Que un cachorro de perro llegue a tu vida es una experiencia maravillosa… Aunque no lo es tanto ese momento en el que te das cuenta de que hasta que no tenga todas sus vacunas no podrá salir a la calle y, por tanto, tendrá que hacer sus necesidades en casa. Eso sí, es cierto que puedes enseñar a tu perro a que orine en un lugar concreto, pero al principio te vas a encontrar con más de un pipí por el suelo y te tocará limpiarlo bien. Pero, ¿sabes por qué no debes usar lejía para limpiar la orina de tu perro?
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La orina de los perros y el sentido del olfato
La orina de tu mascota y su sentido del olfato están muy vinculados.
Todos sabemos que los perros suelen tener lugares predilectos para hacer pipí y tienden a orinar siempre en esos mismos puntos. Esto no es porque les encante ese punto o lo vean especial, sino porque en él hay un residuo de orina que les “llama”, a través de su agudo olfato, para realizar esa acción ahí.
En los perros que salen a la calle, esto les sirve para marcar su territorio: huelen que otros canes han estado ahí y marcan para indicar que ellos también han pasado por la zona.
Sin embargo, sucede lo mismo cuando orinan en casa. Si tu perro coge la costumbre de orinar en un sitio, lo repetirá siempre en el mismo lugar, incluso si está muy bien educado, a no ser que lo limpies correctamente.
Es ahí donde debes tener en cuenta por qué no debes usar lejía o amoniaco para limpiar la orina de tu perro.
Por qué no debes usar lejía o amoniaco para limpiar la orina de tu perro
La razón es simple. El pipí de tu perro tiene cierto olor a amoniaco. Por tanto, aunque la lejía o el propio amoniaco logren desinfectar muy bien una zona que ha sido marcada por orina canina, lo cierto es que dejará un olor que va a incitar al can a seguir orinando ahí.
Sin embargo, conocer esta información sobre la importancia del olor en el hecho de que tu perro orine en un mismo sitio, sirve también para evitarlo. ¿Por qué? Porque igual que el olor a lejía o amoniaco pueden incitarle a que vuelva a orinar ahí, hay otros olores que le repelerán.
Cómo evitar que un perro orine de nuevo en un mismo sitio
Ya conoces la razón por la que no debes utilizar lejía o amoniaco para limpiar la orina de tu perro: su olor le atraerá más.
Sin embargo, como decíamos, hay otros aromas que le provocarán rechazo. Uno de los olores que más incomodan a los perros es el de los cítricos, sobre todo, el del limón.
Por ello, puedes exprimir limones hasta conseguir unos 100 ml de su zumo, para luego mezclar este en un pulverizador con medio litro de agua y una cucharada de bicarbonato de sodio.
Mézclalo todo bien y rocía aquellas zonas que son más susceptibles de atraer la orina de tu perro. Con su aroma conseguirás no solo repeler al perro, sino eliminar también el rastro de olor que ya había dejado en el lugar anteriormente.
Enseña a tu perro a usar un empapador
Como decíamos al principio, un perro cachorro que aún no ha cumplido su plan de vacunación no va a poder salir a la calle a hacer sus necesidades. Su sistema inmune aún es muy sensible y podrías exponerlo a una gran cantidad de enfermedades.
Por ello, el animalito tendrá que hacer sus necesidades en casa, pero puedes acostumbrar a un cachorro al empapador para que siempre lo haga ahí.
Es cierto que los peludos no tienen realmente control sobre sus esfínteres hasta los 3 meses, por lo que puede que antes de eso le cueste comprender esta enseñanza. Pero llegada esa edad, la educación que le proporciones en ese aspecto le va a venir muy bien a él y sobre todo a ti, para no encontrarte regalitos por toda tu casa.
Pasos para acostumbrar al perro a hacer sus necesidades en un empapador
Para acostumbrar al perro al empapador, debes seguir ciertos pasos:
- Coloca el empapador o pañal en un lugar que no moleste a nadie y también que sea tranquilo de cara a que el perro haga sus necesidades. Puedes usar una bandeja para colocarla debajo por si algún día el pañal no absorbe la orina del todo.
- «Presenta» el empapador a tu perro, haciendo que este no sea un objeto desconocido para él.
- Presta atención a tu perro y en cuanto notes que va a hacer pipí o caca, cógelo y sitúalo sobre el empapador. Hay momentos en los que suelen ser muy puntuales con esto, como después de comer y beber agua, jugar o antes de dormir. Además, también hay ciertas señales que te ayudarán, como cuando el animal comienza a hacer círculos sobre sí mismo u olfatea mucho un lugar. ¡Sobre todo si ya ha hecho sus necesidades ahí anteriormente!
- Si tu mascota hace sus necesidades en el pañal que has dispuesto en el suelo, premia su buena conducta. No siempre tienes que emplear snacks caninos para ello, también sirven las buenas palabras y las caricias.
- No cambies el empapador inmediatamente después de que tu perro haya hecho en él pipí o caca. El propio olor le llamará las siguientes veces y le ayudará a repetir la acción.
Por supuesto, recuerda que el acostumbrarse le llevará tiempo, por lo que no debes regañarle ni castigarle si no lo logra las primeras veces que lo intentas.
Ahora ya sabes por qué no debes usar lejía o amoniaco para limpiar la orina de tu perro, pero también las alternativas que te ayudarán. ¿Has tomado nota de ellas?