El peso de tu mascota es una característica fundamental que habla sobre su estado de salud. Si este está por encima de lo normal para el animal, aparecerán complicaciones derivadas del mismo que pueden llegar a acortar su vida. Por ello, es importante que controles este aspecto. ¡Te explicamos algunas formas de hacer que tu gato pierda peso sin que enferme!
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¿Cómo sé si mi gato está gordo?
Realmente puede ser complicado saber, sin ayuda de un profesional veterinario, si el gato tiene sobrepeso. Especialmente cuando este es de pelo largo, ya que realmente no se ve cuál es el tamaño real del felino.
Además, dependiendo de la raza, hay gatos que son más robustos que otros por naturaleza y eso nos puede confundir.
Aun así, hay varios aspectos que puedes tener en cuenta para hacerte una idea aproximada.
Lo primero es comprender que se considera que un gato está gordo cuando el animal supera un 15% de su peso normal. Dicho peso normal es el correspondiente a su raza, sexo y edad.
Asimismo, puedes analizar los siguientes aspectos:
- Debes poder notar las costillas del gato de manera sencilla cuando tocas el dorso del animal. Si te cuesta palpar esos huesos, significa que hay un exceso de grasa y que el gato está obeso.
- Además, los huesos de la columna también deben notarse fácilmente.
- Cuando el animal camine, fíjate en la cintura. Esta curvatura debe estar marcada. Si no se destaca, entonces es que está redondeada por el exceso de grasa.
- Por último, fíjate en su barriga. Esta también puede ayudar a saber si el gato está más gordo de lo que debiera. Si la barriga tiene forma de péndulo, es porque hay grasa acumulada. Eso sí, es importante no determinar que un gato está gordo mirando solo su barriga, ya que podría tratarse de la bolsa primordial.
¿Cómo peso a mi gato en casa?
Pesar a tu gato es una forma sencilla de controlar su peso y puedes hacerlo en casa.
Para ello, súbete a la báscula con el gato en brazos y anota el resultado. Luego, vuelve a subirte tú solo y resta tu peso al que salió cuando tenías al gato en brazos. Eso será lo que pese tu gato.
Si efectivamente se confirma que el felino sufre sobrepeso, tendrás que ponerte manos a la obra para cuidarle y que lleve una vida saludable para bajar esos kilos de más.
Cómo hacer que tu gato pierda peso sin que enferme
Realmente son dos las claves para hacer que tu gato pierda peso sin que enferme: cambiar sus hábitos alimenticios e incentivar su actividad física.
Eso sí, cada cuestión tiene sus detalles a contemplar. Además, lo mejor es que todo el proceso se realice bajo control veterinario.
Pero veamos los detalles.
1. Cambio en la comida
Posiblemente, el veterinario te recomiende cambiar su alimentación a un tipo de comida que sea rica en proteínas y muy baja en carbohidratos.
Hoy en día, en el mercado existen alimentos que están formulados específicamente para felinos que tienden al sobrepeso.
Estas dietas son menos concentradas, con menos contenido calórico, por lo que podrás ofrecer a tu gato una ración de tamaño similar a la que comía. No obstante, dichas dietas están enriquecidas con todos los nutrientes que el animal necesita, por lo que podemos tener la tranquilidad de que la mascota se está alimentando correctamente.
Además, durante al menos dos semanas, lo ideal es que no ofrezcas snacks a tu mascota. Mucha gente se los da de forma habitual sin tener en cuenta que estos también afectan a su peso, pues sus valores nutricionales se suman los del alimento.
Por supuesto, tampoco debes darle sobras de tu comida.
2. Distribuye la comida en tomas
También suele ser recomendable que distribuyas la comida de tu felino en unas 2-3 tomas al día, en lugar de ponerle el total de la comida diaria en una sola toma y dejar el plato a su completa disposición todo el tiempo.
Seguramente al principio no se muestre muy contento y pida más alimento, pero no debes ceder a ello. Se acabará acostumbrando.
3. Comida húmeda
La comida húmeda es muy recomendable para los felinos, puesto que su aporte calórico suele ser inferior a la del pienso seco, además de proporcionar una mayor hidratación. Asimismo, su contenido en agua hace que el animal se sienta más saciado sin tomar grandes cantidades.
Otro beneficio es que este tipo de comida ayuda a hidratar la piel, que con una dieta, puede llegar a mostrarse mucho más seca.
Por ello, otra manera de hacer que tu gato pierda peso sin que enferme, es mezclar el pienso con un poco de agua. Esto hará que las croquetas se inflen y el animal tenga una mayor sensación de saciedad.
Para eso, solo deberás echar algo de agua una media hora antes de ofrecerle el plato a tu mascota. Eso sí, si ves que el felino rechaza categóricamente comerse ese pienso, no repitas la operación.
Recuerda que se trata de hacer que el gato pierda peso sin enfermar, y si deja de comer del todo, no será saludable.
4. Ejercicio físico
Como mencionábamos anteriormente, además de cuidar la alimentación, la actividad física es la otra cuestión esencial para hacer que tu gato pierda peso sin que enferme.
Para ello, es importante instaurar algunas pautas de ejercicio que ayuden a que el animal queme más calorías.
En ese aspecto, debes considerar:
- Dedicar más tiempo al día a jugar con tu gato. Tu interacción le motivará mucho más que jugar él solo.
- Ofrecerle juguetes que fomenten su movimiento. Por ejemplo, los árboles trepadores, los ratones de juguete que se mueven, las pelotas o las cañas de pescar (si estás tu presente). Jugar con un láser para gatos no suele ser apropiado, pues aunque es cierto que el gato se mueve muchísimo para intentar “cazar” esa luz, esta actividad trae otro tipo de problemas a la larga (como frustración para el animal).
- Puedes colocar parte de su comida (una de sus dosis diarias) en una bola de las que solo expulsan las croquetas si se mueven. Eso obligará al felino a jugar para comer. Eso sí, como decimos, esto solo debe ser esporádicamente, no lo habitual.
5. Otros factores a tener en cuenta
Además de una alimentación inadecuada o la falta de ejercicio, hay otros factores que pueden influir en el peso de tu mascota.
Por ejemplo, el estrés felino puede hacer que el animal ingiera más comida por simple ansiedad o por temor a que otro animal se la quite.
Por ello, debes garantizar un entorno tranquilo a tu peludo.
Además, la temperatura es otro factor a tener en cuenta, pues si hace frío el animal va a necesitar más calorías para poder combatirlo.
Ya conoces las mejores maneras de hacer que tu gato pierda peso sin que enferme. Y queremos recalcar el “sin que enferme”. Es cierto que el sobrepeso es un problema grave, pero hacer que el animal pierda esos kilos de manera incorrecta, puede ser también muy perjudicial para él. Por eso, siempre es aconsejable que un veterinario haga un seguimiento de tu mascota.
