¿Habías alguna vez oído hablar de la vejiga natatoria de los peces? Esta parte tan importante del pez cumple una función vital para él. ¡Te explicamos cuál es!
¿Qué es la vejiga natatoria de los peces?
La vejiga natatoria de los peces es un órgano de flotación que poseen la mayoría de los peces con esqueleto óseo.
Este órgano interno tiene apariencia de bolsa. Sus paredes son flexibles, está relleno de gas y se encuentra debajo de la columna vertebral, en la cavidad abdominal del pez.
¿Por qué es tan importante para los peces la vejiga natatoria?
La vejiga natatoria es una parte fundamental de los peces, puesto que gracias a ella consiguen flotar, permitiendo al pez moverse sin hundirse más de lo que necesita y sin hacer muchísimo esfuerzo.
Para ello, los peces son capaces de regular la cantidad del gas que hay dentro de la bolsa, según le interese subir más a la superficie, bajar a las profundidades o quedarse en un punto medio.
Además de esta, que es su principal función, también cuenta con otras dos misiones:
- Tiene función respiratoria en casos de urgencia.
- A modo de caja de resonancia, les sirve para producir ciertos sonidos.
Como hemos mencionado, la vejiga natatoria contiene gas. En el caso de los peces fisoclistos (peces que no necesitan vivir cerca de las superficies) se obtiene mediante un intercambio de gases de la sangre gracias a una glándula específica y una zona de reabsorción recubierta de capilares.
En otros casos está la bolsa conectada al esófago. Es el caso de los peces fisóstomos que viven más cerca de las superficies. Ellos suben hasta esta para tragar aire y con eso cargan la vejiga.
Problemas en la vejiga natatoria de los peces
En ocasiones lo peces pueden presentar problemas en su vejiga natatoria.
Dichos problemas pueden tener diferente origen: bacterias, virus, mala alimentación (especialmente por el consumo de escamas secas) o problemas que afectan principalmente a otros órganos y repercute en este.
No es difícil detectar cuándo tus peces pueden tener problemas en su vejiga natatoria.
Esto es así porque, como hemos dicho, es la parte de su cuerpo que ayuda en su flotabilidad. Por lo tanto, de haber algún problema, esto se verá afectado.
Los síntomas que podrás observar si hay algún problema o enfermedad en esa bolsa son:
- El pez nada de lado.
- Nada de forma invertida.
- Se queda flotando boca arriba.
- Pasa mucho tiempo en la superficie.
- O, por el contrario, no sube.
- Se mueve de manera desequilibrada o descontrolada.
Además, la zona del vientre se presentará más abultada de lo normal y hábitos como el consumo de alimento o la defecación se verán afectados.
Obviamente todo ello, puede llevar al pez a la muerte.
¿Qué hago si mi pez tiene este problema?
Cuando tienes un pez enfermo, tanto si este es el problema como si es otro, debes actuar con rapidez.
Lo primero que hay que hacer es separarle de los otros peces para evitar el contagio en caso de que la enfermedad se haya producido por un virus. Eso sí, con todas las precauciones posibles, pues sabemos que los peces son animales muy sensibles.
Luego deberás consultar a un veterinario o especialista en este tipo de animales. Este te recomendará los pasos a seguir según el causante de la enfermedad. Sin embargo y por desgracia, específicamente este problema no tiene cura.
Aun así, no significa que no puedas hacer nada por tu pez. Más de una vez se han hecho virales las historias de propietarios de peces que usaron su ingenio para salvar la vida de estos animales con problemas en sus vejigas natatorias.
Este es el caso un pez al que se le fabricó una especie de chaleco salvavidas que le hacía de flotador para poder nadar.
Aquí vemos el invento de Henry Kim, un coreano de 33 años que se negó a que su pez muriese por culpa de su problema en la vejiga natatoria.
Y en otras ocasiones, el salvavidas del pez ha estado fabricado, principalmente, con un simple corcho.
¡Nos alegra ver que hay personas que no se dan por vencidas a la primera de cambio y hacen todo lo que está en su mano para ayudar a sus mascotas!