Seguro que más de una vez te has fijado en las almohadillas de las patas de los perros. Cuando son cachorros, estas presentan un color rosa claro y tienen un tacto muy suave, pero a medida que crecen, estas se oscurecen y se vuelven algo rugosas.
Puedes pensar que esta zona del cuerpo de tu mascota es muy sensible, pero la realidad es que no. Aun así, tampoco está exenta de daño. Por eso, queremos que conozcáis bien las almohadillas de los perros, así como las posibles heridas que pueden sufrir y sus remedios.
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¿Cómo son las almohadillas de los perros?
Para quienes aún anden un poco perdidos, las almohadillas de un perro son ese tejido sin pelo que está por debajo de sus patas y entra en contacto directo con el suelo.
Sin embargo, por sus características, no se podría decir que son el equivalente a nuestra planta del pie, sino más bien a la suela de nuestros zapatos.
Como sabrás, los canes solo apoyan los dedos cuando caminan, por lo que esta superficie de apoyo, además de ser menor que la de los humanos, debe tener una gran resistencia para aguantar su peso. Veamos sus características.
Características de las almohadillas del perro
Para comprender mejor la función de las almohadillas, es fundamental conocer sus características.
- Las almohadillas de los perros poseen muchas glándulas sudoríparas. Así que sí, los perros sudan por sus almohadillas, principalmente.
- La piel de esta zona es más gruesa y oscura que el resto. Además, contiene una capa superficial ancha de queratina que hace que sea más dura y resistente al roce con el suelo.
- Asimismo, por debajo de esta capa hay otra de grasa que tiene como fin amortiguar los movimientos y evitar daños en sus articulaciones y en los huesos que forman sus dedos. Por otro lado, dicha capa funciona como aislante térmico de las patas.
Con esto, se deduce que, de no disponer de almohadillas, la regulación del calor corporal de los canes sería muy complicada, además de que sufrirían problemas óseos y articulares muy graves.
¿Por qué se pueden producir heridas en las almohadillas de los perros?
Aunque a simple vista pudiesen parecer muy sensibles, como se ha visto por sus características, las almohadillas de un perro están preparadas para afrontar el desgaste y el paso del tiempo sin que esto suponga un problema grave.
Sin embargo, hay varios factores que pueden afectar a la salud de esta zona.
Algunos terrenos
Ciertos terrenos naturales, como los de roca o tierra, producen más erosión o abrasión en las almohadillas.
También las zonas asfaltadas, especialmente cuando están muy calientes, pueden provocar quemaduras en esta parte de su cuerpo. Además, son habituales las quemaduras por transitar por terrenos congelados.
El ejercicio
Hay que tener en cuenta que las salidas de los perros fuera de casa para pasear o hacer ejercicio dependen mucho de lo que quieran sus tutores. Por eso, hay que tener cuidado en lo que respecta a sus almohadillas.
Si sacamos mucho al can y además lo hacemos en terrenos que no son apropiados para él, el desgaste y la erosión de sus almohadillas será muy alto. Por el contrario, si sacas muy poco a tu mascota a la calle, estas pueden volverse más blandas, lo que las convierte más vulnerables.
Quemaduras
Uno de los mayores peligros a los que se enfrentan los perros cuando suben las temperaturas son las quemaduras en sus almohadillas, producidas por caminar sobre el asfalto cuando hace mucho calor.
Pero además, también puede suceder lo contrario. Es decir, caminar sobre un terreno congelado también puede suponer quemaduras en el perro.
Traumatismos
Hay unas heridas cuyo origen es mucho más peligroso que los demás. Estas heridas son las que se producen por astillas, cristales rotos o restos de metales punzantes.
Su gravedad difiere del resto porque estas heridas suelen ser mucho más profundas que las otras, lo que les hace sangrar abundantemente y requerir intervención veterinaria urgente.
Cómo curar las almohadillas de un perro
Como se puede deducir, las almohadillas tienen una importancia capital en la salud de tu perro, pues sus heridas pueden hacer que el animal sufra en cada paso que dé, derivando en otros problemas.
Algunos de esos problemas podrían ser dolores musculares por no poder caminar bien, apatía, falta de apetito y cambios de humor.
Es por ello que será de vital importancia curar cualquier herida que se produzca en las mismas lo antes posible.
Si es la primera vez que te enfrentas a ellas y no sabes muy bien cómo hacerlo o si la herida es de mucha gravedad, como cuando hay un corte profundo y sangrante, lo mejor es acudir a una clínica veterinaria para que se realicen las curas necesarias.
No obstante, cuando las heridas no sean muy graves, hay algunos pasos que puedes tener en cuenta:
- En primer lugar, habrá que limpiar la herida con agua tibia. Esto permitirá comprobar mejor cuál es el problema.
- Tras esto, se puede proceder a la desinfección de la herida. Para ello, se puede emplear agua oxigenada con una gasa estéril, mientras se dan leves toques en la misma.
- También existe la opción de usar el digluconato de clorhexidina, que es un antiséptico para uso cutáneo que se emplea en las personas.
- Tras esto, lo ideal es dejar la herida al aire, pues esto favorece su recuperación. No obstante, si el perro intenta lamerse la herida o si nos percatamos de que al pisar, el animal siente dolor, se puede colocar un vendaje fino. Este debe ser sustituido entre dos y tres veces al día, tras aplicar de nuevo la solución antiséptica.
- También es una buena opción aplicar una pomada regeneradora del tejido que favorezca la cicatrización.
Precaución y prevención
Es muy importante que tomes las precauciones necesarias ante dichas heridas, pues como cualquier otra, son un foco de infecciones para tu mascota y puede derivar en problemas más graves.
Por supuesto, la prevención es esencial y entre dicha prevención, además de realizar el deporte adecuado para su salud (ni más, ni menos), hay que cuidar no sacar al perro por terrenos no apropiados para él, así como en momentos en los que haya mucho calor o en los que el suelo esté congelado.
