La cardiomiopatía hipertrófica en perros puede ser una enfermedad bastante grave, pero es poco frecuente. Aun así, es importante que te enteres bien de qué es si tienes perro, especialmente si es una de las razas con mayor riesgo. ¿Quieres saber más? Te lo contamos todo en este post.
Qué causa la cardiomiopatía hipertrófica en perros
No se sabe con certeza qué desencadena esta enfermedad, pero se sospecha que hay una relevante predisposición genética a sufrirla. Parece ser más habitual en perros machos cachorros o jóvenes, especialmente entre las razas Boston terrier, dálmata, pastor alemán y rottweiler.
Sin embargo, esta enfermedad es bastante inusual y además a veces es asintomática. Cuando sí presenta síntomas, estos son:
- Edema pulmonar
- Dificultad respiratoria
- Agitación exagerada
- Falta de apetito
- Mala reacción al ejercicio intenso, incluso con desmayos
- Soplo al corazón
- Debilidad
- Arritmias
- Letargo
- Vómitos
Diagnóstico de la cardiomiopatía hipertrófica en perros
¿Sospechas que tu perro tiene esta enfermedad? ¡Llévalo al veterinario! De todos modos, el diagnóstico es algo complejo, especialmente cuando no existen síntomas; cuando sí los hay, son comunes a muchas otras enfermedades cardíacas.
El veterinario le realizará diversas pruebas de diagnóstico por imagen, como radiografías, electrocardiogramas, y la prueba más fiable en este caso, ecocardiografías, es decir, la ecografía del corazón.
En caso de no disponer de los medios necesarios para realizarla, se realizan pruebas de otras enfermedades y se diagnostica la cardiomiopatía hipertrófica en perros descartando otras posibles patologías.
Tratamiento de la cardiomiopatía hipertrófica en perros
Si tu perro tiene cardiomiopatía hipertrófica asintomática, restringir el ejercicio y darle una dieta baja en sodio suele ser suficiente para devolverle una estabilidad cardíaca y calidad de vida. Además, es necesario hacerle chequeos veterinarios periódicos para controlar la evolución.
Si la enfermedad ya está más avanzada y presenta síntomas, se realizará lo anterior y además se suelen recetar medicamentos diuréticos, vasodilatadores y reguladores del ritmo cardíaco. Pueden ser todos o sólo alguno de ellos, en función de las necesidades personales de cada perro.
La cardiomiopatía hipertrófica en perros asintomática suele superarse, pero el pronóstico puede ser reservado para los que sí presentan síntomas. Todo depende de cómo este de avanzada la enfermedad cuando empieza a tratarse.
Esta enfermedad, ya que no se conocen sus causas, es imposible de prevenir por completo. Sin embargo, ya sabes que alimentar y cuidar a tu perro de forma saludable ayuda a mantener un buen estado físico y mental, lo que contribuye favorablemente a la hora de prevenir todo tipo de enfermedades.
La cardiomiopatía hipertrófica en perros, a pesar de ser rara, puede ser muy grave. A la mínima sospecha, ¡acude al veterinario! Además, recuerda que debes seguir siempre sus consejos e indicaciones y no medicar a tu mascota por tu cuenta, ¡podría ser peligroso!