Una de las razas más populares de conejos es el conejo angora o conejo de angora, famoso por su denso pelaje. ¿Quieres conocer un poco más a este animalito? ¡Te hablamos sobre él!
Origen del conejo angora o conejo de angora
Suele decirse que el origen de este conejo está en Turquía y las primeras anotaciones sobre él datan del siglo XVIII.
Este conejo fue una de las mascotas preferidas de la realeza francesa durante este siglo y a finales del mismo, la raza ya había llegado al resto de Europa.
Sin embargo, no fue hasta el s. XX cuando llegaron a Estados Unidos.
Variedades del conejo de angora
Dentro de la propia raza de conejo angora existen variaciones. A día de hoy, la ARBA (American Rabbit Breeders Association) reconoce cuatro: conejo angora gigante, conejo angora inglés, conejo angora satén y conejo angora francés.
Conejo angora: características físicas
Cada una de las variedades de este conejo tiene sus características particulares, aunque la más común es su pelaje denso, abundante y tan preciado.
El conejo de angora gigante puede alcanzar hasta los 6 kilos en su edad adulta. Su color es banco y no muda el pelo, por lo que es esencial no cortarlo.
El conejo de angora inglés pesa entre 2.5 y 4 kg, siendo el más pequeñín de esta raza. Su pelo abunda, sobre todo, en la cabeza, orejas y patas.
Del conejo de angora satén hay que destacar el brillo de su pelo, aunque este no sea tan abundante como en otras variaciones. Puede alcanzar los 4 kilos en su etapa adulta.
El conejo de angora francés es el que más se puede parecer a un conejo común, ya que su pelo no es tan denso como en los otros y el de la cara y orejas es liso. Su peso puede oscilar entre los 4 y los 5 kilos.
El color predominante de estos conejos es el blanco, pero tras diversos cruces se pueden ver ejemplares de otros colores como el marrón o el gris.
Cuidados y alimentación
Uno de los cuidados más importantes que debes tener en cuenta si quieres adoptar a uno de estos conejos es el de su pelaje.
Su pelo largo y sedoso es muy preciado ya que se utiliza como lana en la industria textil.
Para cuidarlo debes cepillarlo prácticamente a diario, con un cepillo especial para él. Lo ideal es que no sea muy duro para que no le hagas daño en la piel al pasárselo. Puedes consultar a tu veterinario sobre cuál es mejor para tu mascota e, incluso, puede que te recomiende varios para las diferentes zonas de su cuerpo.
Para peinarlo deberás ir acostumbrándolo poco a poco, ya que los conejos son bastante asustadizos. ¡Ármate de paciencia y no desesperes! Conseguirás que su pelo luzca sano y limpio, sin nudos y, además, eliminarás suciedad y pelo muerto.
En cuanto a su alimentación, esta no difiere mucho de la de otros conejos domésticos.
Los conejos son animales que se alimentan con una dieta a base de pienso especial para ellos, heno, forraje verde, verdura y fruta (esta última solo un par de veces por semana). Cuanto más frescos son los alimentos naturales que le des a tu conejo, mejor.
De todos estos elementos, el más importante es el heno, que ayuda a su tracto digestivo y le aporta fibra.
Además, una buena alimentación es esencial para mantener bien sus dientes. Estos no dejan de crecer nunca y por ello deben desgastarlos. Sin embargo, a veces con un buen alimento no es suficiente y pueden sufrir problemas dentales. Asegúrate de que siempre tengan algo para roer en su jaula, como juguetes o bolas de heno.