Si estás pensando en tener un conejo y aún no has decidido cuál, ¡no elijas sin antes conocer al conejo hotot! Es una pequeña bolita de nieve suave y adorable. ¿Te gustaría tener uno como mascota? ¡No te pierdas todo lo que tenemos que contarte sobre él!
Origen del conejo hotot
El conejo hotot debe su nombre a su lugar de origen, Hotot-en-Auge, Normandía (Francia). Su criadora, E. Bernhard, era una criadora de conejos de renombre. El conejo hotot surgió a raíz de cruces del conejo mariposa con ejemplares blancos como el gigante de Flandes o el blanco de Viena.
La raza fue expuesta por primera vez en Suiza a principios del siglo XX, pero no fue reconocida oficialmente como raza hasta finales de la década de los 40. Se comenzó a exportar a Estados Unidos ya en los 80, y no tardó en empezar a gozar de gran popularidad.
Características del conejo hotot
El conejo hotot se caracteriza por tener unas particulares manchas negras que rodean sus ojos; suelen tener entre 3 y 6 mm de ancho. El resto del cuerpo del conejo es de color blanco puro.
El cuerpo del este conejo es compacto, mediano y de formas redondeadas. Pesa alrededor de 4 kg. Tiene un pecho amplio y unas patas resistentes, se trata de un conejo musculoso y fuerte. Además, es bastante resistente a las enfermedades y muy longevo, suele vivir alrededor de 16 años.
Su pelo es de longitud media, muy suave, liso y denso. Es muy obvio que desciende directamente del conejo mariposa, se trata de dos conejos muy similares en apariencia.
Cuidados del conejo hotot
¡Que no te engañe su tamaño pequeño! Puede llegar a comer muchísimo si se le permite, por eso es importante vigilarlo y no excederse en la alimentación para evitar la obesidad. La base de la alimentación de los conejos consiste en heno, que puedes complementar con frutas y verduras frescas.
Los alimentos altos en fibra pueden ayudar a evitar uno de los problemas más comunes en estos conejos: las enfermedades dentales.
¿Te gustaría tener un conejo hotot como mascota?