gato obeso

¿Tienes un gato obeso? Te contamos lo que necesitas saber

Es un hecho: cada vez hay más obesidad en el mundo. Y no sólo nos afecta a nosotros, los animales también pueden desarrollar obesidad; ocurre más a menudo con los animales domésticos, especialmente los gatos.

¿Tienes un gato obeso? ¡No te lo tomes a broma! El exceso de peso puede acarrear graves consecuencias de salud. Te contamos lo que necesitas saber para cuidar adecuadamente a un gato obeso.

Un gato obeso está en peligro

Un gato obeso está en peligro

Más allá de la divertida fama de la que «gozan» los gatos obesos en internet, un gato obeso no es más que un gato con un problema de salud que necesita solución. Obesidad significa riesgo de enfermedades como la artritis, dolencias del hígado o del intestino, y otras dolencias que incluso pueden volverse crónicas.

¿Sabías que muchos dueños tienen un gato obeso y no lo saben? A veces simplemente ignoran el hecho de que su gato ha superado los límites saludables de peso; otras veces lo saben, pero no parece importarles… Un gato obeso se ve a simple vista; el peso normal para los gatos es de entre 3 y 5.5 kg. Cualquier gato que supere esas cifras pone en peligro su salud.

¿Cómo detectar si un gato es obeso? Los gatos, por naturaleza tienen una forma similar a los relojes de arena, más estrecho por la zona de las costillas. Si tu gato es más bien un tubo y la zona de las costillas no estrecha, ¡tienes un gato obeso!

 

¿Qué causa la obesidad en los gatos?

Qué causa la obesidad en los gatos

Si tu gato está obeso, plantéate el estilo de vida que le estás dando. Las principales causas del exceso de peso en gatos son el sedentarismo y la mala alimentación.

Los gatos no son tan activos como los perros, pero esto no significa que no deban moverse en absoluto. ¡Jugar y correr cada día es esencial para mantenerse en forma! Puedes favorecer que tu gato se mueva haciendo de la comida un juego: coloca su plato en sitios altos o no tan fácilmente accesibles como el suelo, para que tenga que saltar y moverse para alcanzarlo.

Por otro lado, no le des más comida de la necesaria, no hay que cebarle. Siempre va a querer comer todo lo que le des, ¡los gatos no tienen fondo! Por otro lado, es importante elegir un alimento adecuado, de calidad y ajustado a sus necesidades nutricionales; esta necesidad se acentúa aún más cuando el gato es obeso. Esto significa que debemos cuidar su alimentación aún más para que no empeore. Generalmente, la comida para gatos es alta en carbohidratos; cuando tenemos un gato obeso, la ingesta de carbohidratos debe limitarse. Lo mejor es que consultes al veterinario para encontrar el alimento más apropiado.

Pero recuerda: ¡es más fácil prevenir la obesidad que solucionarla! Asegúrate de dar a tu mascota el alimento idóneo y en las cantidades apropiadas.

Procura no hacer mucho caso a su carita adorable cuando te pida comida a cada rato. No dejes que coma más de lo necesario.

 

Presta mucha atención a los cuidados de tu gato obeso, esto es esencial para que pueda recuperar lo antes posible su peso natural y así estar sano y sin riesgos de enfermedades.

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