Hay muchos gatos con sobrepeso, se estima que seis de cada diez gatos urbanos tienen sobrepeso o incluso obesidad. Los gatos gordos han llegado a popularizarse mucho y son los protagonistas de montones de «memes» y vídeos de internet, pero la verdad es que no tiene nada de divertido. La obesidad tiene muchísimas consecuencias, y una de ellas es la diabetes. ¿Sabías que hay más de 15.000 casos de diabetes en gatos y de casos de riesgo en España?
Si tu gato tiene diabetes, debes empezar a actuar en consecuencia lo antes posible, ¡puede ser realmente peligroso! Pero ¿qué es exactamente esta enfermedad? ¿Qué la produce?
Qué es la diabetes en gatos
Como decimos, la diabetes en gatos es cada vez más frecuente, esto se debe al estilo de vida que llevan los gatos domésticos, que comen demasiada cantidad de comida y además muy calórica, y realizan poco o nada de ejercicio. La diabetes es una enfermedad realmente peligrosa y puede acortar notablemente la esperanza de vida del animal si no se trata correctamente.
La insulina es una hormona necesaria para el correcto funcionamiento del organismo. Con la diabetes, el páncreas del gato no es capaz de generar la insulina que precisa, o bien la genera pero esta no cumple bien su función. Sin la insulina, el gato diabético no es capaz de sintetizar y utilizar la glucosa como fuente de energía, de modo que su organismo recurre a otros componentes, como las grasas o las proteínas.
Síntomas de la diabetes en gatos
Uno de cada 230 gatos domésticos tiene diabetes o corre alto riesgo de padecerla, según un artículo publicado en la revista Journal of Feline Medicine and Surgery. Esto implica que, en nuestro país, que hay alrededor de 3,5 millones de gatos domésticos, más de 15.000 padecen o padecerán diabetes a lo largo de su vida.
¿Se puede saber en casa, o al menos sospechar, si un gato tiene diabetes? Un gato diabético, al no poder sintetizar la glucosa, la eliminará a través de la orina; esto implica que orinará más a menudo que un gato no diabético. Por lo tanto, también beberá más para ir reponiendo los líquidos que expulsa; de lo contrario, corre riesgo de deshidratarse. Además, por lo general tienden a comer menos y a perder peso. Por supuesto, si tu gato es diabético colapsará al tener bajadas de glucosa.
Estos síntomas no son exclusivos de la diabetes, sino comunes a muchos problemas de salud: encontrarás que el pelaje de tu gato pierde brillo y fuerza, que se encuentra cansado, o incluso podría tener problemas digestivos.
¿Tu gato tiene una buena calidad de vida y se alimenta de forma sana? Si no, podría desarrollar sobrepeso, y con ello, aparece la diabetes. ¡Cuida la dieta de tu gato y no permitas que lleve una vida muy sedentaria! Si sospechas que tienes un gato diabético, no dudes en acudir al veterinario, así como si tienes dudas sobre cómo darle una vida más saludable.
¡La diabetes en gatos es un grave peligro para la salud de tu mascota! No lo ignores.