Entendemos que el simple hecho de pensar en un pequeño gatito entrando en tu hogar te haga derretirte de ternura. Sin embargo, te invitamos a plantearte la posibilidad de darle una oportunidad a un gato algo más mayor. La razón: las ventajas de adoptar a un gato adulto son muchas y si no las conoces, no te preocupes: las podrás encontrar a continuación.
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La responsabilidad de adoptar
Antes de hablar de las ventajas de adoptar a un gato adulto, queremos recordaros que adoptar a un animal es una gran responsabilidad. Por ello, no es una decisión que se deba tomar a la ligera.
Previo a comenzar esa gran aventura que será compartir tu vida con una mascota, te recomendamos que estudies cuáles son sus necesidades principales para asegurarte de que podrás cubrirlas.
Si no es así, lo recomendable es que esperes a que esto sea posible antes de llevar a un animal a casa.
¿Cuándo es adulto un gato?
Se considera que un gato ya es adulto cuando tiene entre 1 y 2 años de edad. Su madurez sexual suele llegar antes, pero a esta edad ya se sabe que no va a crecer más y que su temperamento tampoco va a variar significativamente.
Es cierto que las características de los gatos difieren según su raza, pero la realidad es que un felino que alcanza los dos años de edad ya es muy complicado que cambie, a no ser que se den circunstancias excepcionales.
Por ejemplo, podría tratarse de un gato cariñoso que, debido a un trauma, se vuelve más distante y asustadizo de repente.
Ventajas de adoptar a un gato adulto
Un gato adulto al que se le ha educado correctamente ya sabe que los sofás y las cortinas no se arañan, no revuelven en la basura o no tiran las cosas de la mesa. Les gusta la vida más tranquila y no son tan inquietos como cuando eran bebés. Pero además, hay otras ventajas de adoptar a un gato adulto.
1. El gato ya es como lo ves
Al adoptar un gato adulto no te vas a llevar una sorpresa sobre su altura y su peso, por lo que no vas a tener que preocuparte por esto. Eso sí, de altura no crecerá, pero controlar su peso depende de ti.
También verás ya cómo es su pelo, el color de sus ojos o si es un animal muy activo o más tranquilo.
Un gato cachorro no te va a dar esta información.
En cuanto a su personalidad, esta también estará desarrollada y los encargados de la protectora donde vayas a buscar a tu mascota te informarán sobre ella.
Es cierto que en ocasiones puede tratarse de animales más asustadizos de lo normal si han pasado por experiencias negativas, pero esto se puede corregir.
En cualquier caso, si pasado un tiempo notas que los comportamientos de tu gato son inapropiados y no cambian, siempre puedes acudir a un etólogo.
2. Ya conoce algunas reglas
Dependerá del caso particular de cada gato, pero lo normal es que los felinos adultos ya conozcan algunas reglas básicas, como hacer sus necesidades en una bandeja de arena.
Por tanto, la educación de un felino adulto requiere de menos tiempo que la de un gato más joven.
3. En algunos casos, los gastos son inferiores
Cuando un gato llega a tu vida siendo cachorro, tendrás que hacerte cargo de algunos gastos. Por ejemplo, de las primeras vacunas, microchip, castración o esterilización…
Sin embargo, cuando recoges a un gato de una protectora, muchas de estas cuestiones ya están realizadas y solo tendrás que pagar un precio simbólico por la adopción.
4. Les das una gran oportunidad
Pasa muy a menudo que los gatos adultos se vuelven algo invisibles en las protectoras cuando hay cachorros también en adopción.
Si le das un hogar a un gato con cierta edad, le estarás dando una grandísima oportunidad.
5. Puedes “elegir” el gato que mejor se adapte a ti
Dado que los encargados de la protectora conocen bien a los animales que están en la misma, quizás te puedan orientar según la mascota que estés buscando.
Por ejemplo, puedes preguntar por un gato que sea más independiente, más cariñoso, más juguetón, menos asustadizo…
6. Son más amigos de los niños y los ancianos
Los gatos cachorros siempre son motivo de alegría y de risas, y se juntan con niños más. Sin embargo, también pueden resultar una combinación peligrosa, ya que ninguna de las dos partes sabe medir los límites y la relación se puede complicar.
En el caso de los ancianos, tener un gato cachorro no es lo más adecuado porque estos son mucho más inquietos y vitales que un gato adulto y los mayores podrían no poder seguirles el ritmo.
Por ello, otra de las ventajas de adoptar a un gato adulto cuando hay niños o mayores de por medio, es que no existen esos problemas.
7. Disfrutarás más de su calma
Como hemos dicho ya en varias ocasiones, los gatitos tienen mucha energía y requieren de más atenciones, especialmente durante el tiempo que conlleva su educación.
Sin embargo, un gato adulto ya ha pasado esa etapa y aunque tenga sus momentos de estar más activo, no llegará al nivel de un cachorro. Por ello, será más sencillo y más habitual que disfrutes a su lado de momentos en los que se tumbe a tu lado y ronronee expresando su calma.
Ahora que conoces todas las ventajas de adoptar a un gato adulto, ¿le darás una oportunidad a uno de ellos?