claves.
¿Por qué mi perro se puede resfriar?
Ni humanos ni perros estamos exentos de pasar por un resfriado, pero sucede con más motivo si el sistema inmune se encuentra algo más debilitado. En ese caso, el virus que causa los resfriados es más fácil que nos pille. En los perros pasa igual.
Se trata, además, de un virus muy resistente y contagioso. Por suerte, las mascotas no nos pueden pasar sus resfriados, así que en ese sentido, puedes mantener la calma.
El virus que causa el resfriado, sobrevive perfectamente en climas fríos. Por eso, lo normal es que el mayor número de resfriados se presente en las épocas más frías y húmedas del año, como son, el otoño y el invierno.
Cómo puedo prevenir el resfriado en perros
A continuación, te dejamos unos tips que puedes poner en práctica si quieres evitar que tu perro pase por un resfriado.
1. Evita los cambios bruscos de temperatura
Si hay algo primordial a la hora de prevenir el resfriado en perros es evitar los cambios bruscos de temperatura.
El pasar del calorcito del hogar a la fría calle o viceversa es muy común en ciertas épocas, y también una situación muy propicia para pillar resfriados.
2. Cuidado con las corrientes de aire
Lo mismo que con los cambios bruscos de temperatura, sucede con las corrientes de aire.
Hay que evitarlas a toda costa.
3. Protege a tu perro del frío
Es importante que protejas a tu perrete del frío.
Hay algunos perros que sufren más con el frío que otros, pero eso no significa que esos otros sean inmunes.
Puedes proteger a tu mascota con un jersey apropiado para ella, adaptado a su tamaño.
Además, para los días lluviosos, existen chubasqueros que protegerán, aunque sea en parte, a tu peludo de la lluvia.
4. Sécalo bien
Si has sacado de paseo a tu perro bajo la lluvia, por mucho que le hayas puesto un chubasquero (o no), siempre se mojará.
Es muy importante que al llegar a casa le seques bien. Primero con una toalla y, luego, puedes ayudarte con un secador de pelo, manteniéndolo a una distancia prudente.
De la misma manera, es esencial que en las épocas frías, seques bien a tu perrete tras los baños.
5. Mantén una temperatura agradable dentro de casa
Cuando el frío llega a tu hogar, hay que tomar medidas. Eso sí, sin pasarse.
Si estás en pleno invierno y pones la calefacción, un indicador de que quizás te has pasado con la temperatura es ir por casa como si fuera pleno verano.
Hay que ser muy comedido a la hora de poner los radiadores, ya que si te pasas, el cambio de temperatura al salir a la calle te afectará a ti y a tu mascota.
6. Acondiciona el «hábitat» de tu perro
Obviamente el hábitat es tu hogar, pero concretamente nos referimos a su camita o zona de descanso favorita.
Si es posible, muévela hacia un lugar más cercano a un radiador, pero sin llegar a estar totalmente junto a él. También puedes usar un pequeño calefactor portátil, pero igualmente, evita que le dé directamente.
También cobra especial importancia que todas sus pertenencias sean lavadas con frecuencia, para evitar que permanezcan en ella patógenos que le contagien.
7. Elige correctamente la hora de salir a la calle
Siempre que te sea posible, saca de paseo al perro evitando las horas de más frío o momentos de más lluvia o nieve.
Por ejemplo, si sabes que a partir de una determinada hora de la tarde va a empezar a llover, adelanta un poco el paseo antes de que os pille la lluvia.
8. No descuides su alimentación
Es un consejo a poner en práctica durante todo el año, pero en épocas donde el contagio de enfermedades puede ser mayor, hay que hacerlo con más razón.
Controla las raciones diarias, ofrece una dieta equilibrada y sana e, incluso, no dudes en preguntar a tu veterinario por algún complemento vitamínico es las épocas de mayor propensión al resfriado.
Además, la hidratación tampoco se puede descuidar. Asegúrate de que tu peludo siempre tenga agua en su cuenco y de que beba con frecuencia.
9. Visita al veterinario y mantén al día sus vacunas
Sin duda, desparasitar y vacunar a tu perro frente a posibles enfermedades también hará que su salud sea más fuerte.
Recuerda que es mucho más sencillo que tu perro coja un resfriado si su sistema inmune no es muy sólido.
Además, visitar al veterinario no solo cuando corresponda por vacunación, sino al menor síntoma de enfermedad, también puede atajar mucho el problema.
Y hablando de síntomas, ¿cuáles son los del resfriado en perros?
Síntomas del resfriado en perros
Lo cierto es que los síntomas del resfriado en perros son prácticamente los mismos que en nuestro caso:
- Irritación ocular y lagrimeo.
- Mocos.
- Estornudos.
- Fiebre.
- Letargo.
- Congestión.
- Pérdida de apetito.
Como puedes imaginar, los síntomas no son graves, pero igual de molestos en ellos que en nosotros. Sin embargo, como pasa con las personas, dependiendo de cada caso, se pueden agravar.
Un perro con enfermedades respiratorias, que esté débil o a uno que, directamente, no se le preste ningún tipo de cuidado, puede ir derivando en problemas mayores, como la neumonía, y acabar perdiendo la vida por algo que empezó como un simple resfriado.
Por otro lado, hay que tener mucho cuidado para no confundir los síntomas del resfriado con otros de enfermedades mucho más graves, como es el caso del moquillo.
De ahí que se haga muy esencial la vacunación de tu mascota y las visitas periódicas al veterinario.
En cuanto a su solución, puedes poner en práctica varios remedios caseros para el resfriado en perros.
Sin embargo, debes acudir al veterinario cuando los mocos vayan acompañados de sangre, no coma ni beba nada, si después de dos semanas el perro no muestra mejoría, si escuchas una especie de silbido cuando el animal respira o si el perro es muy mayor o un cachorro, ya que son los más débiles.