La educación de las mascotas forma parte del compromiso que todos adquirimos cuando llevamos a una de ellas a casa. En el caso de los perros y gatos, al ser mascotas más comunes, estamos más habituados a educarlos (aunque siempre se cometen errores). No es el caso de otros animales, como las aves, que solemos conocer menos. Por ello, veamos cuáles suelen ser los errores más comunes al educar a un loro.
Errores al educar a un loro
Cuando se trata de educar a un loro, hay algunos fallos que se cometen con bastante frecuencia.
El manejo
El loro debe salir de la jaula cada día durante un buen rato para que pueda realizar vuelo libre en una estancia segura de la casa.
Sin embargo, luego muchos dueños no saben cómo hacerle volver a la misma. Por ello, muchos acaban persiguiendo al ave para intentar atraparla con las manos desnudas, con un trapo o apagando la luz.
Con ello lo único que se consigue es que el animal comience a desconfiar de su cuidador. Esta situación puede, incluso, crearle miedo hacia la persona, generando un trauma severo.
Forzarle a hacer algo que no quiere
Otro de los errores más usuales al educar a un loro es obligarle a hacer algo que no quiere.
Esto puede ser, por ejemplo, volver a la jaula, pero también puede pasar que el loro no quiera salir de la jaula y se le fuerce a ello.
Engañar al animal
Otro error es engañar al loro. Siguiendo con el ejemplo en el que se desea que el ave vuelva a la jaula, se suele utilizar su comida favorita o algún objeto al que le tenga cariño para introducirlo dentro y cuando el loro entre cerrarle la puerta.
Esto no es algo positivo para el animal. En este caso es cierto que no le estás forzando, pero se trata de una acción que también provocará que el loro sienta desconfianza hacia ti.
Con ello lo único que lograrás es que el ave viva en continua alerta sobre cuándo vas a engañarlo.
Castigo como base del aprendizaje
Este es un error común en todas las mascotas y uno de los que peores consecuencias tiene.
A veces las personas piensan que, al educar a un animal, este tiene que tener muy claro cuándo hace algo mal y dejárselo claro con un castigo. Eso es un error.
Con ello, lo único que conseguirás es que el ave sea un animal reactivo a su entorno, que el loro te pique constantemente, vocalice muy fuerte, etc.
En lugar de eso, si usas el refuerzo positivo como base del aprendizaje, conseguirás que sea un animal proactivo y que esté motivado para participar.
Dejarles a oscuras si grita
Cuando un loro grita mucho, otro de los errores al educarlo que se comenten con frecuencia es dejarle a oscuras.
Esto es otra forma de castigo y, como tal, no tiene ningún efecto positivo en la actitud del animal. Además, con ello no se resuelve nada.
Cuando hay una vocalización excesiva se debe tratar el problema de origen. Puede ser que el loro lo haga porque se siente mal, porque demanda tu atención, porque te necesita o porque requiere de socialización. El caso es que tapar su jaula o dejarlo a solas no remedia nada de eso.
Los loros son animales muy inteligentes
Estas aves cuentan con un nivel de inteligencia muy óptimo para su aprendizaje. Esto es algo que se debe aprovechar, juntándolo con los recursos (premios) y el refuerzo positivo. Si haces buen uso de todo ello, con el tiempo evitarás todos los errores al educar a un loro más comunes.
Por ejemplo, en el caso de no querer entrar en la jaula, en lugar de emplear su comida favorita como cebo para cerrarle la puerta cuando entre, hay que enseñarle que si entra por voluntad propia, recibe un snack. Eso se puede lograr sin cerrar la puerta tras su entrada.
De cara a las vocalizaciones, también hay ciertos trucos que pueden ayudar. Por ejemplo, si sabes que el loro siempre comienza a gritar en un momento determinado del día, puedes anticiparte y llevarle un juguete con el que se distraiga.